Revisión de Solo en casa 2: Desorientado en Nueva York (1992) 

Revisión de Solo en casa 2: Desorientado en Nueva York (1992)

Es la continuación de la exitosa comedia de Navidad Solo en casa (1990), bajo la dirección de Chris Columbus y con Macaulay Culkin en el rol de Kevin McCallister como protagonista. En esta ocasión, Kevin está desorientado en Nueva York, mientras su familia lo abandona de manera accidental durante unas vacaciones en Florida.

La historia inicia con el conocido postulado: Kevin es un pequeño audaz y bastante solitario que, de manera inesperada, se queda en soledad en su hogar durante las festividades de Navidad. No obstante, a diferencia de su vivencia previa, esta vez su destino lo dirige a la ciudad metropolitana. Luego de un desafortunado suceso en el aeropuerto, Kevin embarca en un vuelo. Se equivoca y acaba en Nueva York, desorientado acerca de cómo alcanzar su destino.

Pese a la inicial confusión, Kevin rápidamente se acostumbra a la ciudad y, como se anticipaba, no demora en inxión con los antagonistas de la primera película, Harry (Joe Pesci) y Marv (Daniel Stern), quienes justo han salido de la cárcel y están persiguiendo revancha contra Kevin.

La película se distingue por sus elementos humorísticos y de acción, con Kevin empleando su ingenio para diseñar sofisticadas trampas y situaciones cómicas para combatir a los delincuentes. Además, la trama incluye nuevos personajes, como una dama que se encarga de una casa de lujo (dada por Brenda Fricker), que establece una conexión sentimental con Kevin, aportando un toque sentimental a la narrativa. Durante la película, el público disfruta de instantes divertidos y lugares emblemáticos de Nueva York, tales como Central Park y el célebre Hotel Plaza. No obstante, a pesar de que las situaciones humorísticas siguen el mismo esquema que en la primera película, hay quienes piensan que la fórmula empieza a ser predecible, aunque continúa siendo eficaz para la audiencia más joven.

Respecto a la dirección de Chris Columbus, conserva un tono suave y conocido, en tanto que el guion de John Hughes, una vez más, representa un modelo ideal de humor físico mezclado con mensajes acerca de la relevancia de la familia y la generosidad. La melodía de John Williams, que inspira un aire encantador y navideño, realza el clima festivo.

En conclusión, Solo en casa 2: Perdido en Nueva York es una continuación entretenida y cautivadora, que aunque no posee el encanto de la primera película, continúa siendo un emblemático clásico de Navidad que ha conseguido mantener su relevancia gracias a su humor, la interpretación de Macaulay Culkin y su mensaje acogedor acerca de la relevancia de la familia.

Elementos tanto técnicos como artísticos

Chris Columbus vuelve a dirigir, consiguiendo conservar el tono cálido y conocido que distingue a la saga. Pese a que la premisa se mantiene igual que en la primera película, el director consigue insuflarle una vitalidad renovada, en particular con la incorporación de los reconocidos escenarios de Nueva York. La urbe se transforma prácticamente en un personaje más de la trama, con la dirección artística generando un clima festivo durante la época navideña, con adornos resplandecientes, luces navideñas y nieve, elementos que aportan a la atmósfera mágica del film.

El guión de John Hughes sigue la misma línea del primer filme, con una estructura simple pero eficaz que atrae tanto a los niños como a los adultos. El humor físico, fundamentado en circunstancias extremas y sobredimensionadas, es el eje central de la película. No obstante, también se tratan temas de desarrollo personal, tales como la relevancia de la familia, la madurez y la generosidad, elementos que aportan profundidad a la película, en particular en las escenas con la dama del parque y en la reunión final de Kevin con su familia.