"Puñales por la espalda 2: El misterio de Glass Onion" (2022) de Rian Johnson

"Puñales por la espalda 2: El misterio de Glass Onion" es un film que tiene como intención asentar una franquicia. Para ello, esta vez, concentra todo el interés en el personaje del detective, Benoit Blanc (Daniel Craig) que, a diferencia de la primera entrega, se abre un poco a su vida personal, a su biografía. Aquí ya no estamos solo ante un caso puramente detectivesco, sino que profundizamos en las excentricidades de un personaje que, de manera clara, se siente incómodo en la sociedad del siglo XXI y en el ambiente social, de clase alta, en el que se desenvuelve. Hay una posición asexual en el personaje, que parece tomar distancia de las personas que le rodean (sea porque les considera siempre posibles víctimas o asesinos de la trama) pero, incluso el comportamiento seductor de Casandra (Janelle Monáe) es rechazado expresamente por Benoit sabiendo que ella no puede ser la responsable de los crímenes.

De Benoit vamos conociendo sus manías (pasar el tiempo en la bañera sin hacer nada), sus defectos (expresar su inteligencia con petulancia y pedantería) y sus costumbres (la elegancia a la hora de vestir, el hecho de que tenga un mayordomo) presentándolo como una persona ajena a la sociedad, a la que solo observa con sorpresa y cierta superioridad. Este comportamiento y sus reacciones acercan la serie "Puñales por la espalda" al ámbito de la comedia.

Por ello, no es de extrañar, que Rian Johnson se exceda en la representación de todos los demás personajes de la película, empezando por el magnate de un imperio informático, Miles Bron (Edward Norton), quien reúne en su isla-mansión (donde destaca el edificio de la "cebolla de cristal") a sus compañeros de trabajo para, en un principio, formar parte de un juego y luego desvelar que todo es una idea para solventar un problema criminal sucedido un día antes. El entorno (la mansión de Miles) y los comportamientos ostentosos y snobs de los otros personajes convierten a esa fauna humana en una representatividad de esa parte de la sociedad mundial que viven de su imagen. Destaca Duke Cody (Dave Bautista) cuyo porte de matón es presentado como modelo de diversidad que ha surgido de las redes sociales.

Así, entre tanta muestra social y descripción de personajes, casi no hay espacio para una trama desproporcionada, confusa, con muy poco sentido, que ya nada tiene que ver con el cine policiaco y menos con el cine noir o post-noir. Con lo que si se emparenta es con la nueva saga de películas de Hércules Poirot llevadas a cabo por Kenneth Branagh, donde también esos excesos representativos sociales, esas particularidades de cada personaje, pasan a ser imágenes a imitar en este universo de "venta personal" que es el Tik Tok o Instagram.

Más populares
Más recientes
comments

¡Comparte lo que piensas!

Sé la primera persona en comenzar una conversación.

3
comment
0
favorite
0
share
report