Analicemos brevemente dos obras representativas de la etapa posterior del neorrealismo, que forman parte de la trilogía de la soledad de Federico Fellini, específicamente La Strada y Las noches de Cabiria. Ambas películas tienen como protagonista a Giulietta Masina, la esposa de Federico Fellini, una actriz cuyas cualidades etéreas eclipsan su falta de belleza convencional. Ella interpretó el papel principal en la mayoría de las obras anteriores de Federico Fellini.
En La Strada, encarna al personaje casi angelical de Gelsomina, que lleva consigo la carga de toda la injusticia e indiferencia en el mundo. En Las noches de Cabiria, interpreta a un personaje en los márgenes de la humanidad. A pesar de su humilde estatus, mantiene fantasías sobre el amor. Ambos personajes anhelan el amor pero se encuentran jugando con sus emociones, deseando liberarse pero sin tener a dónde ir. Gelsomina, incapaz de soportar el peso después de presenciar la muerte accidental de Mato a manos de Zampanò, cae en la locura. Sin que ella lo sepa, su alma pura y hermosa suaviza lentamente el corazón endurecido de Zampanò.

Mientras suena la melancólica trompeta para Gelsomina, Zampanò, insensible y cargado de remordimientos por abandonar a esta alma compasiva, se quiebra en lágrimas en la playa. En este momento, un destello de humanidad emana de él, el precioso legado dejado por Gelsomina.

El destino de Cabiria refleja el de Gelsomina. La crueldad de la realidad y las etiquetas inevitables colocadas sobre ella erosionan gradualmente su confianza en el amor, la vida y la fe. A pesar de darlo todo, Cabiria es abandonada y grita agonizantemente en el suelo. Con flores en la mano, derrama su última lágrima, atravesando sin sentir a través de una multitud que celebra una boda. La alegría a su alrededor acentúa su profundo dolor y desesperación. Cuando se la observa, su leve sonrisa y asentimiento a la audiencia parecen más una resignación a las inevitables concesiones de la vida que una expresión de consuelo.

En estas películas, Federico Fellini, a través de fragmentos de la vida, revela cómo los personajes marginales son derrotados por la realidad y expresa una profunda compasión por ellos. Con Las noches de Cabiria, directores neorrealistas como Federico Fellini, Michelangelo Antonioni e incluso Luchino Visconti se desviaron inconscientemente del espíritu inicial del neorrealismo. Pasaron de retratar las condiciones de vida de la clase baja a adentrarse en las vidas internas de los personajes, explorando su psicología y aspectos espirituales. Algunos consideran a Las noches de Cabiria como el punto final del neorrealismo.
IV. El declive del neorrealismo italiano
El declive de las películas neorrealistas italianas se puede atribuir a factores objetivos y externos. La clase dominante e incluso la iglesia persiguieron a estas películas, acusándolas de distorsionar y oscurecer la sociedad y la realidad italianas. Además, la audiencia se volcó hacia las películas de Hollywood que inundaban Italia. Este fenómeno refleja la dificultad del neorrealismo italiano para competir con las películas de Hollywood. La audiencia no estaba inclinada a buscar entretenimiento en películas que representaran imágenes sociales sombrías. Las películas realistas que enfatizaban la pobreza, el hambre y el desempleo, especialmente si mantenían un tono sombrío, no podían retener la fascinación inicial que los espectadores tenían en las etapas iniciales.
Dadas estas circunstancias, las películas que integraban realidad, género y técnicas expresivas modernas para retratar personajes se volvieron más populares. Si observamos el surgimiento del neorrealismo italiano dentro del contexto histórico específico de Italia, su declive parece inevitable. Las raíces de su declive estaban arraigadas en su ascenso inicial.
Desde una perspectiva histórica, las películas neorrealistas surgieron durante la Segunda Guerra Mundial como una resistencia teórica de la izquierda italiana o de críticos de cine fascistas contra el cine de Mussolini. Sin embargo, esta lucha necesitaba un marco teórico más elevado como guía. Los teóricos del cine progresistas criticaron algunas técnicas falsas y fabricadas de algunas películas, pero no lograron presentar una postura o punto de vista poderoso para los cineastas. Abogaron por que las películas representaran o reprodujeran la realidad de manera veraz, sin especificar la posición o perspectiva de los cineastas sobre la realidad social, se necesitaba presentar una metodología integral. Cuando las condiciones históricas cambiaron, la gente naturalmente buscó caminos basados en sus posturas.
En cuanto a la creación ideológica, el movimiento cinematográfico neorrealista formó una unión en la industria cinematográfica italiana durante la lucha antifascista. Las personas involucradas en la realización de películas neorrealistas eran diversas en términos de experiencias personales, política, pensamientos y creencias religiosas. Se reunieron bajo el vago lema de que "las películas deben representar fielmente la vida real". Esta unidad se asemejaba a la alianza en Roma, ciudad abierta, donde, bajo condiciones específicas, desde sacerdotes hasta amas de casa, podían unirse contra el fascismo. Sin embargo, una vez que estas condiciones históricas desaparecieron, la gente naturalmente siguió sus caminos basados en sus perspectivas.
Esto es evidente en películas como Siempre te amaré (Journey to Italy) de Roberto Rossellini, donde explora la liberación espiritual y busca la gracia de dios. Mientras tanto, Vittorio De Sica, director de Ladrones de bicicletas, fantasea con la bondad como una cura crucial para resolver la pobreza en la sociedad en Milagro en Milán. Estas películas usan la pobreza en Italia como telón de fondo esencial. Por otro lado, las obras neorrealistas tempranas tenían indudables deficiencias. Los escritores necesitaban comprender de forma correcta y profunda los hechos que representaban. Mientras planteaban preguntas agudas, no podían señalar el meollo del problema ni sugerir soluciones. Como resultado, revelaban una conciencia de clase media y un tono triste.
Algunos argumentan que el declive también está relacionado con la necesidad de una mayor profundidad en la caracterización. Desde el principio, el neorrealismo italiano enfatizó ampliamente representar fielmente el rostro real de la sociedad italiana. Por lo tanto, objetivamente se oponía u pasaba por alto la representación de personajes típicos. En muchas películas, las personas en el contexto del neorrealismo italiano son, hasta cierto punto, simplemente intercambiables con el fondo del entorno circundante.
- La épica del neorrealismo italiano (Parte 1)
- La épica del neorrealismo italiano (Parte 2)
- La épica del neorrealismo italiano (Parte 3)
- La épica del neorrealismo italiano (Parte 5)
¡Comparte lo que piensas!
Sé la primera persona en comenzar una conversación.