Siempre me pregunté por qué prefiero sentarme a ver películas de terror, incluso series. Desde pequeña consumo terror.
Yo creo que todo empezó -aunque suene un poco tonto- con "Scooby Doo" tratando de resolver casos sobrenaturales; luego el dibujo animado "Coraje, el perro cobarde" (que, por cierto, no tenía nada de cobarde) defendiendo a su familia de una cantidad infinita de monstruos capítulo tras capítulo.
Más adelante descubrí las series "Los cuentos de la Cripta", "Escalofríos" y "Le temes a la oscuridad". Esas ya no eran dibujitos animados, ya era algo real para un público joven. Recuerdo estar sentada en las tardes después de la escuela, tomando la merienda y difrutando ese tipo de programas. Realmente los disfrutaba. El terror de los años 80 y 90 es el mejor, en mi opionión. Luego, crecí y empezó mi amor por las películas de terror.
Haciendo memoria, la primera que me llega sobre el terror es la película "Candyman". La imagen del hombre que abre su sobretodo y revela una caja torácica llena de abejas, es algo que todavía no puedo olvidar. También trasladé el terror a la vida real cuando, en el baño de la escuela, un grupo de amigas y yo, paradas frente al espejo y con la luz apagada, decíamos "Candyman, Candyman, Candyman" y salíamos corriendo y gritando. Esa adrenalina, sí. Eso dicen que libera nuestro cerebro al ver terror. Una sensación adictiva que para mí tiene varios nombres: Freddy, Jason, Mike Myers, Demonio/Creeper y no olvidemos al rey del terror: Stephen King, de quien se hicieron muchas (demasiadas, pero nunca suficientes) adaptaciones en el cine.
Con el tiempo me gustaban mucho y sólo veia películas de terror sobre posesiones, comenzando con la inigualable "El exorcista", película que a pesar de ser de los años 70's genera un miedo que pocas generaron, a pesar de que las actuales tienen mejores efectos, calidad, etc. Luego, abrí mis horizontes y seguí por el cine de slasher (las sangrientas), el terror psicológico, de asesinos en serie, de monstruos y hasta películas animadas. También veo series de televisión de casos reales, ya que si hay algo que me enseñó mi mamá desde que era pequeña es que "no hay que tenerle miedo a los muertos, sino a los vivos". Y efectivamente, las personas pueden hacer cosas peores que cualquier monstruo de película de terror.
Volviendo a la pregunta inicial, y para ir finalizando, el terror genera una sensación de alerta y placer ya que la ciencia dice que se libera serotonina, llamada "la hormona de la felicidad". Y eso quizás explique por qué disfrutamos ver películas de terror.
Basada en mi experiencia, yo llegué a la conclusión de que ver, leer y escuchar terror, me traslada a un lugar seguro: a los años 90, sentada en mi mesa a las 5 de la tarde, tomando la leche con galletitas. La mejor sensación del mundo.
¡Comparte lo que piensas!
Sé la primera persona en comenzar una conversación.