En los Premios Oscar, Joaquin Phoenix pronunció un discurso emotivo y personal que resonó. Expresó gratitud por las segundas oportunidades que él y muchos en la sala habían recibido, instando a la unidad y el apoyo en lugar de enfocarse en errores pasados. Su mensaje resonó con temas de abordar injusticias, ya sea la desigualdad de género, el racismo, los derechos LGBTQ+, los derechos indígenas o los derechos de los animales. Cada problema encarna fundamentalmente una lucha contra una injusticia o un punto de vista particular.

En el escenario, Phoenix parecía serio, sin hacer referencia al Joker o su habitual exuberancia. A pesar de enfrentarse a la cámara, su incomodidad y aprehensión eran evidentes. Incluso al desprenderse de la persona, parecía que Phoenix llevaba los restos del Guasón, abogando persistentemente por la causa de los marginados y hablando en contra de las injusticias.

En una entrevista anterior, Phoenix admitió que no entendía completamente la actuación. Se apoyaba en vaciar su mente, permitiéndose absorber la esencia del personaje, buscando entender su alma y existencia. Etiquetado como un actor que abandonó la técnica por actuaciones instintivas, Phoenix nunca buscó imitar, solo elegía en quién convertirse.
Él describió el proceso de un personaje habitando su ser, coexistiendo dentro de él y cobrando vida. Pocas personas encarnan verdaderamente este concepto, pero Phoenix innegablemente lo hace.

Cuando recibió el guion para Guasón, Phoenix primero adoptó un enfoque físico para profundizar en el estado perturbado del personaje. A lo largo del verano, sobrevivió con una sola manzana al día, perdiendo 50 libras. El resultado en la película fue un Guasón esquelético, pareciendo desnutrido y miserable, realzando su presencia sombría y sumisa. Esta pérdida extrema de peso apuntaba no solo a la falta de salud física, sino también a retratar la falta de salud mental, proyectando una patología interna hacia afuera.


Durante la era de Gladiador, Phoenix mostró sus talentos personificando al siniestro Commodus, un personaje carente de humanidad, ambicioso pero inseguro. Su interpretación mostró una profunda comprensión del mal humano o la aniquilación de la humanidad, aparentemente grabada en su ser. Su actuación le valió una nominación al Mejor Actor de Reparto en la 73ª entrega de los Premios de la Academia, una pequeña recompensa para su carrera actoral.

Posteriormente, sus papeles tendieron hacia la negatividad y la melancolía hasta que surgió Johnny & June - Pasión y locura. Aquí, Phoenix se transformó en el cantante John, cuya vida se asemeja a las experiencias de Phoenix. Sumergiéndose por completo en el papel, Phoenix absorbió la vida de John a través de lecturas diarias, entrenamiento musical y grabación personal de todas las partes vocales de John.

La búsqueda de Joaquin Phoenix de experiencias profundas con personajes roza la perfección. Para retratar auténticamente el alcoholismo y la adicción de John Cash, se sumergió en el consumo excesivo de alcohol, incluso admitiéndose en rehabilitación, arriesgándose a ser etiquetado como adicto. Para Phoenix, esto no se trataba del alcohol, sino de autenticidad y rigor en la actuación. Buscaba entender sus efectos físicos, considerándolo la recompensa más sustancial para un actor. La recompensa, para él, no proviene del dinero, sino de la verdad.
Phoenix, aparentemente un forastero en Hollywood, considera que la actuación es tan vital como la vida misma. Johnny & June - Pasión y locura le valió un Globo de Oro al Mejor Actor y una nominación al Oscar, captando la atención del director independiente James Gray y llevando a colaboraciones en varias películas.


Más tarde, Phoenix sorprendió nuevamente a la audiencia con el documental I'm Still Here. Anunciando un receso en un evento benéfico, se convirtió en un rapero, documentando un año aparentemente caótico de su vida. La película ganó el premio a la Mejor Película Biográfica en el 64º Festival de Cine de Venecia. Se reveló que Phoenix emprendió estos esfuerzos para liberarse del control del personaje, sintiéndose atrapado en una prueba autoimpuesta y anhelando reencontrarse consigo mismo.

Durante dos años después de I'm Still Here, Phoenix permaneció en gran medida fuera del ojo público hasta The Master. Regresando una vez más, se transformó físicamente para el papel, representando a un veterano de la Marina psicológicamente traumatizado después de la Segunda Guerra Mundial, dominando la interpretación de personalidades sufrientes. Su dedicación incluso lo llevó a someterse a procedimientos dentales para lograr una apariencia específica necesaria para idealizar una sonrisa socarrona en el personaje.

En su búsqueda por profundizar en los aspectos más oscuros de la humanidad o tal vez en sus propias sombras internas, Phoenix adoptó un enfoque casi "por cualquier medio necesario". Ya sea en Johnny & June - Pasión y locura, The Master o Guasón, excavó incansablemente en sí mismo, vaciando a Phoenix para permitir que el personaje tome residencia, dando a luz a la duradera personalidad de Guasón Arthur.

Aunque es malvado, Arthur es libre. Encarna una extrema inseguridad, auto-desprecio, tensión y represión, pero Guasón es libre. Mientras muchos de nosotros nos restringimos dentro de los límites sociales, la desobediencia de Guasón a estas normas lo hace cautivador. De manera similar, Phoenix, como su verdadero yo, quizás nunca logre una liberación completa. Sin embargo, al ignorar los Oscar y no dar importancia a los premios, encuentra un cierto grado de libertad.

Al final, nuestra aspiración es que descubra una representación ilimitada, serena y compasiva en sus roles, cumpliendo sus aspiraciones.
¡Comparte lo que piensas!
Sé la primera persona en comenzar una conversación.