¡Por el Amor de Moe! Una Reflexión (Algo Chiflada) Sobre la Vida, al Estilo de Curly

Siempre que puedo en mis ratos libres veo películas de los Tres chiflados. Me encantan porque me alegran el alma, reaniman mi corazón y me recargan de energías positivas y alegres para mi vida personal. Hay un personaje que me representa y que es sinónimo de mi carácter: Curly, el más cómico de los tres. 😂

Si tuviera que buscar a alguien que me representara en una película, sin dudarlo señalaría a Curly de los Tres Chiflados.


Como aquel personaje entrañable, Yo, Esteban José (mi nombre de pila) tenía un don especial para tropezar con la situación más sencilla y convertirla en una divertida confusión. Preparar el desayuno podía volverse una coreografía inesperada con la tostadora como partenaire, y encontrar las gafas era una búsqueda del tesoro en mi propio apartamento, con los cojines del sofá como principales sospechosos.


Pero igual que Curly, cuya aparente falta de coordinación nunca escondía mi nobleza, yo tenía un corazón grande y una sonrisa que contagiaba alegría. Mi risa, tan peculiar y pegadiza como un estornudo inesperado, tenía la capacidad de aliviar cualquier tensión y aunque mis intentos por echar una mano a menudo terminaban en enredos aún mayores, mi buena voluntad y mi espíritu luchador siempre terminaban brillando.


Un buen día, mientras protagonizaba uno de mis típicos "deslices Curly" en la panadería de la esquina (que incluyó un tropiezo con un saco de harina y una nube blanca inesperada), yo me topé con Moe y con Larry. Esta es su historia:


(Introducción - Con un tropiezo mental)


¡Hola! Soy... bueno, digamos que soy un tipo... peculiar. Un poco calvo en la azotea (¡woob woob woob!), con una mente que a veces va más rápido que mis propias piernas (y eso ya es decir mucho, ¡porque suelo tropezar con el aire!). Algunos me conocen por mis... eh... "interacciones físicas" con mis socios. Otros, por mis elegantes movimientos de baile (¡que a menudo terminan en el suelo!). Pero hoy, quiero hablarles desde el corazón... o desde donde creo que está el corazón, ¡a veces lo confundo con el estómago!


(Desarrollo - Entre "N'yuk, n'yuk" y reflexiones)


La vida, ¿verdad? A veces te da un pastelazo en la cara cuando menos te lo esperas. ¡Y otras veces... te lo da Moe! (¡Ay, Moe!). Pero en medio de todos los "¡Por qué yo!" y los intentos fallidos de hacer algo remotamente útil, creo que hay algunas cositas que he aprendido... a mi manera, claro.


Para empezar, nunca subestimes el poder de un buen "¡N'yuk, n'yuk, n'yuk!". Es terapéutico, libera tensiones y, seamos sinceros, ¡es contagioso! Intenta hacerle un "n'yuk, n'yuk" a alguien hoy. ¡Te sorprenderá la reacción! (O quizás te lancen un cubo de pintura. ¡Es un riesgo que estoy dispuesto a correr!).


Luego está la importancia de la amistad. Sí, incluso cuando tus amigos te golpean con llaves inglesas o te pintan la cara mientras duermes (¡Moe, otra vez!), en el fondo sabes que están ahí para ti. Creo. O al menos, están ahí para participar en la próxima travesura. Y eso, a su manera retorcida, es una forma de cariño, ¿no creen?


Y hablando de travesuras, ¡no hay que tomárselo todo tan en serio! La vida es demasiado corta para andar con caras largas. Un buen resbalón con una cáscara de plátano (siempre y cuando nadie se lastime de verdad, ¡ojo!) puede ser una excelente manera de recordar que la risa es una medicina maravillosa. ¡Y si te caes con estilo, mejor aún! Yo lo llamo "la danza de la gravedad asistida".


También he aprendido que la comida es una de las grandes alegrías de la vida. Un buen plato de... bueno, ¡lo que sea que Moe no nos quite primero! Ya sea sopa, pastel o incluso un trozo de neumático masticable (¡no pregunten!), la comida une a la gente. O al menos, nos da algo por lo que pelear.


(Anécdotas "Curlyescas" - ¡Con sabor a pastelazo!)


Déjenme contarles una vez que intentamos arreglar un grifo. Yo tenía la llave inglesa (creo que era una llave inglesa... o tal vez un abridor de latas gigante), Larry estaba dando "instrucciones" confusas y Moe... bueno, Moe estaba siendo Moe. Terminamos inundando la cocina, cubiertos de espuma y con Moe persiguiéndonos con un martillo. ¿El resultado? El grifo seguía goteando, pero al menos teníamos una buena historia que contar (mientras corríamos).


Otra vez, intentamos hornear un pastel para el cumpleaños de Shemp. Yo estaba a cargo de "revolver". Digamos que mi técnica era un poco... enérgica. La harina voló por todas partes, los huevos terminaron en lugares insospechados y el pastel... bueno, el pastel parecía más un experimento científico fallido. Pero lo importante es que lo hicimos con "cariño" (y mucha torpeza).


(Conclusión - Un último "¡Woob woob woob!" y una reflexión seria... más o menos)


Así que ahí lo tienen. Mi humilde (y algo alocada) perspectiva sobre la vida. Rían, tropiecen, coman cosas ricas (si pueden evitar que Moe se las quite), y sobre todo, ¡no tengan miedo de ser un poco... chiflados! Porque al final del día, un buen golpe en la cabeza (amistoso, por supuesto) y una buena carcajada pueden hacer que todo sea un poco más llevadero.


Y recuerden, como siempre digo... ¡N'yuk, n'yuk, n'yuk! ¡Ahora, si me disculpan, creo que escucho a Moe acercándose con una brocha y pintura! ¡Hasta la próxima, y cuidado con los escalones! ¡Woob woob woob!

Segunda parte…¡Por el Amor de Moe! Una Reflexión (Algo Chiflada) Sobre la Vida, al Estilo de Curly

(Introducción – Con un tropiezo mental y un "¡Nyuk, nyuk!" de fondo)

¡Oigan, oigan, oigan! Si están leyendo esto, es que sobrevivieron a mi primera parte… ¡o a uno de los berrinches de Moe! ¡Woob woob woob! Soy Curly, el más elegante, el más poético y, según Larry, el más "propenso a accidentes" de Los Tres Chiflados. Hoy quiero seguir compartiendo mis sabias palabras… o al menos, las que no me ha borrado Moe con un martillazo en la cabeza.

(Desarrollo – Filosofía chiflada y consejos dudosos)

La vida, amigos míos, es como una torta de crema: dulce, desordenada y con altas probabilidades de terminar en tu cara. Pero ¡qué importa! Lo importante es reírse, aunque sea de uno mismo (y créanme, yo doy mucho material).

Lección #1: El arte de caerse con estilo


No todos pueden convertir un resbalón en un baile moderno. Pero yo, ¡oh sí! Cuando la gravedad me llama, no solo obedezco, ¡le pongo música! Un giro aquí, un “¡Whoops!” allá, y listo: arte en movimiento. Moe dice que solo soy torpe, pero ¿él ha recibido aplausos por aterrizar de cara en un pastel? ¡No! ¡Nyuk, nyuk!

Lección #2: La amistad verdadera se mide en golpes… de suerte


Larry dice que Moe nos quiere. Yo no estoy tan seguro, pero si perseguirnos con una sierra es su forma de cariño, ¡entonces somos los más amados del mundo! Aunque, pensándolo bien, si Moe realmente nos odiara, ya nos habría enterrado en el jardín. Así que… ¡salud, amigos! ¡Clink! (Ojalá fuera un vaso y no mi cabeza contra la puerta).

Lección #3: La comida sabe mejor cuando es robada


No sé qué tiene un sándwich arrebatado de las manos de Larry que lo hace más delicioso. ¿Será el peligro? ¿La emoción? ¿O simplemente que Larry no lava sus manos? ¡Misterios de la vida! Lo único seguro es que, si Moe te quita el plato, mejor corre… o aprende a comer pintura seca.

(Anécdotas – Porque la memoria de Curly es tan confiable como sus reflejos)

El día que intentamos pescar… sin agua


Una vez, Moe nos llevó a "pescar". Resultó que el lago se había secado, pero eso no nos detuvo. Larry usó un imán (para peces metálicos, supongo), yo me enredé en la caña y Moe… bueno, Moe terminó pescando un zapato viejo. Al final, comimos helado y fingimos que era sushi. ¡Éxito total!

La vez que cociné “sopa gourmet”


Moe dijo: “Curly, tú revuelves”. Y vaya que revolví… ¡hasta que la cuchara salió volando y aterrizó en la cabeza de Larry! La sopa quedó con un “toque especial” (pelos de Larry, un botón y algo que espero fuera perejil). Pero Moe, siendo justo, me premió con… ¡un tirón de orejas! ¡Qué chef no sueña con eso?

(Conclusión – Un abrazo, un tropiezo y una última risita)

Así que ahí lo tienen, ¡otra dosis de sabiduría Curly-certificada! La vida puede ser dura, pero con un poco de locura (y un Moe que te vigila), todo es más divertido. Así que rían, jueguen, y si alguien les ofrece un pastel… ¡miren primero hacia arriba!

¡Hasta la próxima, chiflados! ¡Nyuk, nyuk, nyuk! ¡Woob woob woob! (Y recuerden: si todo falla, griten “¡Moe, nooooo!” y corran en zigzag).

Antes de terminar me gustaría que disfrutarán de los mejores momentos de Curly:

– Firmado: Curly, el filósofo sin pelo pero con mucho estilo.

(PD: Si encuentran errores de ortografía, fué Larry. Si no tiene sentido, fué Moe. Y si es gracioso… ¡eso sí soy yo!) 🎩💥

Light Points

Spotlights help boost visibility — be the first!

Comments 37
Hot
New
comments

Share your thoughts!

Be the first to start the conversation.

56
37
3
5