Con guión de Ian McEwan, basada en su propia novela "Chesil beach", "En la playa de Chesil" sigue fielmente a los dos personajes del libro, Edward (Billy Howle) y Florence (Saoirse Ronan) en diferentes momentos de su vida. El presente se desarrolla en un hotel, a orillas de la playa de Chesil: un espacio alargado, sin final y sin gente, pedregoso.
Los momentos puntuales de la acción irán conduciendo la narrativa hacia flashbacks (recuerdos de los personajes) que desvelan cómo se conocieron y porqué han llegado al matrimonio. El espacio de la playa, como el propio hotel (que incluye una secuencia cómica, la de la cena en la habitación, donde ambos, aunque lo desean, no pueden desprenderse de la presencia de los camareros) son metáforas de una situación de tensión, que obliga a la pareja a resolver su conflicto por ellos solos.
La playa también será el escenario de la escena climática, la de la ruptura de la pareja, tras la noche de novios, debido a la incapacidad de Florence de mantener relaciones sexuales. La secuencia, muy bien rodada, descarga una tensión contenida a lo largo del metraje, pero se acompaña de un espacio desolador, el de la playa, que en vez de dar libertad a los personajes les aprisiona (la falta de escapatoria a ambos lados, ya que la playa parece no tener ni comienzo ni fin, como la presencia del mar enfrente).
Poco antes de esa ruptura, Edward y Florence tratan de hacer el amor. Los nervios y la falta de experiencia no ayudan. Florence se tumba en la cama, sin taparse, con el vestido. Él le quita la ropa interior. Después él se desnuda de mitad hacia abajo. Hablan, ella trata de distraerse pidiendo a Edward que le cuente cosas. Finalmente, cuando él trata de penetrarla, no puede controlarse y tiene un orgasmo, desprendiendo el semen sobre la pierna de ella. La consecuencia de este encuentro, en cierta forma se vaticina en los diferentes flashbacks.
Edward es de clase obrera, con una madre que ha perdido la razón. Cuando consigue la graduación y es admitido en la universidad, nadie de su casa se alegra por la noticia. Florence es de familia media. El film remarca claramente su miedo al sexo. Ella se evade de ese miedo yendo al cine, reuniéndose en organizaciones antimilitaristas o tocando el violín con su cuarteto. El encuentro con Edward se entiende como un enamoramiento verdadero. Por ello, Florence se reta a sí misma para vencer sus miedos. Resulta importante la escena donde Edwards va al cine con ella. A su alrededor, en los asientos próximos, todas las parejas se besan. Pero cuando Edwards trata de tocar la pierna de Florence ella reacciona violentamente. Dominic Cooke coloca filtros que alejan a Florence de la realidad, de aquello que finalmente deberá afrontar si quiere tener una relación estable con Edwards.
La tragedia de esta relación se confirmará en la secuencia final. Ambos ya mayores se encuentran nuevamente en un concierto. Se miran. Se saben que se aman. Saben que la decisión que tomaron en la playa fue un error.



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