555. ¨El ojo que ve, verá y serᨠy la profecía autocumplida.

Todos, alguna vez en nuestra preadolescencia, nos encontrábamos obsesionados con teorías conspirativas con las que revelarnos intelectualmente ante el mundo. Mucho antes de las tribus terraplanistas reptiloides, recuerdo con nostalgia juvenil las premoniciones de Nostradamus, el código Da Vinci o los mensajes de los círculos de las cosechas, algo de lo que todos tenían acceso y de ello surgieron mil teorías. De Nostradamus, surgió el redescubrimiento de nuestro propio profeta psicográfico argentino, Benjamín Solari Parravicini. Este personaje había dibujado lo que se llamaba psicografías, en donde plasmaba dibujos con mensajes crípticos, siendo mejor interpretados y verificados que las profecías de Nostradamus.

Si he de confesar una obsesión adolescente, esa fue la interpretación y colección de sus dibujos, cosa que me fascinó y me entretuvo por un tiempo hasta llegar a la representación fílmica con una película homenaje a su obra. El tiempo pasó, crecí, me gradué y empecé a trabajar, olvidándome tanto de la película como de aquella obsesión, hasta que el nombre del artista volvió a circular por entre los periodistas, al definir a una tribu de seguidores del profético hombre gris, señalado en nuestro actual presidente. Y así, en un contexto de pluralidades conspirativas, la tribu de psicografistas a vuelto a resurgir, junto al recuerdo de una película que nadie menciona y que mejor nos documenta el trabajo de Parravicini en clave de lo que siempre pudo haber sido, una ficción.

555 es una película del director Leandro Visconti estrenada en el año 2013, que pasó sin pena ni gloria por los cines de su momento. Hoy en día lo consideraríamos un éxito de Netflix, y es por esa facilidad difusora por lo que me hace apreciar aún más su íntimo descubrimiento. La película logra plasmar el sentimiento conspiranoico y obsesivo que alguna vez tuve en el protagonista, Gabriel, interpretado por Antonio Birabent, un profesor de filosofía y lógica quien tras un encuentro con una de sus estudiantes, ella le deja un libro con las psicografías del profeta criollo, iniciando una espiral de investigaciones, contactos y descubrimientos que lo llevaran hasta el fondo del asunto, o el principio.

Las actuaciones no me resultaron de las más destacables, sin embargo, por ello, resultan perfectas ya que el ritmo y la intriga de la historia nos mantiene despiertos y ansiosos por llegar junto al protagonista a una conclusión, despertando en nosotros esa nostálgica obsesión conspirativa por los secretos. Hoy en día, es una temática insultada por quienes se toman en serio las premisas supersticiosas de este tipo de películas, suponiendo que se trata de mensajes encriptados para la élite global, a lo que ha llegado a que la propia industria explotase esta misma temática abusando de teorías como la tierra hueca en el monsterverse de Godzilla, el origen alienígena del ser humano con la película Prometheus, o el pináculo fílmico del cine catástrofe que fue 2012 y sus secuelas fatuas como Geotormenta y Moonfall.

Ante la psicotrópica conspiración fílmica de Hollywood, 555 se convierte en una humilde psicografía argentina de nuestra niñez, haciéndonos retornar a la tierna infancia de la sencillez y el juego, siendo las teorías conspirativas una forma con la que entretener nuestro intelecto.

PD: La pelicula se encuentra completa en YouTube.

Antonio Birabent Belén Chavanne

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