Dato clave para ver este robo de serie : Berlín transcurre cuatro años antes de que se detecte la enfermedad terminal del personaje.
La historia se centra en un ambicioso y desafiante atraco orquestado con su grupo llamado Ocean's Eleven. El objetivo son joyas valoradas en 44 millones de euros, equivalentes a unos 47,5 millones de dólares. En total son 63 objetos preciosos procedentes de 34 ciudades diferentes de Europa, entre ellas lugares como Zurich, Milán y San Petersburgo; los que está decidido a conseguir en una sola noche, coincidiendo con el momento en el que se encuentran en la casa de subastas más grande de París; Siendo esta ciudad el lugar principal donde se desarrollan los eventos.

En medio de los atracos, todavía hay tiempo para el romance, pero que digo, en realidad esta serie que prometía ser de las vibras de críminales ingeniosos, se convierte en un popurrí de romance, escenas ridículas y completamente absurdas e inesperadas, tanto, que pueden llegar a insultar un poco.

A el carismático Berlín lo vemos desbordado de sus sentimientos que juegan un papel crucial en el robo que se supone es el tema central de la serie, pero no. En la ciudad del amor, Paris; conoce a Camille, la seductora esposa del director de la casa de subastas, que es el epicentro del robo que paralelamente nos van contando; es con ella con quien vivirá una intensa experiencia que se sale de la marcha con el objetivo de hacerse con el botín y se convierte en una telenovela barata mexicana.

Si usted querido lector es un fanático de la casa de papel y considera que la religión lo obliga a ver esta serie, lo entiendo, pero si por el contrario es solo un fan curioso y cree que esta serie llega a ser algo muy entrañable con la casa de papel, le advierto que no es necesario perder el tiempo, yo se los ahorro: Es mala, malisima con ganas. La forma en que se plaga de ridiculez romántica es un completo desacierto y desperdicio para lo que sería el “gran universo” de la casa de papel.
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