La Ballena: El Conflicto Entre El Alma y El Cuerpo

Spoilers

El cine es un arte de empatía, lo que significa que, para una película, es de vital importancia que involucre sentimentalmente a la audiencia. Y una vez hecho esto, a veces es mejor no solo hacerle cosquillas al corazón sino también al cerebro de los espectadores. La película de Darren Aronfsky obviamente ha logrado ambas cosas, quien tuvo su debut cinematográfico con una película de bajo presupuesto; "Pi" en 1998, y luego siguió con éxitos como "Requiem para un sueño", "El cisne negro" y "Madre. Las películas de Aronfsky siempre le dan muchísima atención a la condición humana, y hacen que el público considere temas filósificos y psicológicos brutales y absurdos.

"La Ballena" sigue el patrón. Habla de muchas cosas, entre ellas la discriminación hacia los homosexuales y la repulsión hacia los obesos. También habla de la salvación, ya sea desde la religión o desde la conexión con los demás. Es una tragedia que reflexiona sobre la naturaleza fundamental de la existencia humana, que, en esta película, surge de la lucha entre el alma y el cuerpo.

Basada en una obra de Samuel D. Hunter (quien escribió el guión), "La ballena" cuenta la triste historia de un hombre que sufre de obesidad excesiva e insuficiencia cardíaca y que intenta reconectarse con su hija en sus últimos días.

Charlie, interpretado por Brendan Fraser con un traje gordo, es un profesor universitario de escritura que nunca sale de su departamento debido a su obesidad excesiva. Dirige sus clases en línea con la cámara de su computadora portátil desactivada para que los estudiantes no puedan verlo.

Charlie está atrapado: en sus habitaciones, en una vida que se ha descarrilado y, sobre todo, en su propio cuerpo. Siempre fue un tipo grande, pero después del suicidio de su amante, para aliviar su dolor, su alimentación "simplemente se salió de control". Ahora su cuerpo pesa 600 libras y está demasiado hinchado para mover sus extremidades de forma libre. Acostado en el sofá, su vientre abultado podría usarse como una mesa de café. Su presión arterial se está disparando, su corazón está fallando y los simples esfuerzos físicos de ponerse de pie y sentarse requieren un enorme trabajo y asistencia mecánica. Cuando Charlie se da cuenta de que solo le quedan unos días de vida, intenta arreglar su relación con su hija distanciada, Ellie (Sadie Sink), quien jamás perdonó a Charlie por dejarla a ella y a su madre por un hombre.

Charlie es un alma hermosa que vive en un cuerpo repulsivo

Charlie es increíblemente generoso e increíblemente egoísta, cariñoso y difícil de observar. Posee unos ojos adorables, dignos de ser admirados y, sin embargo, su cuerpo con obesidad excesiva causa repulsión. Es una persona amable con los demás, siempre los intenta entender y cree lo mejor de ellos, pero es totalmente cruel consigo mismo. Aronofsky empuja y atrae a la audiencia hacia el interior de esta historia de pena y autodestrucción, sin esfuerzo y engañosamente.

Las películas de Aronofsky se enfocan siempre en personajes obsesivos y ambiciosos que intentan lograr algo por lo que irían más allá y pagarían cualquier precio, incluso si eso significa la autodestrucción. "La ballena" también habla de la autodestrucción, pero la razón no es que el personaje intente lograr algo, sino que es por el dolor y el desprecio por sí mismo.

Cuando Charlie se enamora de otro hombre, deja a su familia y a su hija por su propia felicidad. Pero después de que su novio se suicida, su vida pierde sentido. Todo lo que tiene es pena y arrepentimiento. La única razón para que él esté en este mundo no es él mismo, sino el amor por su hija, la expiación a su hija por el daño que le ha causado al dejar a la familia por un hombre.

Se arrepiente de lo que ha hecho así no tiene que perdonarse a sí mismo. No podía vivir consigo mismo y para sentirse un poco mejor y olvidarse del dolor, se entregaba a los placeres sensuales y comía mucha comida hasta vomitar. Como resultado, cae en una situación aún peor.

La lucha entre el alma y el cuerpo

La película comienza con Charlie enseñando literatura con su voz tranquila y encantadora, se lo muestra como una persona espiritual y conmovedora, pero en la siguiente escena, se entrega a los deseos y se masturba viendo porno gay.

Es gracias a una escritura impresionante y una dirección magistral que la audiencia puede empatizar con un personaje repulsivo, que tiene obesidad excesiva y se masturba hasta morir de un paro cardíaco justo al comienzo de la película.

"Lo que realmente me encanta del cine es que fomenta la práctica de la empatía y que puedes ver una película sobre cualquier persona en el mundo, y si es una representación honesta y veraz, te hace sentir parte de su vida, parte de su contexto. Porque todos somos humanos”, dijo Darren Aronofsky.

En las luchas de la humanidad, puede que no suframos tanto como Charlie, pero una vez que somos parte de su vida, somos capaces de sentir su dolor. Todos hemos estado en esa situación. Todos hemos hecho cosas de las que nos arrepentimos, y todos, en cierta medida, hemos pasado por una depresión. Es una situación en la que nadie quiere permanecer, especialmente cuando se siente el desprecio por uno mismo. Si ni siquiera eres capaz de vivir contigo mismo ¿Cómo puedes vivir? Al igual que Charlie, solemos escapar del dolor satisfaciéndonos a nosotros mismos, ya sea a través de la comida, los placeres sensuales, el consumo excesivo de alcohol o las drogas. Para sentirnos mejor, le hacemos daño a nuestro cuerpo intenando liberar el sufrimiento de nuestro espíritu.

El cuerpo es la jaula del alma

El director de fotografía de Aronofsky desde hace mucho tiempo, Matthew Libatique, iluminó el departamento de Charlie de una manera tan implacablemente oscura y tenue para indicar el dolor que lo oprime. Charlie ha quedado atrapado dentro de la casa oscura, también dentro de su enorme cuerpo.

Con la metáfora de que el cuerpo es la jaula del alma, el director finalmente demuestra la sublimación espiritual de Charlie de una manera surrealista en la escena final. Charlie finalmente se libera de la atadura del cuerpo y vuela, lo que también predice su muerte física. A medida que su cuerpo muere, se libera de su esclavitud y se salva espiritualmente.

Salvación

La película no respalda la salvación de la religión. De hecho, considera que las personas religiosas juzgan demasiado a las personas. Una vez que las personas creen que han encontrado la verdad sobre la vida, comienzan a pensar que ellos son mejores que los demás y también actúan como superiores a los demás. Tratan a las personas que creen en otras cosas como almas perdidas que necesitan ser salvadas.

Si la religión te hace juzgar a las personas en lugar de comprenderlas, tal vez esa religión simplemente no sea la verdad sobre la existencia humana y definitivamente no sea la salida.

"No me interesa la salvación", esa es la respuesta que Charlie le da al jóven misionero que intenta convencer a Charlie de que solo Dios puede salvar a Charlie de su cuerpo excesivamente obeso y darle uno mejor.

En la película, parece que todo lo que la religión ha hecho es dañar a las personas. El novio de Charlie se suicidó por el abandono y juicio de su propia creencia cristiana. El joven misionero intenta salvar a Charlie diciéndole cosas críticas sobre el pecado de ser gay. El joven misionero ni siquiera puede salvarse a sí mismo ya que roba en la iglesia y se escapa de su casa por temor a que lo atrapen. A la larga, quien lo salva es la hija de Charlie que habla y actúa con maldad todo el tiempo. ¡Qué ironía!

No creo que el director trate de juzgar a Dios, sino que habla de la religión, que en realidad se ha desviado de su creencia original y se ha convertido en una especie de tiranía.

¿Se pueden salvar las personas las unas a las otras?

"No creo que nadie pueda salvar a nadie", dijo Liz, la enfermera de la casa de Charlie que lo ha estado cuidando.

"A la gente le cuesta no preocuparse". "La gente es increíble", respondió Charlie.

El amor desinteresado y el cuidado incesante de Liz por Charlie conmueve. Charlie y Liz comparten el profundo recuerdo de la misma persona, el hermano de Liz, el amante de Charlie. Ella ama profundamente a Charlie, pero comprende la elección de Charlie de morir, por lo que acepta dejarlo ir, ya que el mundo es demasiado duro para él y la muerte es una especie de liberación.

La única interacción de Charlie con su ex esposa Mary también es muy conmovedora. Al mirar a su ex marido enfermo y excesivamente obeso, Mary siente pena por él. Ella se acuesta en el pecho de Charlie y escucha el latido palpitante del corazón moribundo de Charlie. Ambos intentan recordar sus día felices de familia en la playa. Solían amarse.

"Solo quiero que una cosa se haga bien en mi vida". Charlie quiere que su hija vuelva a ser feliz, antes de que él muera. Quiere salvar a su hija de hundirse en una vida de odio por su culpa. Su vida ya está arruinada. No quiere ser quien le arruine la vida a su hija.

Las personas tienden a creer cosas después de lo que les sucedió en la vida. Ellie cree que las personas son malas y se muestra hostil desde que su padre la abandonó a los 8 años.

Charlie continúa leyendo el ensayo de su hija porque ve el amor hacia él, ese es el único momento en el que puede escapar del dolor, la depresión y el desprecio por sí mismo. Él cree que todavía hay bondad en su hija. Cuando Charlie está a punto de morir, le pide a Ellie que le lea su ensayo una vez más. Ellie se asusta y se marcha.

Cuando Ellie abre la puerta, la luz brilla en su rostro. Ellie ha estado en la oscuridad todo el tiempo de la película, y en este último momento, la luz que brilla en su rostro solo refleja el cambio en su mente. En este momento siente realmente el amor de su padre y su remordimiento por ella. Decide no escapar sino perdonar y ayudar a su padre.

Cuando Ellie le lee el artículo a su padre, Charlie siente que una enorme fuerza espiritual atraviesa el gran cuerpo físico que lo limita, y se pone de pie.

Ellie también se salva gracias a sus palabras escritas. Recuerda el momento en el que escribió esas palabras, el momento en que aún podía confiar en los demás, cuando aún podía sentir felicidad y alegría, y cuando aún podía amar a su padre desinteresadamente.

Tal vez, incluso en los peores momentos, las personas aún puedan salvarse entre sí.

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