Un tipo serio: Acepta el misterio 

Hace tiempo que entendí la crítica como algo motivado, principalmente, por la pasión de quien escribe, y no como un medio de altanería rebosante de tecnicismos soporíferos. Y empiezo así esta crítica porque la principal motivación que me ha llevado a elegir esta película entre todas las demás es la gran crisis existencial que me ha suscitado su reciente visionado. No soy un gran experto en el cine de los Coen; he de decir que siempre he sido incapaz de acabar El gran Lebowski (1998), por mucho empeño que le pusiera. No obstante, me recomendaron ver uno de sus títulos menos reconocidos a nivel de público, pero que, de cierta manera, aúna los rasgos más reconocibles de su cine.

Un tipo serio (2009) es una de esas películas condenadas a pasar por alto para el público general, pero que, con el paso del tiempo, acaban alzándose como joyas absolutas de la cinematografía. Y, además, con el paso de los años, su mensaje sigue estando más vigente que nunca, especialmente en un momento tan caótico y lleno de incertidumbre como el que vivimos actualmente. El absurdo existencial y el silencio de Dios ante lo que nos acontece es la base narrativa de este filme, que sigue la fatídica cotidianeidad de un hombre de mediana edad; una historia tan anodina de primeras como fascinante.

Tráiler de Un tipo serio (2009), de Los Hermanos Coen

La película fue estrenada el 2 de octubre de 2009 en las salas de cine de Estados Unidos, cosechando numerosos premios, principalmente en la esfera independiente. No obstante, la película también se hizo con un hueco en el mainstream, logrando dos nominaciones (Mejor Película y Mejor Guion Original) en los Óscars de aquel año. Con un presupuesto de tan solo 7 millones de dólares, acabó recaudando algo más de 30 millones de dólares; algo que dudo que pasase a día de hoy, tal y como estamos respecto a las plataformas de streaming.

Está protagonizada por un increíble Michael Stuhlbarg, contando también con actores de la talla de Richard Kind, Sari Wagner o Fred Melamed, entre otros. Un tipo serio (2009) se encuentra disponible para su visionado en España a través de la plataforma de streaming Filmin. Desconozco dónde se encuentra actualmente en las distintas regiones de Latinoamérica, por lo que, si alguien lo sabe, le agradecería que lo dejase en la caja de los comentarios.

¿Qué está pasando?

“¿Qué está pasando?” es la pregunta que se hace continuamente el personaje de Larry a lo largo del filme. Y es que, aunque él intente entender su existencia de una manera racional y precisa, lo cierto es que está abocado a la incertidumbre. Lo que bien podría tratarse de un drama bergmaniano sobre el silencio de Dios, los Coen le dan la vuelta a modo de comedia. Es una película tan desesperada como liberadora, que sabe entonar con suma inteligencia y desparpajo la neurosis judeocristiana.

Michael Stuhlbarg en Un tipo serio (2009), de Los Hermanos Coen

Ya desde el arranque, vemos una declaración de intenciones por parte de los dos realizadores, al pretender ser lo menos complacientes posibles con su audiencia, a la vez que muestran con mayor avidez sus orígenes e ínfulas vitales. No es una de esas comedias que les hicieron tremendamente famosos en Hollywood, quizás por ser una película desconcertante de primeras. Es en ese desconcierto y su brillantez como guionistas donde los Coen construyen una película sumamente depurada e ingeniosa en sus formas.


No necesitan de grandes parafernalias, ni a nivel formal ni a nivel de fondo, para construir un relato que lleva a su personaje al límite absoluto. Eso es muy propio de su cine, pero en Un tipo serio (2009) lo llevan a sus máximas, haciendo del humor negro el baluarte perfecto para relatar la gran broma que resulta la existencia humana.

A pesar de tratarse de su trabajo más depurado, no desechan la posibilidad de divertirse y darle un tono desenfadado desde el primer minuto. El inicio que vemos es una escena que difiere radicalmente de la estética formal que luego tendrá la película, muy aclaratoria en cierta manera a modo de parábola judía, pero que del mismo modo nos invita a abrazar el absurdo desde el principio de la cinta.

Michael Stuhlbarg

Sin duda que nos encontramos ante el mejor papel de la carrera de Michael Stuhlbarg, quien encarna a la perfección a este arquetipo de judío norteamericano. Es una delicia ver la manera en la que los personajes interactúan entre ellos en las películas de los Coen, donde colocan a los actores en el centro de la acción. De ahí que adquiera una relevancia más que significativa esa coralidad que siempre acaba abriéndose paso en sus películas. El personaje de Larry se nos presenta como el claro personaje principal, pero todos los personajes de los que se ve rodeado adquieren una relevancia casi similar.

Michael Stuhlbarg en Un tipo serio (2009), de Los Hermanos Coen

Richard Kind también está espléndido haciendo del hermano del protagonista, en una interpretación totalmente desgarrada y que protagoniza la que para mí es la escena más desoladora de toda la película. La verdad es que los Coen consiguen con mucho acierto poner el centro en sus personajes, con actores que destacan por su gran presencia escénica.

No he hecho nada malo

Si por alguna razón Un tipo serio (2009) es la película que más me ha entusiasmado de los Coen hasta la fecha, tiene que ver en gran parte por ser la más honesta en sus formas. En muchas ocasiones encuentro partes de su cine como algo muy impostado, haciendo que sea muy difícil que entre en sus códigos.

No obstante, aquí se entremezclan tanto los formidables diálogos y la comedia negra que tanto les caracteriza, con un trasfondo y una construcción de los personajes que enamoran desde la sencillez absoluta. Por poner un ejemplo tonto pero que creo que es bastante ilustrativo, es como cuando Nolan hizo Dunkerque (2017); una película extraordinaria, hecha por un director que normalmente hace cine desde su ego desmedido. No quiero decir que los Coen pequen de ego en el resto de su obra, pero sí que hay cierto artificio con el que chocas y que aquí se viene abajo gracias a la honestidad con la que se concibe el relato.

Conclusión:

Un tipo serio (2009) es de esas películas que se quedan incrustadas en la memoria para siempre, las cuales te hacen reflexionar sobre tu propia existencia. A base del humor situacional y negro de los Coen, la película consigue emocionarnos y hacernos reír a carcajadas de lo absurdo que es la vida. Al igual que Larry, no queda otra que aceptar el misterio y dejar de tratar de darle sentido a lo que no lo tiene.


Si estáis pasando por un momento difícil en vuestras vidas, os recomiendo encarecidamente poneros esta película; ya que consigue que, por unos instantes, dejemos de tomarnos demasiado en serio a nosotros mismos y a ciertas circunstancias que no podemos controlar. Puede que para algunos pueda ser algo lenta y monótona, pero el gusto que deja al final de su visionado es muy satisfactorio; sobre todo cuando la piensas en los días posteriores e incluso la vuelves a ver. En definitiva, una comedia atípica, extraña, pero que es de las que hacen mella en uno y que, sin esperarlo, consiguen emocionarte y hablarte de una manera genuina.

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