The Duellists, The Last Duel y Napoleón: la obsesión como combustible de una historia 

The Last Duel

Quizás lo más sensato seria empezar con una introducción a la filmografía de Ridley Scott, lo importante que es que un director de cine de 86 años que perteneció a otras etapas, entre ellas la de los gloriosos años setenta del cine autor del New Hollywood, que siga realizando películas de gran calibre y con una puesta en escena descomunal y demás atributos a destacar. Pero voy a empezar a contar por como llegue a The Last Duel, una película que paso totalmente desapercibida que no le fue bien en taquilla, que hablando sin ningún tipo de tapujo fue un tanto mal recibido, pero a la que personalmente le tengo un cariño especial por el contexto en el que tuve verla durante la noche de un año nuevo mientras estaba aislado por contraer COVID 19. Por eso esta historia de traición entre caballeros en una Francia del siglo XIV que se enfrentan como lo dice el título de la película a un duelo a muerte para dirimir el conflicto que existe entre ellos tiene una relevancia de por más personal y sirvió como una fuente de entretenimiento magnánima durante una situación de por más desgraciada. Pero ahora si yendo al nudo de la historia hay que decir que el hecho que desencadena este duelo es la denuncia de abuso por parte de Marguerite (Jodie Comer) la esposa de Jacques de Carrouges ( Matt Damon) frente a Jacques Le Gris (Adam Driver) uno de los hombres más importantes del Conde d'Alencon (Ben Affleck) quien a su vez había beneficiado a Le Gris con tierras que le pertenecían a de Carrouges, y por lo tanto este último piensa que Le Gris le ha puesto el conde en su contra para apoderarse de todo lo que le pertenece. Hasta aquí una historia de esas clásicas de traiciones con el vocabulario y vicisitudes de un largometraje ambientado en época, pero lo interesante es que el guion plantea que vamos a ver los hechos desde los puntos de vista de los tres protagonistas, conlleva con eso que no vamos a ver una única verdad que estamos acostumbrados observar con un relato llevado a delante por un narrador omnisciente , sino que vamos a poder conocer tres verdades y será el espectador quien tendrá la tarea de armar las piezas del rompecabezas a su gusto. Este recurso es llevado a cabo en la genial película coreana de 2016 The Handmaiden del director Park Chan-Wook y que cada vez que lo veo plasmado en la pantalla provoca un efecto totalmente inmersivo.

Aquí vemos la obsesión bien demarcada en los tres personajes de la película, a de Carrouges solo le preocupa reestablecer el honor a su persona, apellido y por el inconveniente por las tierras, no tiene ningún miramiento sobre lo vivido por su esposa, lo único que lo desvive es el qué dirán y por su puesto su posicionamiento frente al Conde y por ende ante primo de este que no es ni más ni menos que el rey Carlos VI. Su rival Le Gris está obsesionado con la avaricia y la venganza, siempre quiere más y hará lo necesario para no solo derrotar su rival sino también hundir su nombre ante lo mas de bajo de la sociedad solo por un entredicho al pasar en una celebración que lo hizo cambiar su comportamiento frente de Carrouges, a quien antes lo consideraba un amigo leal y cercano.

Y por último tenemos a Marguerite, cuya obsesión va por un lado más darwinista por así decirlo, no le preocupa más que sobrevivir, no tiene ninguna de las insulsas inquietudes de los hombres de esa época. Si por supuesto apoya la victoria de su esposo simple y llanamente porque de eso depende su vida, ya que si Le Gris sale victorioso ella va a ser condenada a morir en la hoguera por considerar que mintió en su acusación (si un método llamativo para declarar la verdad tenía por entonces).

The Duellists


Esta hermosa epopeya de época ambientada durante la Revolución francesa tiene como protagonistas a los militares Armand d´Hubert (Keith Carradine), y a Gabriel Feraud (Harvey Keitel) quienes se baten a duelo en reiteradas ocasiones para defender su honor en medio de acusaciones mutuas. Es increíble como aquí en una historia más que simple, porque todo lo que se desarrolla en la película es solo eso, los duelos de los protagonistas son el leitmotiv, tan es así que en los primeros 35 minutos ya pudimos ver más de tres de ellos con un nivel de vehemencia pocas veces realizado en el Cine. Una ambientación de época impecable y dos personajes bien delineados con más cosas en común de las que ellos piensan. Por un lado, d'Hubert como un hombre del ejército bien recto que cumple órdenes, su obsesión está en mantener su honor frente a los demás, pero por supuesto lo que persigue constantemente es la supervivencia. Por otro lado, Feraud coincide con su obsesión por honor y en el qué dirán, pero es una persona desprovista de cualquier cuidado sobre su integridad física y está decidido a resolver cualquier conflicto de forma violenta, descree de toda otra forma pacífica y administrativa de resolverlos, y es digamos el ser humano en su estado más salvaje. Gran opera prima y un gran modo de entrar al cine de época en el que luego Scott se fue volviendo un especialista.

Napoleón

Y llega el turno de Napoleón, la última producción que no dejó a nadie indiferente, se van trazar muchas líneas sobre esta película que quizás no quiero caer en un sobre análisis. En ella se cuenta de forma quizás un tanto apresurada la influencia de Napoleón Bonaparte (Joaquín Phoenix) durante la Revolución Francesa con la consiguiente campaña militar que el mismo lideró en la expansión del imperio francés. Hasta aquí lo que uno espera cuando se topa con un largometraje sobre una famosa figura histórica, pero la vuelta de tuerca deviene tanto en el modo de contar la historia tanto como en el fondo. El modo porque se utiliza un estilo visual similar a un documental o a una recreación histórica del estilo History Channel, tan es así que parece estar filmado con una sola cámara. Y en el fondo porque y aquí es el nudo de la cuestión que nos compete, Napoleón tiene dos obsesiones bien demarcadas: Francia y todo lo que eso conlleva el afán de acumular el mayor poder político posible y un patriotismo desencajado, y por otro lado su obsesión más manifiesta por su una mujer, Josephine (Vanessa Kirby). Que se nos muestre que quizás el militar más famoso de la historia no pudo conquistar el amor de una mujer, y que tuvo que luchar mucha más de la cuenta por obtener eso a cuenta a gotas es de una ironía espectacular, y muy arriesgada de plasmar en la pantalla.

Bonustrack: Kingdom of Heaven


De yapa quiero agregar unas palabras sobre Kingdom of Heaven de 2005, la película en dónde Scott resume el conflicto por el reino de Jerusalén durante las cruzadas en el Siglo XII. Aquí de nuevo podemos observar la obsesión en dos integrantes de la historia, Bailian ( Orlando Bloom) es un personaje vencido que perdió todo que ya no encuentra un motivo para seguir, hasta que conoce a su padre Godfried ( Liam Neeson) quien es un caballero templario y lo convence de seguirlo a Jerusalén. Una vez allí Bailian no es más la misma persona, su obsesión vira sobre la búsqueda de volver a pertenecer a un sistema, ya sea una familia o una sociedad. Por eso decide seguir a su padre y por eso también hace cumplir todos los deseos de Rey Baldwin IV (Edward Norton).
El otro personaje justamente es el Rey Baldwin IV, quien tiene bien en claro que su obsesión esta delineada en mantener la paz con los musulmanes, llega a tal nivel que organiza en su lecho de muerte (da las directivas) va seguir funcionando el Reino cuando el ya no esté, y considera que su causa es más importante que su propia vida.


Así cómo inicié este artículo de una manera un tanto peculiar vamos seguir una línea editorial personal coherente y terminarlo de la misma manera. Porque en este texto se mencionaron y se destacaron las obsesiones de los protagonistas de cuatro largometrajes, pero ¿Qué es la obsesión? y aquí vamos a recurrir al clásico diccionario de la RAE que la define como una “Idea fija o recurrente que condiciona una determinada actitud, y proviene del término latín obsessĭo, que significa asedio”. Por lo tanto vemos que esta definición se aplica a la perfección con las acciones llevadas a cabo por los personajes de todas las historias analizadas porque todos ellos tienen en común además del lugar geográfico y un contexto bélico hostil (aquí no quise agregar a Kingdom of Heaven y definir una tetralogía porque se inmiscuye en cuestiones religiosas que conforman el argumento central de la obra), una postura que nunca cambian, una idea fija que mantienen sin importar las consecuencias que pueden sufrir, una entereza con cierto nivel de necedad llevada casi al extremo pero con la cual gran parte del ciudadano común se puede ver identificado, porque la obsesión no es más ni menos que un sentimiento bien humano que podemos tener cualquiera de todos nosotros. Porque siempre considero que lo que nos termina interesando en una obra ya sea una película, una serie, una novela, una tira diaria de un canal de televisión de aire son los aspectos y sentimientos más mundanos. Me gusta poner como ejemplo a The Sopranos, porque si bien es interesante como Tony se desenvuelve como capo de cierto sector de la mafia de New Jersey, el problema lo tiene cuando llega a su hogar y le cuesta hacerse respetar o que sus hijos obedezcan cualquiera de sus peticiones.

Por lo tanto, de acuerdo a esta postura el punto fuerte de todas estas historias termina siendo la fragilidad emocional del militar más importante de todos los tiempos, la ignorancia, soberbia y avaricia de caballeros considerados “honorables”, la constante búsqueda de un enemigo a enfrentarse de dos militares franceses y los intentos de vivir en comunión frente a posturas ideológicas y religiosas antagónicas (bueno se ve que en esto los años transcurren, pero la situación sigue igual).

Y para terminar quiero hacer mención a estos últimos años de Ridley Scott que lo hacen ver cómo un director muy bien parado, porque a título personal me han gustado sus películas desde Prometheus en adelante, esta etapa lo encuentra muy maduro revisitando títulos clásicos en su filmografía como hizo en Alien Covenant (que por cierto estoy en el bajo porcentaje de gente al que le gustó mucho la película), que tuvo que enfrentarse a problemáticas externas gravísimas con All The Money in World y que aun así la saco adelante estrenando la película a tiempo y de gran manera y que ahora lo tiene volviendo a ese género en dónde se mueve como pez en al agua como son los dramas históricos de época con las ya nombradas The Last Duel, Napoleón y la próxima a estrenarse Gladiador 2. Porque eso es lo que diferencia un buen director de un gran director de cine: La Vigencia frente al paso del tiempo.

LIGHT

Ilumina y aumenta su visibilidad — ¡sé el primero!

Comentarios
Tendencias
Novedades
comments

¡Comparte lo que piensas!

Sé la primera persona en comenzar una conversación.