¡Shazam! La furia de los dioses: una secuela terrible

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¿Te emociona la secuela de Shazam? Bueno, es posible que desees retrasar la compra de ese boleto de cine. En este artículo, nos sumergimos en los aspectos decepcionantes de la película, desde la falta de enfoque y dirección hasta las tramas secundarias forzadas y el humor inmaduro. Si seguís leyendo descubrirás por qué esta película de superhéroes no está a la altura de su potencial y lo que se podría haber hecho de manera diferente para cerrar la brecha generacional entre padres e hijos.

Es terrible, solo admitilo.

¿Por qué DC no puede dejar de desperdiciar potencial? El primer Shazam fue una gran sorpresa ya que hizo un gran trabajo combinando comedia, acción y drama familiar. Exploró temas comunes como la cultura pop, la responsabilidad y la fe de una manera interesante e inspiradora. Cuando la secuela fue lanzada, no la vi inmediatamente, pero si hubiera sabido que sería tan horrible, ni siquiera me habría arriesgado.

Se supone que es genial.

Supongo que la mejor parte del Shazam original es el contraste entre el niño que cambiará inmediatamente a la versión adulta de sí mismo al invocar el hechizo mágico, "Shazam".

Billy solía ser un chico pobre con un pasado miserable. Es súper optimista, y mantiene su carácter divertido y su disposición adolescente juguetona cuando cambia a Shazam. A diferencia de otros héroes con identidades alternativas como Batman o Spider-Man, Shazam-Billy es más un Billy mejorado que el lado diferente de Billy. No usa una máscara ni conduce un avatar para interpretar una personalidad diferente. Sigue siendo él mismo con una apariencia diferente, además de que esa apariencia adquiere superpoderes a la vez que asume responsabilidades. Tiene que “actuar” como un hombre adulto, mientras todavía habla y piensa como un niño. Debería haber mucha química cuando él trata con las crisis y las relaciones, pero la secuela simplemente perdió la magia debido a la confusión en el estilo de dirección, la falta de enfoque y orientación adecuada.

La dirección apesta.

La secuela podría haber sido una historia simple con la que podamos sentarnos y entretenernos fácilmente. Eso es lo mínimo que debe y puede ofrecer una película de superhéroes. Sin embargo, la película resulta ser una decepción porque trata de hacer malabarismos con demasiadas subtramas y personajes, y no tiene sentido. Quiero decir, estas tramas secundarias pueden ser buenas historias independientes, ¿por qué tienen que estar todas juntas? Como consecuencia, ninguna termina de estar completamente desarrollada.

Una parte del humor es forzado y extraño, como por ejemplo cuando Jovan tiene que responder que es gay cuando simplemente se le pide que confiese su identidad de superhéroe; o por otro lado, la inmadurez de Daria para robar los gatitos de las víctimas antes de rescatarlos. Esto no es gracioso y es un mal modelo para los niños.

Por otro lado, la relación de Freddy con Anthea fue encantadora, y definitivamente me gustaría saber más sobre ellos, pero no en esta secuela. Son personajes secundarios pero su presencia eclipsa a Billy y Shazam. Al hacerlo, puede desorientar a la audiencia, dado que es confuso darse cuenta quién es el protagonista de la historia. Lo que más me molesta es que la trama secundaria de Freddy no tiene nada que ver con Billy. Cuando su romance con Anthea llega al clímax, Billy parece ser redundante, y la última parte de la historia se vuelve plana y aburrida.

Si no es buena, es mala.

Sé que la mayoría de las secuelas son decepcionantes debido a las altas expectativas de los fans. El hecho es que si una secuela no es lo suficientemente buena para ser una secuela, preferirías no hacerla, ¿no? Los creadores de una secuela naturalmente asumen la responsabilidad de hacerla satisfactoria, ya que deben saber que los fanáticos existentes apreciarán la primera e irán al cine a pagar por ella.

Los padres y los niños pueden ser a quienes más decepcione la película, ya que seguramente esperen algo más que entretenimiento. Todos los niños pueden estar locos por los superpoderes, y la mayoría de los niños que conozco, simplemente odian a los adultos cuando los tratan como niños ingenuos. Por el contrario, los padres sienten que su trabajo es cuidar a los niños simplemente como niños, y les resulta difícil encontrar un buen enfoque que pueda sacar lo mejor de ambos roles. Hasta cierto punto, pueden tener muchas cosas en común, como compartir las mismas emociones, por ejemplo amar a un gato o emocionarse con las comidas favoritas; y ambos pueden sentir el vínculo familiar y la responsabilidad de proteger o apoyarse entre sí. Entonces, aunque estén en una posición diferente, ambos pueden sentirse tristes o heridos porque tienen una conexión.

Shazam podría haber sido el puente perfecto entre padres e hijos, solo si la película hubiera profundizado un poco más en el tema de la familia, o en el proceso de crecimiento, en lugar de perder el tiempo con chistes tontos que pueden verse en cualquier lugar.

Hagamos desaparecer a las películas pochocleras para que el cine vuelva a ser grandioso.

Es fundamental innovar el humor y quizás un nuevo estilo en la secuela. Técnicamente hablando, repetir chistes caducados es un insulto al aficionado.

Simplemente no se puede forzar una subtrama que no encaja.

Siempre es divertido saber más sobre la mitología y la sabiduría tradicional, pero no puede ser meramente información sin profundidad ni adaptación suficiente.

Una secuela puede tener cierta ambición, pero a veces es mejor no preocuparse por ella.