Nos hacemos la peli con Heath Ledger, el actor de Brokeback Mountain y El caballero oscuro y su trágico final tras una sobredosis accidental de medicamentos en 2008, cuando tenía sólo 28 años.

Hoy vamos a centrarnos en lo que ocurrió con el papel que estaba interpretando en la película El imaginario del Doctor Parnassus, Tony. Lo cierto es que la muerte llega de manera inesperada y no avisa como para encontrar soluciones coherentes ante el vacío que deja un ser humano.
Ledger había terminado con la filmación de su penúltimo papel, el que le dió infinito vuelo como el Joker en The Dark Knight, por el que además ganó un Oscar a Mejor Actor.

Al momento de su partida, Ledger, se encontraba inmiscuido en el proyecto de Terry Gilliam, uno de los fundadores del grupo cómico británico Monty Python, pero no había completado ni la mitad del proyecto cuando su cuerpo fue encontrado sin vida en su piso de Nueva York.

Lo cierto es que ante semejante panorama, Gilliam pensó en dejarlo todo, pero el equipo técnico insistió en darle un cierre a la historia aún en memoria de Ledger. “Fue complicado encontrar la solución, porque quería huir de la manipulación digital”, aseguró el director, pero comenzó a montar las imágenes mientras pensaba cómo supliría la ausencia de aquél incomparable intérprete.

Dada la rareza de la trama, pensó que lo mejor era sustituirle por diferentes actores. Entonces cuando el personaje de Ledger salta al mundo de la imaginación a través del espejo mágico fue sustituido por Johnny Depp, Colin Farrell y Jude Law, tres grandes amigos del actor que aceptaron ser parte del proyecto con respeto, e incluso donaron sus ganancias a Matilda, la hija de Heath Ledger y Michelle Williams.

“Su tragedia, aunque suene horrible, terminó mejorando la película” llegó a confesar Terry Gilliam en el Festival de San Sebastian.
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