Lars von Trier: el director de cine más extravagante

En sus primeros años, Lars von Trier ganó reconocimiento y dejó huella con su "Trilogía Europea" en tres importantes festivales de cine. Sin embargo, en 1995, él, junto con otros tres directores daneses, coescribieron el Manifiesto Dogma 95, oponiéndose explícitamente a la estética cinematográfica de Hollywood y abogando por un enfoque de hacer cine más "realista". Como resultado, el uso de cámaras en mano y primeros planos de los rostros de los personajes se convirtieron en su lenguaje visual distintivo.

El director en sí es un excelente guionista y ha estado involucrado en la elaboración de los guiones de casi todas sus películas. La interacción entre la locura y la ética, la promiscuidad y la moral, la extrema fealdad y la profunda bondad humana han contribuido a crear el intrincado paisaje narrativo que el director ha construido a lo largo de los años.

La última película de Lars von Trier, "La Casa de Jack", aunque solo fue seleccionada para la categoría de películas no competitivas en el Festival de Cine de Cannes, continúa manteniendo el estilo distintivo del director y su influencia en el festival.

Se informó que durante la proyección en Cannes, más de 100 espectadores eligieron abandonar la sala durante una escena de disparos realista y aterradora que involucraba a mujeres y niños. Sin embargo, en comparación con la recepción negativa que recibió "Anticristo" en Cannes en 2009 o su expulsión del festival en 2011 debido a comentarios inapropiados sobre los nazis, este resultado parece relativamente positivo. Por supuesto, el propio director se mantiene indiferente a tales críticas.

De hecho, si comparamos las escenas extremas y controvertidas en "Anticristo", que incluían autotortura gráfica y el llamado "orgasmo femenino", así como la exhibición sexual sin restricciones de 360 grados en "Nymphomaniac", las escenas de disparos en "La Casa de Jack" parecen relativamente suaves.

Esta es también una de las razones por las que Lars von Trier es amado y odiado al mismo tiempo. Se sumerge en temas de los que la mayoría de las personas se alejarían, haciéndolos parecer mundanos. Esta forma extrema de espectáculo es un elemento constante en la obra de Lars von Trier, y a medida que ha avanzado en su carrera, sus películas se han vuelto cada vez más salvajes y provocativas.

Si consideramos "Contra viento y marea", "Los idiotas", y "Bailarina en la oscuridad" como la "Trilogía de Oro" de Lars von Trier, al ver "La Casa de Jack" podríamos decir que es el comienzo de la "Trilogía del Pecado".

La nueva obra de Lars von Trier cuenta con la actuación de Matt Dillon en el papel del asesino en serie Jack, quien desafía la ley y considera el asesinato como una forma de arte. Después de cada asesinato, elimina meticulosamente todas sus huellas en la escena del crimen, no para evitar una investigación policial, sino debido a su naturaleza compulsiva. Cada víctima deja atrás una icónica foto de arte para conmemoración futura.

Lars von Trier compara valientemente el deseo sistemático y cronometrado de Jack de matar con la longitud cambiante de la sombra bajo una farola. Él retrata las fotos de arte más hermosas del cuerpo humano a través de cadáveres brutalizados. Incluso en pasillos bien iluminados y abiertos, el movimiento repetitivo de los cuerpos pasa desapercibido con mucha facilidad. Detrás de esta serie de eventos increíbles y impactantes se encuentra el experimento de guion del director.

Desde "Contra viento y marea", donde la amabilidad excesiva de Bess la lleva a un destino trágico, hasta los residentes moralmente ambiguos de "Dogville", y ahora con "La Casa de Jack", donde el protagonista es un despiadado asesino en serie, Lars von Trier retrata consistentemente el lado inmoral pero internamente coherente de la naturaleza humana malévola. Este aspecto sirve como una fuerza narrativa constante para el director. Ahora puede ser más fácil entender por qué Lars von Trier hablaría sin tapujos sobre el fascismo nazi y defendería su trabajo en Europa, donde todos evitan el tema.

En la película "La Casa de Jack", las cinco escenas de caza involucran a víctimas que son padres e hijos. En una conversación entre Virgilio y Jack, Jack afirma que mata a mujeres porque cree que la opinión pública siempre está sesgada contra los hombres y que las mujeres siempre son retratadas como víctimas. Parece que Lars von Trier está extremadamente frustrado con la simpatía hacia los grupos vulnerables, incluyendo a las mujeres, razón por la cual dirige la violencia de Jack hacia mujeres tontas y avariciosas. Esta perspectiva del director, a menudo considerada "misógina", ha sido motivo de crítica por parte de muchos espectadores.

En la quinta escena de disparos, donde una bala atraviesa a cinco víctimas, los afectados incluyen a individuos negros y asiáticos. La elección de las víctimas pasa de mujeres y niños a individuos negros y asiáticos. El género y la etnia de las víctimas se presentan como el "Otro" binario, mientras que el perpetrador es un hombre blanco adulto. Los valores evidentes del protagonista de superioridad racial y dominación masculina son imposibles de ignorar. Es natural que algunas personas se cuestionen si esto refleja las creencias personales del director, pero no podemos afirmarlo definitivamente.

Incluso en las obras aclamadas de von Trier, como "Contra viento y marea", "Bailarina en la oscuridad", "Dogville" y "Anticristo", donde los personajes femeninos son retratados como figuras centrales y a menudo encarnan un espíritu de sufrimiento sacrificado, parecen estar subordinados a sus esposos (Bess en "Contra viento y marea"), hijos (Selma en "Bailarina en la oscuridad") o padres (Grace en "Dogville"). Parece como si sus vidas estuvieran definidas de mala gana por estas figuras masculinas.

Pero si lo vemos desde esa perspectiva, quizás nunca podamos comprender a Lars von Trier. Un director naturalmente rebelde, uno que desafía las normas sociales y rompe con las convenciones, sería inevitablemente el que arroje un jarro de agua fría sobre las creencias o tendencias predominantes. Así que, cuanto más no quieras ver a mujeres y niños siendo disparados, más te lo presentará. Cuanto más apoyes al grupo racial marginado, más los señalará. Este es el verdaderamente enloquecido Lars von Trier, y su obsesión y locura.

Por supuesto, lograr todo esto aún no lo califica como un maestro del cine enloquecido. Lars von Trier también incorpora su comprensión de la arquitectura, la pintura, la historia y el arte en sus películas, permitiendo que se interpreten entre sí, formen su propia lógica narrativa y generen conclusiones y trascendencia de las obras creativas existentes.

La parte más sorprendente y asombrosa de la película se encuentra en la parte final, donde el narrador en off resulta ser nada menos que el personaje Virgilio de "La Divina Comedia", el poema medieval italiano de Dante. Este símbolo de la razón intenta descubrir los motivos detrás de los asesinatos en serie de Jack, pero no logra encontrar respuestas.

Al final, Jack, al igual que la descripción en "La Divina Comedia" de Dante, sigue a Virgilio a través del Infierno y el Purgatorio. Sin embargo, durante una subida para cruzar el río, Jack, sin hacer caso de los consejos de Virgilio, cae en un abismo irrevocable, de la misma manera en que Dante colocó a epicúreos y herejes en el mismo abismo en el sexto círculo del Infierno.

En este final, Lars von Trier parece regresar a su película de 1996, "Contra viento y marea". En esa película, el momento en que el esposo de Bess esparce sus cenizas en el mar desde el barco, una campana de iglesia suena desde el cielo, señalando la purificación de los pecados y la salvación de las almas. Durante más de dos décadas, la conciencia religiosa y las creencias fundamentales de Lars von Trier han permanecido inalteradas.

El director dijo una vez que, aparte de Bille August (director de "Pelle el Conquistador", un director de tesoro nacional danés), entre los directores daneses de hoy, solo está él. Aunque esta afirmación puede sonar arrogante, es cierto que es difícil encontrar obras que sean similares, comparables o que imiten el estilo de Lars von Trier cuando se observa el panorama del cine mundial. Indudablemente, ocupa una posición única y distintiva en el mundo del cine.