¿Estas ahí, Dios? Soy yo, Margaret: Cuando la inocencia comienza a llegar a su final

Spoilers

En el mundo del cine las adaptaciones de las novelas literarias se ha convertido en una carta común, en la cual hemos remarcado en varias oportunidades y en su mayoría con fallos. Sin embargo, no siempre es así y hay una adaptación que por fortuna brilla en todos los sentidos y es “¿Estas Ahí, Dios? Soy yo, Margaret", en cual adapta el best seller de Judy Blume, donde seguimos la historia de una niña llamada Margaret y que afrontara muchos cambios en su vida, pero principalmente lo que es el comienzo del mundo adolescente y las inseguridades que eso conlleva. Protagonizada por Abby Ryder Fortson, Rachel McAdams y Kathy Bates , estamos en presencia de una película cómica, dramática y tierna que muchos han podido disfrutar en cines y que ahora en HBO Max permite darle la chance aquellos que quizas con algun prejuicio no le dio una oportunidad.

Margaret Simon, es una niña de 12 años que luego de regresar de su campamento de verano, recibe la noticia que ella y su familia se mudan a Nueva Jersey debido a una mejora laboral de su padre. A raíz de este hecho, Margaret comienza a rezar o tener conversaciones con Dios para que su nueva vida no sea tan malo. Desde este punto Margaret comenzara una búsqueda religiosa para encontrar a Dios mientras que atraviesa por todos los cambios físicos, mentales y sociales de lo que significa comenzar la adolescencia.

Para hablar de esta película, hay que decir que en un principio puede existir un prejuicio al creer que estamos en presencia de una película religiosa y no es así, a pesar de que la religion juega un papel importante, no es el eje central de una historia que se trata del cambio de etapa que toda persona atraviesa de la niñez a la adolescencia y que es una características de las coming of age que pocas veces explora, ya que por lo general se suelen hacer para contar una historia de pura y exclusivamente de la etapa adolescente o lo que seria la transición de la adolescencia a la adultez. En este sentido, se valora con creces que nos cuenten una historia de esta temática y que se centralice en el lado femenino de esta etapa, en la cual veremos como las presiones sociales muchas veces hacen queramos acelerar los procesos de crecimiento con el fin de conseguir una maduración física y no mental. Todo esto lo vemos cuando Margaret, interpretada magistralmente por Abby Ryder Fortson, hace un nuevo grupo de amigas en donde poco a poco estas jóvenes con el afán de verse cool y por los primeros acercamientos a los chicos que les gustan, arranca una competencia silencio de ver a quien menstrua por primera vez, el crecimiento pronunciado o no del busto o incluso el dar el primer beso. Todos estos elementos comienzan a tener un impacto en la psiquis de Margaret que con el tiempo se va a ir dando cuenta de sus propios gustos por decirlo de alguna manera, y no la imposición social que su grupo pone, siendo los chicos el ejemplo claro de toda esta cuestión donde parece que a todas deben gustarle el mismo chico lindo y popular, en cambio a Margaret no le moviliza absolutamente nada y si siente cosas por un chico llamado Moose que es todo lo opuesto a lo que esto otro chico popular o cool es. Otra secuencia que es brillante, es el momento de incomodidad y los nervios de comprar toallitas femeninas por primera vez, y el terror que causa en ella y su amiga, cuyos nervios terminan agregando unas mentas a la compra. Algo muy similar que puede pasar también en los hombres cuando la inseguridad te lleva actuar de la misma manera a la hora de comprar preservativos por primera vez. Este tipo de elementos son los que vuelven tan fresca, tan inocente y tan carismática a esta película que al mismo tiempo tiene una carga de la identidad de uno como persona y las personas que nos rodean, ya que al final Margaret termina alejándose de Nancy la que había sido su primera amiga en el barrio y la nueva escuela, y ahora ve la clase de persona que es y lo que puede llegar a convertirse, en donde se puede decir que vemos las bases de lo que conocemos como una chica mandona, ególatra y que siempre quiere tener un séquito a su alrededor pero que ninguna se destaque sobre ella en el mas mínimo aspecto. Estas actitudes son las que terminan forjando el tipo de amistades que uno como niño reconoce que son sanas y esenciales para las etapas que se aproximan en la adolescencia y que como resultado final, uno siempre termina relacionándose y forjando una amistad verdadera con aquellos que tengan tus mismos valores y que muchas veces por los prejuicios o la necesidad de permanecer en otro grupo, solemos ignorar y pasar de largo.

Pero hay otra cuestión mas en la vida de Margaret que es muy interesante que es su búsqueda de fe y lo que ella considera en donde puede encontrar a Dios. Es muy interesante aspecto, ya que conocemos que la niña tiene un padre judío y una madre que no quiere saber absolutamente nada con la religion debido a que sus padres le dieron la espalda cuando se enteraron que su marido iba a ser judío. Desde este punto, ya tenemos una noción que la religion sera un punto clave de conflicto en la interna familiar y esto termina ocurriendo sus abuelos se cruzan e inicia una lucha de ideologías religiosas para ver cual sera el camino de fe que seguirá Margaret. Sin embargo, ella reacciona haciéndoles saber que detesta la religion y que ni siquiera cree ya en la existencia de Dios, de que no hay nadie en el cielo que este escuchando, que solo existe uno mismo. Claramente todo esto se puede trasladar a la vida cotidiana de cada uno donde nos encontramos este tipo de grietas y diferencias familiares que se tratan de evitar lo mas posible para evitar los conflictos y que por lo general, los tópicos de política y religion son los que terminan desencadenando esta cuestión. En este escenario hay que destacar las actuaciones de los adultos en esta historia que con una brillante Rachel McAdams y Ben Safdie en el rol de padres que son super amorosos y queribles en todo momento. A esto, hay que decir el rol de Kathy Bates como la gran abuela de Margaret y cuyo rol parece mucho mas importante de manera indirecta que lo que se puede presumir a simple vista.

“¿Estas Ahí, Dios? Soy Yo, Margaret” es una película extraordinaria que sin mucha prensa se posiciona como de las mejores o quizás la mejor película coming of age de este año, llevando esta historia de cambios y aprendizajes que vienen con la edad y en una etapa que pocas veces se suele hacer mención. Una búsqueda por la fe y también por ir buscando la identidad propia de cada uno que nos comienzan a definir como personas. Lo interesante al fin y al cabo, que somos nosotros lo que elegimos en que creer y que las crisis de fe no siempre parece como es. Probablemente, esta película dice mucho mas de lo que en principio parece decir y que tiene la fortuna de no caer en el club de las adaptaciones fallidas de novelas literarias.

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