POR LISARDO QUEVEDO
Compararemos las dos películas basadas en la vida de Elvis Presley y su familia. Estrenadas con tan solo un año de diferencia, ambas películas tuvieron su reconocimiento por parte del público y la temporada de premios.
ELVIS (2022) de Baz Luhrmann es la película que explora la vida y la música de Elvis Presley (Austin Butler) a través del prisma de su relación con el coronel Tom Parker (Tom Hanks), su enigmático manager. La historia profundiza en la compleja dinámica que existía entre Presley y Parker que abarca más de 20 años, desde el ascenso de Presley a la fama hasta su estrellato sin precedentes, en el contexto de la revolución cultural y la pérdida de la inocencia en Estados Unidos. Y en el centro de ese periplo está Priscilla Presley (Olivia DeJonge), una de las personas más importantes e influyentes en la vida de Elvis.
Por su parte, PRISCILLA (2023) dirigida por la aclamada directora Sofia Coppola narra toda la historia de la vida de la ex esposa de la estrella de rock. Cuando la adolescente Priscilla Beaulieu conoce a Elvis Presley en una fiesta, él ya es una meteórica superestrella del rock and roll pero se convierte en alguien totalmente inesperado en momentos privados: un apasionante flechazo, un aliado en la soledad, un vulnerable mejor amigo. La película está basada en las memorias 'Elvis and Me', escritas por Priscilla Beaulieu Presley, publicadas en 1985 y que relatan el largo noviazgo y turbulento matrimonio de Elvis y Priscilla, desde una base militar alemana hasta su finca de ensueño en Graceland.

La película de ELVIS, para mí, es un obra fallida. No logré encontrar todas las cosas que acusan que tiene la película. Me pareció totalmente tediosa y, principalmente, con un montaje que parece hecho con los ojos cerrados. Es el maximalismo como absoluta ineptitud. El producto más estúpido y escandalosamente inconexo del espíritu esquizofrénico de nuestra época, y una representación muy acertada de esta vacía abundancia cultural de estímulos formales, aderezado con una noción de ritmo y velocidad que no podría ser más manipuladora y equivocada. Una película hecha para tiempos de TikTok, Instagram y publicidad, para personas con una capacidad de atención de 30 segundos que nunca sintieron una imagen en sus vidas, pasando empapados de información y privados de cualquier experiencia real del mundo. Operativo en el peor sentido, ya que los crescendos no son más que incomprensiones sin sentido de la catarsis musical.

Pero no me pasó lo mismo con PRISCILLA de Sofia Coppola. Siento que es una película más íntima y delicada. Obviamente que el punto de vista en las películas es distinto. Por un lado, la anterior, tiene de protagonista a Elvis Presley mientras que en PRISCILLA la protagonista es la que lleva el nombre del film. He pasado mucho tiempo pensando en la película. La forma en que subvierte la vida idílica de la fama y la transforma en un retrato del aislamiento. El uso intencional de escala entre Jacob Elordi y Cailee Spaeny para enfatizar la influencia de Elvis. El recordatorio sutil de la edad de Priscilla se yuxtapone con el libertinaje del estrellato. Una fantasía, un sueño, que se evapora una vez robada la inocencia y la realidad se ha asentado. Todo esto capturado y entregado a través de dos actuaciones titánicas, pero fue Spaeny quien me dejó asombrado, ya que no la conocía. Muchas emociones se capturan simplemente a través de su dominio de las expresiones. Alegría, desamor, frustración, arrepentimiento: ella es una estrella. Encontré que la segunda mitad serpenteaba ligeramente, como si estuviera avanzando hacia un clímax solo para nunca tener su momento y luego termina abruptamente. Dudo en decir que me siento perdido porque una parte de mí siente que esa era la intención de Coppola. De todos modos, la honestidad y la vulnerabilidad incrustadas en el ADN de la película son la razón por la que la película tiene éxito, especialmente en una época como la nuestra, donde la complacencia aún es rampante.

Cómo verán, una de las películas le pareció un fiasco y la otra bastante acertada. Así que la respuesta al título del artículo se responde sola al leerlo.
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