"El joven manos de tijera"| Metáforas de la civilización y la otredad

Spoilers

Si bien muchos perciben esta película como una historia de amor, creo que es innecesario hablar sobre ese tema. Prefiero ver la narrativa como una metáfora, específicamente, una metáfora de la relación entre el mundo civilizado y el Otro. Explicaré mi punto a través de las siguientes preguntas y respuestas:

¿Quién es Edward?

—A mí me parece algo inexplicable, es casi como un robot. Sin embargo, esto es intrascendente. Lo que importa es que es un "extraño", un Otro. Su apariencia, pensamientos y habilidades lo hacen claramente único. Una línea de la película enfatiza que él es especial en cualquier circunstancia, lo cual es crucial.

¿Por qué Edward vive en la montaña? ¿Por qué parece un extraño?

— Observemos que la montaña que habita Edward se ve por primera vez a través del espejo retrovisor del automóvil de Peg, lo que sugiere que la montaña es un lugar increíble que existe solo en las percepciones de las personas. Las preguntas sobre por qué Edward está allí y cómo la gente no lo había descubierto antes son desconcertantes pero irrelevantes. Lo que importa es que la montaña parece ilusoria y espeluznante cuando se observa desde fuera. Las estructuras se asemejan a iglesias sin cruces visibles, lo que implica que este lugar puede no pertenecer al mundo Cristiano, fuera del ámbito de la civilización occidental. Por tanto, Edward proviene de una región no Cristiana, más allá de la civilización.

¿Por qué Peg sube a la montaña?

— Por motivos comerciales. Espero no especular, pero esto es similar a lo que sucedió cuando los occidentales fueron hacia Oriente durante la era de las nuevas rutas comerciales. Peg, vendedora de productos de belleza, se aventura a subir la montaña con la esperanza de tener un golpe de suerte después de un día complicado.

¿Por qué Peg baja a este extraño hombre de la montaña?

— Por compasión y bondad. Inicialmente impulsada por las ventas, Peg, una persona compasiva, lleva al solitario Edward a su casa. Semejante compasión y misericordia son excepcionales y parecen de un cuento de hadas.

¿Cómo percibe la gente del pueblo a Edward?

— Los habitantes del pueblo al principio se sienten curiosos, luego se asombran por sus habilidades únicas, y finalmente Edward se convierte en un deleite inesperado. Por un momento, parece ser la persona más popular en este mundo que alguna vez fue desconocido. Sin embargo, la gente no lo entiende en realidad; simplemente lo utilizan para diferentes fines, impulsados por la curiosidad o la necesidad de ayuda.

¿Cómo logra Edward ganarse el amor de Kim?

— Porque carece de la hipocresía y la timidez que prevalecen en el mundo civilizado. Es puro, sincero y amable, similar al amor romántico entre un cristiano y un gitano en obras literarias como "Carmen".

¿Por qué la gente termina expulsándolo?

— En verdad, nunca lo entendieron, ni tampoco quisieron hacerlo. Les agradaba por lo que podía ofrecer. En cuanto sintieron que era una amenaza potencial, lo expulsaron sin dudarlo. Además, podría ganarse el amor de las damas de la ciudad, haciéndolo aún más indeseable.

¿Por qué Kim no puede estar con Edward?

— Ésta es la metáfora de la relación entre la civilización y la Otredad. Edward, sin querer, altera la paz de la ciudad, lo que representa una amenaza para la seguridad de su gente. El requisito previo para la coexistencia pacífica entre civilizaciones es la ausencia de amenazas mutuas; de lo contrario, sobreviene la hostilidad. Especialmente cuando se trata de mujeres, puede provocar un derramamiento de sangre. Por lo tanto, incluso si Edward y Kim se aman, no pueden abrazarse sin restricciones. Al final, deben regresar a sus respectivos grupos: la civilización (aunque Edward vive en un mundo solitario), preservando la memoria mutua, como en un cuento de hadas.

La civilización trae una sensación de seguridad pero también puede ser opresiva. Por lo tanto, la gente necesita una salida imaginaria: algo más allá de la civilización, que inspire el género romántico. Las obras a menudo representan romances transculturales: entre orientales y occidentales, cristianos y gitanos, o incluso humanos y extraterrestres. Sin embargo, en última instancia son sólo imaginarias, ya que rara vez se cruzan las fronteras de las civilizaciones, porque estos límites son imposibles de borrar.

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