Little Miss Sunshine ó la road movie perfecta

Escrito por Matias Sielecki (Siele)

En el mundo existe solo dos tipos de personas; los ganadores y los perdedores ¿Cuáles son ustedes?, con esta reflexión empieza Little Miss Sunshine del 2006, una Road Movie (película de carretera) dirigida por la dupla de Jonathan Dayton y Valerie Faris y escrita por el guionista Michael Arndt.

La cual para mí es una perfecta película de este género, ya que lleva al máximo las características del mismo, las cuales explicadas de forma básica son un grupo de personas, generalmente suelen ser un grupo de amigo o familia disfuncional que su relación llegó a un punto límite donde todo prende de un hilio que por una excusa ya sea importante para la trama o una idiotez emprenden un viaje por la carretera, donde sé buscará poner todo el tiempo en situaciones límites a sus personajes hasta que explotan y chocan su relación y esto suele suceder en el último tramo del viaje.

Así como sueña generalmente es un subgénero dentro del drama en donde suele hacer la total diferencia el desarrollo de personajes y lo que los conecta entre sí que puede una idea o concepto que lo atraviesan a cada uno de ellos. En el caso de Little Miss Sunshine seguimos a nuestro grupo de personajes que son una familia disfuncional con personajes cada uno más complejo que el otro, que están en un punto límite en su vida, un punto donde todo cambiara y esto viene perfecto, ya que la idea que los atraviesa es, en cuanto a lo individual, son ganadores o fracasados. Y que mejor excusa para reunirlos a todo ellos en un viaje hacia un concurso de belleza infantil.

Para que vean como esto sucede voy a presentar a lo que para mí, como ya dije antes, es el fuerte de toda road movie que son sus personajes; empezando por Richard Hoover (interpretado por Greg Kinner) quien es el padre de esta familia y quizás el culpable de los complejos que tiene los demás personajes, ya que un hombre que dan charlas de superarse de cómo ser “ganadores” en la vida con una regla de nueve pasos que está esperando que se dé una gran propuesta de trabajo aunque se miente a él y a su familia con su falsa confianza. Y esto está mostrado, ya que el primero que habla dándonos la frase por la cual empieza esta crítica. Después seguimos por la madre, Sheryl Hoover (Toni Collette), la cual para mí es la que menos está desarrollada, el cual su conflicto si se quiere es que si logro tener la vida que quiere para ella, aunque como ya dije tiene un desarrollo casi nulo. Seguimos con Frank (Steve Carell), el hermano de Sheryl, tío de la familia el cual intento suicidarse hace poco, es decir la figura más grande del fracaso, ya que por más que en un momento logro tener todo ante su primer tropezón se desmoronó y cayo a lo más bajo, por eso va a chocar mucho con su cuñado, Richard. Luego por lo contrario esta Edwin Hoover (Alan Arkin), quien es el abuelo de la familia quien parece no haber tenido una gran vida, pero que disfruta al máximo todo lo que tiene, aunque para lograr esa tranquilidad ante la vida necesite drogarse. Por último, pero más importante están los dos hermanos, Dwayne (Paul Dano) y Olive (Abigail Breslin), ambos tienen un sueño cada uno, los cuales persiguen, pero con miradas totalmente distintas a partir de la percepción de mundo que tienen, Dwayne, es el hermano mayor y tiene una visión del mundo muy pesimista a tal punto que no quiere interactuar con él y si lo hace solo es en post beneficio, sueño es pilotar aviones y para eso tiene un voto de silencio, el cual va a ser irónico porque es él más sabe lo que está pasando aunque no se “comunique” con su entorno. En cambio, Olive, es la hermana pequeña optimista que ve todo el mundo color de rosas y su sueño es ser miss universo, ya que es lo más parecido a ser princesa para ella, y es la que menos se entera de las cosas porque vive en su mundo de brillos.

Ellos entonces serán los encargados de llevar la trama a delante con todo lo que conlleva este viaje en el que se pondrá en jaque quienes son perdedores y quienes son los ganadores.

Resumiendo se podría decir que Little Miss Sunshine, es la road movie perfecta gracias al desarrollo de su maravilloso grupo de personajes que están atravesados de manera excelente con idea que los conecta todos ellos no solo como familia sino como individuos separados, haciendo nos hasta cuestionarnos nosotros mismo la forma en que pensamos nuestras vidas.