La historia del cine no solo se conforma por clásicos de Hollywood y películas mainstream. También hay films muy importantes que han pasado por debajo del radar a través de los años.
POR LISARDO QUEVEDO
El cine B es un tipo de cine creado con bajo presupuesto, actores poco conocidos, pobre en guión, dirección y efectos especiales pero rico en creatividad, hasta suelen ser estrenadas sin publicidad. A diferencia del pensamiento hollywoodense donde se cree que hacer buen cine es invertir cantidades enormes de dinero, el cine B es la muestra viva de que no se necesita contar con el equipo técnico y humano más experimentado o el más enorme presupuesto para crear un buen film. Cat People (La Mujer Pantera, 1942) de Jacques Tourneur, Creature from the Black Lagoon (El Monstruo de la Laguna Negra, 1954) de Jack Arnold o Attack of the 50 Ft. Woman (El Ataque de la Mujer de 50 Pies, 1958) de Nathan H. Juran son clásicos ejemplos de lo que significa una película de clase B.

Es común denominar de esta clase a películas de terror o ciencia ficción hechas con muy poco dinero y características extravagantes. Pero este cine nunca se limitó a eso, ya que supo abarcar casi toda clase de géneros. El cine de clase B surgió a principios de los años 30. La caída de Wall Street de 1929 había originado una Gran Depresión. Estados Unidos pasaba por un momento crítico, que no discriminaba ningún ámbito. Por el lado del cine, la venta de entradas cayó un 50%. Ante un contexto tan duro, los ejecutivos de los estudios más importantes de Hollywood resolvieron financiar películas más baratas, más rápidas de hacer y de duración más corta, para acompañar a las películas de clase A en dobles programas. En aquella época, la mayoría de las compañías podían tener control no sólo de la producción sino sobre la exhibición y la distribución. Las películas eran proyectadas en giras programadas, y a medida que pasaban las giras, el valor de la entrada se iba volviendo más económico. De esta manera, el público que no podía asistir a las primeras funciones ahora tenía posibilidad de hacerlo, pagando más barata la entrada y viendo dos películas al precio de una. Para 1936, las grandes compañías se habían encargado de que el 75% de las salas tuvieran este sistema. Ante la demanda de producciones B, cada estudio creó una división dedicada a producciones de bajo costo. Así se conformó una subindustria que dio las primeras oportunidades a actores y directores que por entonces eran desconocidos pero luego darían el gran salto al cine de clase A.
The Mummy (1932) de Karl Freund
Vamos a tomar de referencia una de las películas más emblemáticas del género de la serie B. Estoy hablando de The Mummy (La momia, 1932) de Karl Freund.

La película narra la siguiente historia: En 1922, durante una excavación en el antiguo Egipto, el equipo de arqueólogos británicos dirigido por Sir Joseph Whemple dan una momia muy extraña, la de Imhotep. No le han sido extraídas las vísceras y todas las inscripciones para protegerle en el otro mundo, han sido borradas, castigándolo tanto en la vida como en la muerte. Tras un vistazo, el Dr. Muller detecta que fue enterrado con vida, para que sufriera la peor de las torturas. Al mismo tiempo, el ayudante de Whemple, Ralph, está obsesionado en abrir un cofre que les ha entregado un misterioso hombre, y, a pesar de las advertencias de sus superiores de que no lo haga, acaba haciéndolo y descubriendo un pergamino que lee en voz alta, provocando que la momia despierte de su sueño eterno, robe el pergamino y desaparezca. Diez años más tarde, cuando el hijo de Sir Whemple, Frank, está a punto de regresar a El Cairo con las manos vacías tras una excavación, un enigmático egipcio que se presenta como Ardath Bey, le entrega las pistas para que encuentren la tumba de la princesa Ankh-es-en-amon. Tras el exitoso descubrimiento, Ardath Bey reaparece para acercarse a lo que han extraído de la tumba, a lo que los Whemple se muestran más que agradecidos y dispuestos a hacerlo. Pero lo que no saben es que ese egipcio en realidad es la momia de Imhotep, que tiene la intención de devolver a la vida a su amada, Ankh-es-en-amon, a través de su última descendiente, la bella Helen Grosvenor, protegida del Dr. Muller.

En este film la momia es la protagonista. Como en la mayoría de las películas de clase B, el monstruo es el que lleva adelante la narración. No hay sorpresa, se nos presenta desde un principio y sabemos que tiene malas intenciones con los demás personajes. Un cofre que presenta una maldición es profanado y de esta manera desata lo que todos esperan. Que el monstruo se despierte. La momia es un humano, tiene cuerpo, puede caminar, puede pensar y puede accionar. Desde un principio sabemos que el resurgimiento de la momia lleva consigo una maldición que recaerá en los demás personajes. La ficción se articula en torno a eso. Pueden intentar escapar, pero al fin y al cabo, la momia los encontrará y determinará su destino. Los sitios donde sucede el terror son espacios cerrados, como la casa de los arqueólogos o el museo. Lugares donde no hay mucha escapatoria. La principal víctima del monstruo es una mujer, su amada en el pasado que en su actual vida no lo reconoce. Se empecina con volver a traer aquella del pasado al presente. La mujer no sabiendo la historia de su vida anterior, lo único que quiere es escapar de la momia y encontrarse con su amor del presente. Por lo que el monstruo intenta matar a su actual amor pero falla por el hecho de que éste tiene un amuleto que lo protege. Finalmente todo se resuelve y la momia es destruida, como suele ser el final de este tipo de películas. El monstruo nunca termina ganando, siempre es vencido por el esfuerzo y el amor de los personajes que intervienen en la trama.
Así que ya saben, si quieren saber sobre la historia del cine, en algún momento tendrán que pasar por el Cine Clase B.
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