"Una separación" | Un análisis preciso de la vida contemporánea en Irán

Las percepciones sobre Irán a menudo son confusas o mal interpretadas. Desde la Revolución iraní de 1979, Estados Unidos ha etiquetado a Irán como parte del "Eje del Mal", lo que ha provocado que los triunfos y las luchas de la nación queden envueltos en un velo de misterio.

Entonces, ¿cómo es realmente Irán? Su representación en películas de Hollywood como "Argo" puede ser tan sesgada como su representación de México y carece de objetividad. Por ejemplo, en México no siempre hay un consumo generalizado de drogas y pandillas omnipresentes.

Según un amigo mío que vivió en Irán durante mucho tiempo, "Una separación", dirigida por el director iraní Asghar Farhadi, ofrece una visión objetiva y completa de la vida de los iraníes modernos.

Sorprendentemente, esta película nominada al Oscar como Mejor Película Extranjera no sólo presenta la vida cotidiana de los iraníes sino que también transmite su desesperación oscurecida por los conflictos sociales. Utiliza hábilmente el divorcio de una pareja de mediana edad para exponer los múltiples conflictos en la sociedad iraní. La palabra "separación" en el título se refiere tanto a la división matrimonial de la pareja como a la estratificación social.

Un conflicto menor y uno mayor

Primero, discutiremos brevemente la estructura de la historia de "Una separación". La película presenta un conflicto menor y uno mayor.

El pequeño tiene lugar al principio de la película, donde una pareja de clase media, Nader y Simin, que está en proceso de divorcio, discute sobre si irse o quedarse en su país.

Luego, la película avanza para mostrar cómo este desacuerdo entre la clase media impregna gradualmente a la clase baja y lentamente se convierte en un conflicto entre dos familias. La familia de clase media de Nader y Simin y la familia empobrecida de Razieh son las partes opuestas, y el conflicto es catalizado por el aborto espontáneo de Razieh.

A lo largo de la historia, no hay villanos absolutos, pero inevitablemente surge un conflicto intenso. Esto me hace pensar profundamente: ¿cuál es la verdadera causa de la animosidad entre estas dos familias?

Algunos detalles de la película exponen las duras realidades sociales. Estos elementos que invitan a la reflexión se manifiestan en las mentiras dichas por ambas familias.

Mentiras

Esta película explora el concepto de mentira de una manera interesante.

En primer lugar, observamos el paso de Nader de la honestidad a la hipocresía.

Al principio de la película, apreciamos su integridad en una escena en la que ayuda a su hija con la tarea. Cuando se queja de que su profesor le resta puntos por las respuestas correctas, Nader la anima a defender sus principios y escribir los correctos, sin importar las consecuencias. En este punto, Nader se presenta bajo una luz positiva. Sin embargo, ante un dilema al ser interrogado por el juez, actúa en contra de su conciencia y miente. Cuando defender la moral tiene repercusiones legales y el precio de mantener la integridad se vuelve demasiado elevado, capitular ante la realidad se convierte en la única opción.

A continuación, la historia de Razieh, un personaje empobrecido, revela su viaje de la hipocresía a la honestidad.

Aunque es una creyente devota, Razieh se ve obligada a mentir para escapar de la pobreza. Por un lado, se enfrenta a una condena moral y, por otro, sigue mintiendo para recibir una indemnización. Como tal, sufre la miseria de la disonancia cognitiva. Lo más irónico es que, en lugar de preocuparse por implicar a su hija o querer honrar a su bebé abortado, la razón fundamental de Razieh para decir la verdad es que debe jurar por el Corán antes de recibir una compensación y tiene miedo de ser maldecida.

Si bien puede parecer que Nader y Razieh mienten por razones similares (es decir, para beneficio personal), sus naturalezas difieren fundamentalmente. Esta diferencia reside en sus actitudes hacia la fe. Para Nader, un individuo de clase media, la fe es un tema cotidiano informal que puede abandonarse en momentos críticos. Para Razieh, aunque las presiones de la vida la empujan a actuar en contra de su fe, la fe está profundamente arraigada en su corazón y nunca podrá abandonarla.

Esto puede interpretarse como un elogio y una crítica de la fe islámica. Si bien la fe puede fomentar la honestidad, también puede servir como grillete de la estratificación social.

La próxima generación

"Una separación" describe cómo las limitaciones y ataduras de la fe pueden afectar a la próxima generación, como se ve a través de la transformación de los niños de ambas familias.

La escena en la que las hijas de Nader y Razieh juegan al metegol en la primera mitad de la película es uno de los pocos momentos conmovedores de la película. En este punto, todas las personas son iguales a los ojos de los niños, independientemente de su riqueza o estatus social. Desafían los límites de las clases sociales y se hacen amigos.

Sin embargo, a medida que el conflicto entre las dos familias aumenta, especialmente cuando ambos padres deciden afrontarlo mintiendo, el alegre mundo de los niños se desintegra. Se vuelven aprensivos y ansiosos y su amistad se disuelve. Se les obliga a cargar con cargas y responsabilidades que no deberían soportar y se convierten en cómplices silenciosos para salvaguardar los turbios secretos de sus padres.

Un momento particularmente desgarrador ocurre cuando la hija de Nader encubre tranquilamente las mentiras de su padre en el tribunal, pero después de eso se derrumba en el asiento trasero del auto. Su infancia termina en ese momento y es reemplazada por el complejo mundo adulto.

Hacia el final de la película, la escena en la que las dos chicas se miran sombríamente me parece desesperanzadora. La mirada de afabilidad en sus ojos ahora es reemplazada por hostilidad. Ambas se están despidiendo silenciosamente de su infancia y esto marca su dura transición a la edad adulta.

Al final, las niñas se han vuelto como sus padres.

Valientes cineastas iraníes

"Si nos vamos, ¿qué pasa con nuestro padre enfermo?"

Al comienzo de la película, la negativa de Nader a divorciarse tiene un significado más profundo. Su padre simboliza el pasado y su "padre enfermo" puede interpretarse como la sociedad iraní en la que nacieron y crecieron.

"Una separación" adopta una perspectiva social para mostrar los problemas de la sociedad iraní de una manera suave. Así como las quejas de Nader sobre su padre surgen del amor que le tiene, la crítica de Farhadi a la sociedad iraní no implica una falta de amor por Irán. En cambio, creó esta película por amor a su país y su profunda preocupación por los problemas sociales, con la esperanza de mejorar el estado actual de Irán a través del cine.

Para los cineastas iraníes, este es un acto de gran valentía. La industria cinematográfica iraní está bajo un riguroso escrutinio político y religioso, y traspasar los límites puede conducir al encarcelamiento. Esto ha provocado que muchos directores tengan cuidado al hacer películas para evitar discutir temas que son tabú para el gobierno. Farhadi y Jafar Panahi, el director de "Offside" mencionada en mi otra reseña cinematográfica, son ambos directores iraníes que se atreven a abordar temas delicados y abogan firmemente por la libertad de expresión y la justicia social.

Tanto "Una separación" como "Offside" son más que simples películas; son potentes comentarios sociales y políticos. Estas obras aprovechan con habilidad el poder de las películas para revelar la verdad, estimular pensamientos y diálogos entre el público y mejorar la comprensión global de la complejidad y belleza de Irán. Su valentía es muy encomiable porque han demostrado el poder del arte.