Nos seguimos haciendo la peli con Avatar: El camino del agua que nos ha dejado con mucho material para analizar, pero hoy nos focalizamos en el final del filme. Si, necesitamos entender el mensaje que nos deja ese final con la muerte de Neteyam, el hijo mayor de Jake Sully y Neytiri. Se trata de una escena estremecedora, que, sin embargo, recupera uno de los temas principales de la pelÃcula que tiene que ver con la cosmovisión de la vida y la muerte por parte de los Navi´s que nos pone en perspectiva como humanos temerosos de ese traspaso.
Parece que James quiso que nuestra percepción de la desaparición fÃsica se ponga en jaque, o al menos que podamos observarla a diferentes niveles. El nacimiento de Kiri , incluso el regreso del Coronel Quaritch nos hablan de la condición de la vida desde un punto de vista que no es racional.Lo cierto es que el misterioso vÃnculo espiritual del planeta Pandora con sus habitantes deja entrever que Eywa es una entidad viva, sembrando una semilla para las futuras entregas de la saga.
Pandora resulta una fuente de conocimiento primigenio que se manifiesta de diferentes maneras. Jake Sully se integra enteramente al planeta con sus hijos, y el hecho de que termine con la muerte de uno de ellos, nos expone el ciclo completo de la existencia, por duro que sea.
En el final, hay una batalla a mar abierto, entre Miles Quaritch y Jake Sully. Ambos deben su identidad y ADN al implante en un cuerpo Na’vi. Incluso los antagonistas se complementan. La conexión de Pandora es igual con cada una de las criaturas que la habitan y la sostienen, dando un vistaso a la profunda perspectiva sobre el bien y el mal y el posible equilibrio en cualquier ente vivo. Ying, yang.
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