A diez años del estreno de "About Time"

Microcrítica de “About Time” - 2013

por Gastón Siriczman

A diez años de su estreno, volví a ver About Time.
Para mí también pasaron diez años, soy diez años más viejo y eso me cambió el punto de vista. Al momento de su estreno me identificaba más con el protagonista, ahora me es imposible no ponerme en el lugar de su padre. Cosas del tiempo, que de eso se trata todo.
Desde Hamlet sabemos que el fin último del arte es presentarle un espejo a la humanidad. El cine no debería tener el propósito de cambiarnos la vida o dejarnos algún tipo de enseñanza, que las moralejas queden para las fábulas. El buen cine se limita a eso, a enfrentarnos a nuestro reflejo, como individuos, como sociedad.
Sin embargo puede haber excepciones y, cada tanto, aparecen películas que tal vez nos dejen alguna enseñanza, y About Time es una de ellas.

Desde el principio sabemos que tanto el protagonista como su padre (dupla entrañable de Domhnall Gleeson y Bill Nighy) tienen el poder de viajar por el tiempo. ¿Y para qué usan ese poder? Para tratar de disfrutar de una buena vida, para tratar de encontrar el amor, para que sus seres queridos no sufran. ¿Pero, no viajan al pasado para poder ganar la lotería y así hacerse millonarios? No, resulta que ellos saben que la felicidad no pasa por ahí.
Richard Curtis, como guionista o director, ha dado pruebas de una gran habilidad y talento al momento de crear historias con un equilibrio entre la comedia y el drama, basta con recordar algunos de sus clásicos como Cuatro bodas y un funeral. Pero en este caso, incluso, da un paso más allá y nos deja, sin proponérselo una serie de consejos. Por supuesto que no cae en el didactismo ni en un tono de manual de autoayuda. Curtis se limita a contar su historia. Lo interesante es que, al terminar de verla, los espectadores no seremos los mismos. ¿Significa que la película nos cambiará la vida? No lo creo, no es tan simple. Sí creo que al menos sabremos que hay otra manera de ver la vida y de enfrentar los problemas y que todos tenemos el poder de hacer que nuestro tiempo, el presente, sea maravilloso.