
Un muchacho con problemas escapa de su abusivo padrastro y sin quererlo encuentra al señor Summers, un viejo errante que tiene como misión enterrar a todas las criaturas que mueren en la autopista. Basada en el libro homónimo de Walker Hamilton de 1968 y dirigida por Jeremy Thomas, All the little animals se estrenó en 1998, esta pequeña historia sobre una peculiar amistad paso al igual que su libro, desapercibida por la audiencia de la época, pero su interesante trama propone una mirada distinta y algo difícil de catalogar.
All the little animals cuenta la historia de Bobby Platts interpretado por un muy joven Christian Bale, no tanto como en el Imperio del Sol, pero con unos años por delante para ser Patrick Bateman o Bruce Wayne, en el medio… en ese punto de experimentacion donde muchas veces los actores importantes hacen el trabajo hormiga que los lleva a donde terminan, si todo sale bien y este relato es definitivamente un bloque importante en la carrera de ese gran profesional con un abanico interpretativo muy grande.
A través de la voz en off del personaje principal que funciona como narradora, esta cinta toma un tinte muy personal y casi de historia fantástica, si se hubiese hecho hoy seguro tendría ese aspecto tan de moda del 4:3 que al parecer resalta más algunas películas. All the little animals es esa típica historia mínima que trasciende por su simpleza y a su vez por manejar un tema que puede deconstruirse como algo universal, la trama, la dolencia que acompaña al personaje es algo con lo que nos podemos identificar muy fácilmente, la sensación de sentirnos solos, incomprendidos y sin valor, pequeños… como todos esos “pequeños animales”.

Este muchacho es el dueño absoluto de esta experiencia y como el mismo dice desde que se golpeó cuando era pequeño nunca más volvió a ser el mismo, esta forma de ser tan particular producto de su problema hace que Bobby vea este mundo y lo que sucede de una forma muy particular, que se encierre en el mismo, encierro que lo lleva a buscar su camino, camino que se cruza con el del señor Summers. Esta película viaja por varios lugares de Londres y de la parte más rural, es una experiencia que tiene a los pocos personajes que tiene, en un viaje constante que no solo hace provecho de una cinematografía muy impresionante sino de un impacto visual que, de alguna forma, explicita el conflicto interno de los personajes, que a su modo están en un viaje de descubrimiento personal.
Extrañamente a pesar de todo esto, de los paisajes de las escenas, con rutas y gente que viene y va Jeremy Thomas logra instalar una sensación muy personal y muy íntima en este filme, las charlas entre los personajes son en lugares cerrados, íntimos donde hay un gran manejo de la interpretación y de la emoción pura, rasgos que quizás se intensifican y se exponen aun mas siendo parte de un público que no es inglés, esta ese factor donde la idiosincrasia inglesa se hace notar y le da a esta historia, ese sabor un poco agrio para nosotros, pero que… tiene su gracia muy particular.

Yendo a ese lugar en esta experiencia tan austera pero especial, las interpretaciones lo son todo y en ese apartado podemos ver a un Christian Bale que ya demuestra por que se convirtió en uno de los mejores actores de su generación. Recuerdo haber visto esta película mucho antes de ver Batman inicia, allá por el 2002 creo, quizás la trama del niño perdido me atrajo, pero verla muchos años después prestando el 100% de mi atención adulta no me preparo para la sorpresa que me dio, el hecho de que el personaje de Bobby tiene de hecho, 24 años.
Hacer parecer a un actor más joven de lo que es, no es nada raro es una de las técnicas más comunes, cierto tipo de ropa, cierto tipo de corte de pelo y listo… sin embargo es en la interpretación en la que Bale logra canalizar a un muchacho distinto, lastimado, con la inocencia de un niño, sea en su racionalización de lo que pasa, en sus respuestas o en sus berrinches. Bobby no es el típico Forrest Gump de Hollywood que cae bien porque exprime la lastima y la ternura, en este personaje hay un desarrollo que se permite gracias a un buen guion y a una representación de una condición real, hecha con talento y destreza, este es quizás uno de los grandes papeles desconocidos de Christian Bale.
Por otro lado, el señor Summers interpretado por el gigante, John Hurt es un confiable, de ese distinguido grupo de actores que son sólidos en lo que sea que hagan, en esta ocasión su personaje propone el complemento a lo que ofrece Bobby, dos personas que ven la vida de una manera similar, pero desde otro punto en el camino, la dinámica de maestro y aprendiz que generan, contribuye a esa sensación de historia fantástica, junto a locaciones que parecen salidas de un cuento. Con la llegada a escena de este personaje la película empieza a mostrar su mensaje principal un poco más, contando la historia detrás de este hombre que ama a los animales y detesta la modernidad opresiva que lastima a la naturaleza.

Lejos de estos dos, la película no ofrece grandes personajes, aunque tampoco los necesita, pero en esta ocasión el antagonista… el padrastro de Bobby apodado “El gordo” es esa figura villanesca poco expresiva, cliché de esos ingleses que vemos en una película mala de James Bond, no ofrece algo que lo haga tridimensional, es mezquino desprecia a Bobby y solo quiere imponer su poder físico y psicológico sobre el chico, una aproximación demasiado típica en un filme que tiene el carisma de hablar en varios niveles y varias cosas interesantes. Sin embargo, la interpretación de Daniel Benzali, logra ser lo suficientemente desagradable como para cumplir su cometido, volviendo así su final bastante satisfactorio.

Con una banda sonora muy sutil compuesta por Richard Hartley, conocido por producir la banda sonora de The Rocky Horror Show, este filme ofrece algo no tan memorable pero que funciona con toda la estética que sigue la propuesta. Llegando al final de este nuevo análisis, All the little animals, no es perfecta… definitivamente le sobran unos 20 minutos en un final que se estira demasiado, pero que en notas generales deja un gran sabor de boca, quizás no sea un filme para todo el mundo, puede que la Inglaterra rural con tanto verde saturado no capte tantos adeptos, pero definitivamente es una experiencia distinta y con personalidad, solo por eso yo la recomiendo a quien quiera darle, una oportunidad.
Share your thoughts!
Be the first to start the conversation.