La crisis hipotecaria del año 2008 fue llevada a la pantalla en numerosas ocasiones, en documentales como Trabajo incógnito, en el docudrama de la plataforma HBO titulado Too Big to Fail o en la película El precio de la codicia. Todos presentan esta crisis desde diferentes perspectivas y ofrecen una visión exhaustiva. Por su parte, la película La gran apuesta brinda un enfoque fresco y muestra cómo algunas personas con conocimientos sobre los problemas centrales se enfrentaron a la mayoría y ganaron a través de cuotas asimétricas y compensaciones en medio de la crisis.
La película introduce cuatro tipos de vendedores en corto. El primero es Michael Burry, el excéntrico gerente de Scion Capital; el segundo es Greg Lippmann, un astuto vendedor de Deutsche Bank; el tercero es Steve Eisman de FrontPoint Partners LLC ( bajo el nombre de Mark Baum en la película) y el cuarto tipo está formado por Jamie, Charlie y Ben de Cornwall Capital.

Con una visión afilada, estos vendedores en corto atraviesan la crisis que involucra a gobiernos, bancos e incluso strippers, identifican los problemas y orquestan una gran apuesta.
Si luego de ver La gran apuesta, todavía no entiendes las causas de esta crisis, aquí intentaré explicar la historia de una forma fácil de entender.
Imagina que, a pesar de estar desempleado y tener pocos ahorros, quieres comprar una casa de 1 millón de dólares en los Estados Unidos en el año 2001. ¿Hubieras podido hacerlo? Para tu sorpresa, sí hubieras podido hacerlo. Sin casi ningún requerimiento más que tu nombre y detalles de tu cuenta, los bancos estadounidenses y otras instituciones crediticias te hubieran prestado el millón de dólares. En otras palabras, hubieras podido comprar una casa sin pagar un solo centavo.
Estos préstamos otorgados por bancos o compañías crediticias se denominan hipotecas para la vivienda. Durante los próximos 20 o 30 años, vives en la casa y le pagas al banco. Sin embargo, los bancos estadounidenses no quieren esperar dos décadas para recuperar los fondos prestados. Entonces, juntan estos préstamos en valores respaldados por hipotecas (MBS) y los venden a otras instituciones financieras.
¿Qué significa esto? Por ejemplo, imagina que el Banco A presta un total de 10 millones de dólares a diez clientes para comprar casas. Ahora, el Banco A tiene 15 millones de dólares (junto con los intereses) en activos de hipotecas, pero le llevará 20 años recuperar el monto total. Sin embargo, el Banco A no quiere esperar ese tiempo, por lo que vende estos activos a otra institución financiera, el Banco B, en forma de valores respaldados por hipotecas (MBS), posiblemente por 11 millones de dólares (precio determinado por las tasas de mercado vigentes). Para el Banco B, intercambiar 11 millones de dólares por 15 millones de dólares en flujos de efectivo 20 años después, es un buen trato. El Banco A obtiene una ganancia rápida de 1 millón de dólares.

Ahora, ¿qué sucede si los prestatarios no tienen empleo y no pueden pagar?, ¿cómo pueden vender estos MBS a financieras profesionales? Para eso, los banqueros inventaron las obligaciones de deuda garantizada (CDO), que se dividen en productos prioritarios, mezzanine y subordinados según el riesgo de incumplimiento. Estos se venden a inversores con diferentes preferencias de riesgo. Para tranquilizar a los compradores de la parte subordinada, los bancos de inversión trajeron a las compañías de garantía para brindar seguridad para todo el producto CDO. Estas compañías pagaban una prima anual y compensaban a los inversores, al actuar como un seguro en caso de incumplimiento.
¿Por qué las compañías de seguros aceptaron este acuerdo? Los bancos de inversión formularon modelos matemáticos para demostrar el bajo riesgo de los activos diversificados. Además, si algunos prestatarios no pudieran pagar sus hipotecas, las casas eran embargadas y vendidas en subasta, con pérdidas mínimas. La posibilidad de un incumplimiento generalizado se consideraba improbable. Cada banco de inversión se suscribió a una parte de sus propios valores subordinados emitidos. Las agencias de calificación como Standard & Poor's y Moody's también respaldaron los MBS, porque el riesgo general era mínimo.
Sin incumplimientos, el juego podía continuar. Sin embargo, al aumentar el número de prestatarios incapaces de pagar, la estructura financiera se quebró. Los préstamos inferiores se pudieron recuperar y los bonos colapsaron. En ese momento, quien tenía más CDO sufrió un colapso, como Lehman Brothers. Por otro lado, los incumplimientos de préstamos produjeron la incautación de viviendas y subastas y aumentaron la oferta de viviendas por la baja de precios. Aquellos que planeaban pagar sus préstamos se contuvieron, porque sus casas cayeron por debajo del precio de compra. Así, los bancos recuperaron las casas y reingresaron al mercado, al reducir aún más los precios. El resultado final fue un colapso inmobiliario, que dejó a innumerables personas sin hogar.

La presencia de los principales bancos de inversión de Wall Street en la distribución de MBS convirtió a la crisis hipotecaria en una catástrofe financiera que devastó Wall Street y los mercados financieros globales. A través del mercado de derivados financieros, las instituciones financieras (como Citigroup, Merrill Lynch, Goldman Sachs, Lehman Brothers, Bear Stearns, Morgan Stanley, JPMorgan Chase) propagaron la crisis desde el mercado inmobiliario estadounidense al mundo entero. En esta cadena, ¿cuál es el eslabón más importante? la solvencia de los prestatarios.
¿Pueden pagar los préstamos hipotecarios que se reembolsarían a inversores globales a través de los bancos?
En la película, el Dr. Burry descubre que el 50% de los prestatarios no brindó ninguna documentación. Esto significa que menos del 50% brindó pruebas de ingresos, propiedad, puntajes crediticios, entre otros. Para el otro 50%, los bancos desconocían su situación crediticia. Esto quiere decir que la mitad de estos prestatarios podrían no tener la capacidad de pagar.
Para el año 2006, el 90% de los productos de CDO de hipotecas en EE. UU. consistía en préstamos hipotecarios calificados como BB y B. Los prestatarios con calificaciones A y AA representaron un porcentaje menor al 10%. Sin embargo, las calificaciones generales de los productos seguían siendo AA y AAA. El mercado financiero los consideró libres de cualquier riesgo.

¿Pero por qué las agencias de calificación otorgaron calificaciones tan altas a estos CDO?
La película responde a la pregunta: cuando Mark y su equipo confrontan a Standard & Poor's (una de las tres grandes agencias de calificación) con los datos de numerosos MBS sin información de los prestatarios, Standard & Poor's responde que de no calificar a esos MBS como AAA, las compañías simplemente acudirán a Moody's.
En realidad, las agencias de calificación compartían la opinión de los bancos de inversión y las compañías de seguros. Como estos MBS se tratan de casas, las casas pueden ser embargadas y vendidas en caso de imcumplimiento. La inversión está segura a menos que los precios de las casas bajen y genere pérdidas reales. Luego de la Gran Depresión, EE. UU. nunca había sufrido una disminución generalizada de los precios de las viviendas.
Sin embargo, el evento del cisne negro se materializó.
A mediados del año 2004, Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, aumentó las tasas de interés para combatir la inflación. Los precios de las viviendas en EE. UU. comenzaron a disminuir en el año 2006. Fue la caída en los precios de viviendas lo que encendió la crisis hipotecaria. Por eso, una multitud de MBS enfrentaron incumplimientos, que produjo pérdidas masivas para los inversores de todo el mundo: gobiernos, bancos, pensiones, fondos de cobertura, entre otros. La crisis hipotecaria se propagó velozmente desde los Estados Unidos a todo el mundo.

En abril de 2007, New Century Financial, un prestamista hipotecario, declaró la quiebra. Unos meses después, Bear Stearns, uno de los cinco bancos de inversión más grandes, cerró dos fondos de cobertura debido a grandes pérdidas. Esto fue seguido por el colapso del mercado de valores.
El clímax de toda la película ocurrió en septiembre del año 2008, cuando Lehman Brothers, uno de los cinco bancos de inversión más importantes, se declaró en bancarrota. Millones de estadounidenses fueron desalojados de sus hogares porque no podían pagar sus préstamos, mientras que otros millones perdieron sus empleos.
Por otro lado, los cuatro tipos de vendedores en corto de La gran apuesta obtuvieron una ganancia sustancial durante la crisis al vender en corto MBS antes de que todo explote.
La industria de los fondos de cobertura es emocionante y la venta en corto apasionante, porque cuando los precios del mercado caen, todos se apresuran a vender y nadie presta sus activos. Pero cuando los precios del mercado suben, puedes pedir prestados activos. Por eso, la venta en corto va en contra de la tendencia del mercado. Si ganas significa que le ganas al mercado.
La película también representa noticias sociales del mismo período para reflejar que las personas desconocían el desastre inminente.
Mark Twain una vez dijo: 'Lo que no sabes no es lo que te mete en problemas. Es lo que piensas que sabes pero no es cierto lo que te mete en problemas'.
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