Medicina letal y Dopesick: ¿Por qué tanta obsesión con la medicación para el dolor?

Spoilers

La serie Medicina letal se estrenó oficialmente el 10 de agosto. La serie fue producida por Netflix y adaptada del informe de investigación Pain Killer: An Empire of Deceit and the Origin of America's Opioid Epidemic.

Medicina letal profundiza en la crisis de los opioides dada por el uso indebido de OxyContin, un analgésico recetado, en todo Estados Unidos. La aclamada serie de 2021, Dopesick, también se basó en este hecho, lo que generó grandes debates.

A pesar de afirmarse como un elixir para el alivio del dolor, ¿por qué se convirtió en un veneno para toda la nación? Quizás no se explota solo el dolor físico, sino también los dolores sociales más profundos.

I


Barry Meier fue el primer periodista en captar la atención de la audiencia estadounidense sobre el abuso de OxyContin.

NY Times' Barry Meier: 'I Hope to Never Hear About Nxivm Again' - Frank  Report

Veinte años atrás, un editor de The New York Times escuchó una historia de un amigo farmacéutico y se la transmitió a Barry Meier, quien en ese momento trabajaba en la sala de redacción:

Existe un nuevo analgésico recetado llamado OxyContin, y los representantes farmacéuticos del fabricante exponen ante médicos y farmacéuticos que este medicamento usa una fórmula de liberación prolongada, lo que lo hace mucho menos propenso a ser adictivo en comparación con los analgésicos tradicionales.

El problema es que OxyContin se convirtió en la droga más popular. Este fue el primer encuentro de Meier con el OxyContin y en ese momento no sabía nada sobre la adicción a las drogas ni el tratamiento del dolor.

Meier, un experimentado periodista de investigación había expuesto los riesgos asociados con diversos medicamentos y productos médicos. En el año 2017, formó parte del equipo de The New York Times que ganó el Premio Pulitzer de Periodismo Internacional.

En el año 2001, Meier inició su investigación sobre la adicción al OxyContin, y para el año 2003, su informe de investigación se volvió un libro. Sin embargo, en ese momento, este problema no logró captar a los estadounidenses y las ventas del libro se desplomaron tras su lanzamiento.

Meier creyó que esto se debía a que la locura del abuso de drogas había disminuido y la crisis estaba terminando.

Sin embargo, veinte años más tarde, la crisis de drogas en Estados Unidos emeporó. En el año 2017, el entonces presidente Trump declaró una emergencia de salud pública como respuesta al problema de abuso de opioides. Hasta el año 2021, aproximadamente 250,000 personas en todo Estados Unidos murieron por sobredosis de drogas y analgésicos prescritos por médicos. Entre estos medicamentos legales, OxyContin fue el más vendido.

La pregunta que persiste es: ¿por qué los medicamentos recetados se convirtieron en un veneno que devastó toda la nación?

II

OxyContin es un analgésico opioide desarrollado por Purdue Pharma en Estados Unidos y aprobado para su uso en el año 1995.

A simple vista es una pequeña tableta blanca del tamaño de una uña, pero contiene ingredientes narcóticos potentes que lo vuelven altamente adictivo. Se le ha descrito como un arma nuclear en el arsenal de narcóticos puros. Purdue Pharma incluso obtuvo la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y afirmó que este medicamento tenía una tasa de riesgo de adicción inferior al 1%. Purdue también se aprovechó del impulso de la comunidad médica hacia un mejor manejo del dolor. Las personas siempre le tienen miedo al dolor, y en las décadas de 1970 y 1980, hubo un movimiento transformador en la medicina occidental que instaba a un mejor tratamiento del dolor.

Solo en Estados Unidos, millones de pacientes sufrían de dolor crónico, con algunas estimaciones en decenas de millones. OxyContin se convirtió en el arma elegida en la llamada guerra contra el dolor, y Purdue Pharma proporcionó apoyo financiero a médicos como Russell Portenoy, al alentarlos a difundir la idea de que los opioides eran seguros, incluso en grandes dosis. Sin embargo, la investigación de Barry Meier reveló que estos estudios eran defectuosos.

Algunos médicos cedieron a los pedidos de sus pacientes y recetaron dosis adictivas con el fin de ayudarlos, sin saber que volvía adictos a sus pacientes.

III

Esta serie no solo trata sobre medicina y negocios, sino que nos sumerge en el espíritu de la época y la naturaleza humana detrás de la ola de drogas para también mostrar diversos dolores sociales.

Cuando estalló la crisis, Meier preguntó: ¿por qué OxyContin inundó el mercado tan rápidamente?, ¿quiénes abusan de este medicamento?, ¿por qué se volvieron adictos?, ¿alguien los ayudó?.

A través de su investigación, vio ciudades empobrecidas, abandonadas y asoladas por el crimen: trabajadores con dolor que consumían analgésicos como caramelos. Cuando fueron reemplazados por máquinas, se vieron arrastrados al desempleo, el alcoholismo y la adicción a las drogas. El paquete de recursos de Purdue Pharma incluía a numerosas celebridades políticas, como un exalcalde de la ciudad de Nueva York, quienes usaban sus considerables recursos políticos para trabajar en favor de Purdue.

Meier finalmente descubrió la misteriosa familia Sackler detrás de Purdue Pharma. La familia Sackler lucraba con este medicamento. En el año 2000, cuando OxyContin estaba en su apogeo, las ventas anuales de Purdue alcanzaron los 1000 millones de dólares, catapultando a la familia Sackler a la lista de familias ricas de Estados Unidos.

Irónicamente, mientras la familia Sackler se beneficiaba con la venta de pastillas venenosas, también donaba su dinero a museos, galerías y escuelas de medicina. De esta manera, el nombre Sackler quedó asociado a prestigiosas instituciones como el Museo Metropolitano de Arte, el Louvre y el Museo Británico.

IV

La artista fotográfica Nan Goldin también fue víctima de OxyContin. Luego de superar su adicción, lideró una serie de protestas contra la familia Sackler y produjo la película La belleza y el dolor. Este documental fue nominado a los Premios de la Academia en el año 2023.

Estas historias nos llevan a reflexionar sobre la superstición tecnológica y los deseos humanos detrás del dolor corporal: creer que cualquier síntoma se puede aliviar con una pastilla, buscar la gratificación instantánea y una mayor estimulación. Se evita el sufrimiento y no se quiere enfrentar y resolver el dolor, lo que conduce a una adicción cada vez más profunda.

OxyContin no es el primer medicamento del que se abusa. De hecho, la historia de los narcóticos es una historia de búsqueda continua del medicamento milagroso que alivie el dolor sin causar adicción, pero se falla una y otra vez en hallarlo.

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