La película El gran hotel Budapest se estrenó en el año 2014 y marcó el ascenso a la fama del director Wes Anderson.
Antes de ascender a la fama, Wes Anderson era conocido por su estilo artístico único, ya sea por la construcción de mundos retro, por los colores saturados con composiciones simétricas o por el humor mordaz y entregas mecánicas, todos elementos muy admirados.
En El gran hotel Budapest, estos rasgos personales alcanzaron su punto máximo y lo impulsaron a convertirse en un cineasta galardonado que equilibra aspectos comerciales y artísticos.
Sin embargo, las películas La crónica francesa e Isla de perros fueron recibidas con incredulidad por parte de los jurados y críticos.
¿Por qué la reputación de Wes Anderson ha sufrido en los últimos tiempos? Analicemos su reciente película Asteroid City para descubrirlo.
Una estructura narrativa refinada permanece intacta
Asteroid City empieza con una escena de un programa de televisión en blanco y negro, donde el presentador explica que se trata de un documental detrás de escena sobre la obra de teatro titulada Asteroid City. Luego, la cámara se enfoca en el dramaturgo inmerso en la creación de Asteroid City.
Los personajes y escenas de la obra se presentan uno a uno. Cuando comienza la función, las imágenes pasan a color.
A lo largo de la película, se presenta un ida y vuelta entre diferentes aspectos, colores (ficción) y blanco y negro (realidad), que segmentan diferentes capas narrativas. Esto recuerda a los espectadores la intención de la película y resaltar su naturaleza ficticia.
Como en sus obras anteriores, Wes Anderson divide la película en diferentes capítulos. En Asteroid City, se adopta la estructura de una obra de teatro con tres actos y varias escenas. La obra dentro de la película se divide en secciones y se retratan los conflictos personales del dramaturgo, el director y los actores fuera del escenario.
Así, la película presenta una obra dentro de una obra y también la interacción compleja entre realidad y ficción.
Wes Anderson declaró en entrevistas que la película explora cómo se crea, observa y realiza la obra de teatro. Como resultado, la interacción entre la obra dentro de la película y la realidad externa es el tema central de Asteroid City. De hecho los mismos personajes luchan por distinguir si son productos de la configuración teatral o sus verdaderos seres.
Los diseños artísticos del set de la película parecen artificiales, que generan una sensación mágica de irrealidad. La película transita entre los bastidores de un teatro y el pueblo del desierto con colores dulces, contrapuestos con el blanco y negro de Nueva York.
En la obra dentro de la película, los personajes entran y salen con torpeza al ser descubiertos. Ogee, el protagonista, enfrenta al director detrás del escenario para cuestionar el significado de una escena en particular. El actor que interpreta a un extraterrestre afirma que se trata de una metáfora de la vida.
Quizás el director Wes Anderson tiene la intención de hipnotizar a la audiencia con diseños escenográficos simples y un tono sin dramatismo, para que entiendan la relación entre drama y realidad.
La filosofía Andersoniana
Wes Anderson admitió que los personaje de sus películas pueden tomar referencias del mundo real y los conceptos dentro de las películas provienen de su filosofía personal.
Asteroid City es descripta como la contemplación poética de Wes Anderson sobre el significado de la vida.
Si bien las películas de Wes Anderson suelen arrancar como comedias, se suelen incluir elementos trágicos. La crónica francesa, Viaje a Darjeeling, entre otras películas, empiezan con la muerte como un tema central. El gran hotel Budapest también usa la muerte como impulsor central de la trama.
Wes Anderson se caracteriza por equilibrar de forma magistral as emociones de los personajes.
Asteroid City sigue esa línea. En medio de lo absurdo de una invasión extraterrestre, Wes Anderson capta a los personajes que buscan calidez. Ogee, el protagonista, quien perdió a su esposa, y Mickey, la protagonista, quien sufrió violencia doméstica, desarrollan una relación. Parecen atrapados, pero sus experiencias los llevan a vivir nuevos comienzos.
Al final, deben regresar a la realidad. Sin embargo, estas experiencias sanan sus heridas internas.
A pesar de lo absurdo de Asteroid City, no se ven individuos vívidos, sino que se presentan personajes y temas predecibles. No podemos empatizar con sus sentimientos, comprender sus secretos o entender sus deseos. Muchas preguntas quedan sin respuesta.
Los personajes sirven como herramientas del director, que ayudan a construir un sueño. El gran número de diálogos crípticos hace que la película parezca que no dijera nada, vacía de contenido y reducida a la forma.
La estética imitable
En los últimos años, con el auge de las imágenes generadas por inteligencia artifical en aplicaciones móviles, la estética de Wes Anderson es muy fácil de imitar. Incluso se volvió un estilo influencer muy reconocible para aquellos que no ven películas.
En las redes sociales como TikTok e Instagram, los usuarios hacen uso de composiciones simétricas, colores saturados y actuaciones excéntricas, con música retro. Sus videos cortos con este estilo se volvieron muy populares.
En conclusión, el director Wes Anderson ha pagado el precio por ello. Su estilo único es tan cautivante que incluso él mismo se volvió víctima de él.
Esta repetición puede verse como una falta de progreso en su estilo durante los últimos años, por lo que sus películas cada vez se parecen más y llevan a un dilema de autoreplicación. La estética visual eclipsa al contenido y no se transmiten emociones en la película.
En los últimos años, Wes Anderson hace un uso excesivo de este estilo. En Asteroid City, las narrativas complejas y el énfasis en la forma deja de lado la emoción en la película y solo prevalece el diseño artístico.
Si Wes Anderson continúa con el mismo estilo de hacer películas, podría perderse en el laberinto que él mismo construyó y se desconectará por completo de la audiencia.
Desde la película Isla de perros, Wes Anderson se ve estancado en su propio estilo repetitivo. Sin un enfoque fresco, solo queda la fatiga estética.
¡Comparte lo que piensas!
Sé la primera persona en comenzar una conversación.