ChillJane, 2023/11/14
⭐⭐⭐
Apenas se proyectó en el Festival de Cine de Venecia, El asesino recibió críticas que decían que era un encargo rutinario de Netflix por parte del director David Fincher. Cuando se estrenó en línea el pasado viernes 10 de noviembre, recibió una ola de críticas negativas.
Si bien el trabajo de David Fincher parece menos original, todavía está fuera del alcance de muchos creadores. Fiel a su estilo, se mueve entre géneros y anti-géneros con facilidad, convirtiendo lo que sería una historia de asesinos cliché en algo lleno de novedades y sorpresas. En cuanto a la historia en sí, de alguna manera logra conectarse con las emociones y mentalidades de la clase media, la mayoría de las personas en esta era. Si ves al asesino en la película homónima como uno de ellos, estás en lo correcto. Se nos presenta como un trabajador común, un miembro de la gente común.

Fincher tiene muchas narrativas típicas y anticuadas de asesinos sobre la mesa. Por ejemplo, un sicario recibe el pedido mejor remunerado de todos y, a través de la misión, los riesgos y peligros aparecen uno tras otro. O, un solitario distante no tiene más opción que unirse a alguien problemático y ambos forman un dúo encantador enfrentándose a tareas llenas de aventuras. Luego están aquellos que intentan cambiar de vida después de una última misión, una peligrosa que casi podría costarles la vida...
Sin embargo, ninguno de los anteriores representa la propuesta de David Fincher. Él elige comenzar con un error fatal durante una misión. Después de unos veinte minutos presentando lo bien entrenado y hábil que es este asesino, la película sigue con unos segundos de cómo dispara a la persona equivocada con su rifle de francotirador. Wow. La película no intenta moverse en la dirección de cómo el asesino trata de enmendar la misión, sino que lo muestra siendo expulsado inmediatamente de la organización debido a este error; además, su esposa casi muere. Entonces, decide vengarse de la persona que mueve los hilos. Nuevamente, wow. Casi todo dentro del marco del género, pero de vez en cuando crea desviaciones que nos sorprenden. Esta flexibilidad precisamente controlada entre las narrativas de género y las anti-género, al igual que el lenguaje cinematográfico de David Fincher, con un marco estrictamente restringido y un enfoque afinado, es una muestra de profesionalismo y perfeccionismo.
El enfoque atípico de David Fincher también se evidencia en que de alguna manera deconstruye la imagen tradicionalmente percibida de los asesinos. El asesino en esta película ya no es misterioso o divino. Por el contrario, es como tú y yo, un hombre común que trabaja duro pero que gradualmente se quema. Quizás comienza con alguna motivación, buscando significado, pero se desgasta con cada tarea día tras día. Fuera del trabajo, se retira a un acogedor espacio privado de una mansión escondida en la jungla en la República Dominicana, al igual que nosotros, los esclavos corporativos, nos retiramos a un hogar cálido después de un largo día de trabajo (esto es completamente diferente de James Bond en la serie 007, donde el trabajo es su vida). Si este último refugio seguro es invadido, el asesino ya no puede comprometerse. Sin embargo, nunca tiene la intención de derrocar a toda la organización o derrotar a toda la oscura cadena industrial, sino solo vengarse de la persona que lastimó a su esposa, un simple ojo por ojo.

El asesino de David Fincher emana vibraciones de la época moderna, un reflejo claro de jóvenes como yo. Viviendo en este mundo (sistema), estamos familiarizados con sus reglas y las utilizamos mientras vivimos nuestras vidas diarias. Una vez que perdemos el control o somos oprimidos, actuamos como un error en el sistema, causando algunos daños leves (como el asesino que habría sido eliminado del mundo matando a su supervisor), pero nunca pensamos en destruir todo el sistema y hacer una diferencia evidente en el mundo. El asesino, argumentablemente, no tiene ni el heroísmo visto en las películas de asesinos, donde estos están decididos a eliminar la violencia y creen que la justicia y el orden público son todo por lo que viven, ni otra idea común: el cinismo y el deseo oculto detrás de cambiar el mundo. En Taxi Driver (1976), por ejemplo, Travis decide asesinar a un candidato presidencial, apuntando a quien sea que esté en la cima del sistema. En El asesino no existe tal noción. El asesino en él trabaja solo por dinero y a veces comete errores como cualquier otro. No quiere destruir el mundo en absoluto, sino retirarse a un lugar seguro, dejando nada al mundo excepto la nada.
Un sentido de la nada, esta es la condición mental compartida del público en general en esta era capturada por El asesino.
Desde esta perspectiva, David Fincher tiene razón al elegir a Michael Fassbender para interpretar al asesino. La actitud y el método de actuación precisos, meticulosos y casi perfectos de Fassbender presentan un sentido de ridiculez, absurdo y falta de sentido en los escenarios y narrativas de David Fincher que a veces se desvían de los ajustes convencionales. Al igual que el propio asesino, es tan profesional pero tan hablador que incluso se pierde la bala.
¿Cómo capta David Fincher este sentido de la nada?, ¿se dio cuenta de que la verdad en su carrera como director durante más de treinta años?, ¿Al realizar El asesino, pensó que era la bala que falló?

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