POR LISARDO QUEVEDO
La segunda película de la directora Emerald Fennell nos trae una mezcla de amor, sexo, codicia y adicciones.
Protagonizada por Barry Keoghan y Jacob Elordi este drama nos trae una historia muy caótica. Mientras lucha por encontrar su lugar en la Universidad de Oxford, el estudiante Oliver Quick (Barry Keoghan) se ve arrastrado al mundo del encantador y aristocrático Felix Catton (Jacob Elordi), que le invita a Saltburn, la extensa finca de su excéntrica familia, para pasar un verano inolvidable.

Lo primero que nos muestra el film es al personaje de Oliver describiendo al personaje de Felix. Queriendo aclarar que no estaba enamorado de él. Luego vemos la llegada de Oliver a la Universidad de Oxford. Un joven tímido, estudioso y con pocos amigos. Rápidamente conoce a Felix, el chico que todos quieren ser o por lo menos, tener de amigo. Oliver no tarda en encontrar la forma para acercarse a él. De esta manera, entablan una relación muy intensa y apresurada. Ya que Oliver cuenta que las cosas no van para nada bien en su casa, Felix lo invita a pasar el verano a la suya. Y ahí es donde todo se complica.

Descubrimos que la familia de Felix es muy adinerada y ostentosa. Su madre (Rosamund Pike) y su padre (Richard E. Grant) viven allí junto a su hermana Venetia (Alison Oliver) sin ninguna información ni relación con el exterior. La familia se rige bajo sus propias reglas. Pero lo que no saben es que el nuevo invitado, Oliver, es más ambicioso y codicioso que ellos. Por primera vez, la familia se encuentra con alguien peor que ellos. Lo que en un principio parecería una simple visita, termina siendo un problema mucho más profundo de lo que cualquiera se podría imaginar.

La película comienza muy bien. Con personajes sólidos que tienen sus objetivos muy diferenciados. El conflicto principal se plantea desde el minuto cero y eso hace que la primera mitad del film tenga sus fundamentos y se respalde con lo planteado en el punto de ataque. Pero poco a poco, va encontrando diferentes caminos, algunos verosímiles y otros no tanto. Me refiero a que no es creíble el arco del personaje principal, es decir, Oliver. Si bien a la mitad de la película nos revelan ciertas de sus oscuras intenciones, no está del todo planteado lo que termina sucediendo en los últimos cuarenta minutos del film. Si bien me gustó lo que nos trae la película, más que nada los personajes y el mundo donde se desarrolla, pasados la hora y media de su duración la historia comienza a resquebrajarse. Varias situaciones suceden a las apresuradas y sin el desarrollo pertinente.
Recomiendo que vean esta película porque te sumerge en un mundo no tan lejano al presente pero con condimentos de antaño, pero tengan en cuenta que por el hype que hubo en redes sociales alrededor del film se perjudica a la película porque genera altas expectativas, que en mi caso no fueron saldadas.
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