VOLVER: La película de Almodóvar que nos ofrece un falso final feliz

Spoilers

Una película que roza ya los 20 años, pero que se ha transformado en un ícono que sobrevive al paso del tiempo, con una joven Penélope Cruz que encarna a Raimunda, una mujer que parece no tener espacio para ser feliz. El film nos muestra a un pueblo en bruto, con sus colores, costumbres, y supersticiones, y nos adentra en una historia familiar de misterio y mentiras, en la cual nada se aclara sino hasta el final. Todo gira en torno a Irene, una mujer entrada en años, madre de Raimunda y Soledad, que muere junto a su marido en un incendio, y que aparentemente regresa de la muerte cada tanto para ayudar a Paula, una anciana que vive sola en un caserón. Almodóvar transforma las apariciones de Irene en un suceso mágico, anclado a la superstición del pueblo, y a la creencia de sus habitantes. Cuando la anciana Paula muere, se le aparece de cuerpo presente a Soledad, y aunque la joven huye, ella se las arregla para esconderse en el maletero del coche y viajar con ella hasta la ciudad. Una vez allí, intentará resolver asuntos pendientes que le quedaron en el plano mortal, mientras ayuda a su hija en su salón de belleza, haciéndose pasar por una inmigrante rusa.

Durante toda la película, el tinte oscuro se hace presente, intercalando su historia con la historia de Raimunda, quien hace desaparecer el cuerpo de su marido luego de que su hija lo asesinara en defensa propia, cuando éste intentaba abusar de ella. Hacia el final, empiezan a surgir verdades, y el espíritu de Irene se vuelve de carne y hueso. Ya no es un alma que regresa para arreglar las cosas, sino una mujer que fue dada por muerta y que vivió escondida, luego de incendiar la casa con su marido y su amante dentro. El ovillo de mentiras parece deshacerse en los últimos quince minutos del film, e Irene decide ayudar a Agustina, la hija de la amante de su marido, durante su última fase de cáncer, como una especie de favor, ya que es lo menos que puede hacer por ella luego de asesinar a su madre. La película nos da la falsa idea de un final feliz, con las tres generaciones juntas, las mentiras develadas, y la consciencia de sus protagonistas en paz. Pero, a mi parecer, lejos está este de ser un final feliz, sino más bien es un final un tanto macabro, en el cual Irene siempre será un espíritu para el pueblo, y para sus hijas una madre que vuelve de la muerte y que no morirá jamás, obligándolas a seguir sosteniendo el misterio y las mentiras que envuelven a la familia, sin poder liberarse de aquel pasado, traspasándolo a las siguientes generaciones como un karma inmortal.

Light Points

Spotlights help boost visibility — be the first!

Comments 9
Hot
New
comments

Share your thoughts!

Be the first to start the conversation.

10
9
0
0