De la novela al cine - Un amor (2023) de Isabel Coixet

«Entonces soy yo como pudiera ser cualquier otra.

Es solo media tarde, pero la luz que entra en el dormitorio es turbia, como si ya estuviera anocheciendo. Apenas pueden verse bien las caras. Andreas medita unos segundos y después desvía los ojos hacia el techo.

-Podrías ser otra y yo también podría ser otro. Siempre es así.

-Pero si yo no hubiese venido en tu busca después de… la primera vez, ¿nada de esto habría pasado?

-Posiblemente no.

-Duele mucho oírte decir eso.

Él sonríe, abstraído.

-No debería dolerte. Al final, ha pasado. Eres tú y soy yo. Eso es lo que cuenta»

(Mesa, p.101)

* * *

Un total de 7 nominaciones a los Premios Goya son con las que cuenta la adaptación de Isabel Coixet de la novela titulada Un Amor (2020), de Sara Mesa. Laia Costa y Hovik Keuchkerian protagonizan la que probablemente ha sido una de las historias más leídas en este último año, sobre todo desde que la directora de cine anunciara que su próximo proyecto partiría de ese texto. Sin embargo, el recorrido de la escritora viene de largo. Nacida en Sevilla, afianza su carrera profesional junto a la editorial Anagrama en el año 2012, y es en el año 2018 cuando publica Cara de pan, la que probablemente es una de sus obras más reconocidas junto a La Familia, Mala letra y Un amor. Asimismo, en 2019 publica Silencio administrativo para la sección de breves ensayos nuevos cuadernos de Anagrama: «Una reflexión sobre el impacto brutal de la pobreza en los individuos que la sufren y sobre las actitudes imperantes frente a ellos en nuestra sociedad. Especialmente indicado para quienes piensan que ellos no tienen prejuicios» (Edurne Portela, El País).

En esta adaptación de la novela, la directora Isabel Coixet construye el guión junto a la periodista y escritora, Laura Ferrero. Sin ser una historia de creación propia, Coixet consigue atravesar el relato de Nat hasta lo más profundo, siendo indiscutiblemente fiel en su adaptación. Tanto es así, que considero que la película será del gusto de todos aquellos lectores que hayan disfrutado de la novela. Y por el contrario, aquellos que hayan podido sufrir con la aridez y la sensación de acero que las palabras de Mesa consiguen transmitir, se encontrarán con una sensación similar en la película.

Nada más salir del cine, me viene a la cabeza Ayer no termina nunca (2013), una película protagonizada única y exclusivamente por dos actores, una brillante Candela Peña respaldada por Javier Cámara. Sin ser una historia propia, Coixet hace que el relato de Mesa encaje dentro de su habitual naturaleza, y refleja también esos lugares inhóspitos, extraños, ambiguos, que generan un absoluto rechazo con solo mirar, como lo hace en la mencionada. He estado dándole vueltas a esta cuestión también, llegando a la conclusión de que es el propio relato el que por sí solo encaja en las temáticas habituales de la directora; las relaciones sentimentales caducas, el pasado que atormenta, la influencia de un lugar virulento.

Un conjunto de sensaciones tras leer la novela

16 de enero. 14:07h

Antes de abrir la novela, había preguntado en repetidas ocasiones, ¿es mejor leer el libro antes de la película? La mayoría de las voces que respondían a mi pregunta salían con algo similar que no tenía demasiado que ver con mi duda. La película te deja con la misma sensación que el libro, con ese desasosiego, ese mal cuerpo. Mal cuerpo. Mal cuerpo tras leer la historia que Sara Mesa desarrolla en no más de 190 páginas. A decir verdad, creo que mi cuerpo iba condicionado a sentirse vacío, a sentirse también acompañado en una culpa, en una pena que proviniese de la historia de Nat. Pero nada fue así. Comencé mi lectura el pasado 15 de enero en un autobús camino a Madrid. Continué sentada en el suelo del metro al salir del trabajo. Hasta el momento, habiendo leído las dos primeras partes de la novela -está dividida en tres, como si fuesen tres actos-, no encontré rastro de esa sensación agónica de la que me habían hablado. Sí, no es una historia feliz, inspiradora, alegre. Pero es conmovedora, es tranquila, es sencilla. Sin embargo, he terminado el martes 16 de enero, hoy, en el sofá de mi casa, encontrándome -al fin- algo más cerca de ese sentimiento.

Portada de la novela de Sara Mesa

Una de las cuestiones que más ha asaltado mi cabeza en el tiempo de lectura ha sido la transformación de los códigos de la novela a la pantalla. Es cierto que no es la primera obra que leo y luego veo su adaptación en el cine, pero en esta ocasión, creo que el propio texto, tan concreto como borroso a partes iguales, habla más de sensaciones que de cantidad de acciones. En Un amor (2020) pasan cosas, claro está. Hay una historia, la de Nat, que evoluciona, un personaje que avanza mientras le van sucediendo cosas. Pero diría que la novela nos habla más de un conjunto de sensaciones, de atmósferas, de cómo se siente ella en diferentes espacios y cómo estos lugares condicionan su sentir. Es por eso que sin haber visto la película, presiento escenas contemplativas, pausadas, en las que los personajes se den el tiempo para sentir y ese tiempo también le sea concedido al espectador. Quizás, podría decirse que es también una novela física, en el sentido más orientado hacia lo sensorial y sobre todo dirigido hacia el espacio. Por una parte, porque estamos ante un pueblo La Escapa que es casi un elemento protagónico en la historia. Por diferentes motivos que se revelan a través de conversaciones, Nat decide irse a vivir a esta diminuta localidad y a partir de aquí, trata de convivir en un espacio ajeno a ella, hostil, inhóspito, casi rival. También lo son las casas de sus vecinos, ajenas, lejanas aunque se encuentren a un par de metros.

El lenguaje

Hay detalles en Sara Mesa que me fascinan, detalles pequeños, minucias que enriquecen el texto de manera indiscutible y dotan al espacio y a sus personajes de una profundidad que todo lector agradece a cada palabra. En el caso de Un Amor, la magia sucede a través del propio lenguaje, pues la protagonista, Nat, es de profesión y ocupación traductora. Esto genera un juego muy sofisticado por la parte en que la propia autora se permite jugar con la elección de las palabras, y expone ese juego, esas pequeñas decisiones que en todo proceso de escritura son vitales, justificándolas con la profesión de la protagonista. Es así como el propio hecho de escribir adquiere su mayor sentido, evidenciando no solo la naturaleza reflexiva y metódica del personaje sino el propio proceso de escritura.

«(…) qué significa todo esto, parece decir, por qué están todos discutiendo sobre cosas que no entiende -cosas como arcenes, farolas o contenedores-, mientras por su cabeza desfilan imágenes del océano y palabras desvinculadas las unas de las otras» (Mesa, p.57).

De la novela al cine:

Cartel oficial de la película

Vamos a hablar de lo que nos cuenta la autora en la novela, de la historia de Nat. Esta historia comienza desde el momento en el que ella entra a habitar este espacio ajeno, pobre, descuidado, hostil. Sus primeros encuentros con el casero vaticinan el resto de encuentros con los habitantes de La Escapa, tan desestabilizadores con este o más, si cabe. Todos los personajes del pueblo resultan igual de hostiles para Nat, como ella lo es. Personajes complejos, llenos de pasado, con intenciones ocultas o demasiado explícitas que resultan groseras e incluso humillantes. Así son, por ejemplo, su casero, machista, misógino, pervertido y acosador, o Piter, un joven aldeano cargado de lo que a día de hoy llamaríamos conductas mansplaining.

A partir de aquí, diríamos que es una novela de encuentros, de cómo Nat se relaciona con todos estos nuevos rostros que pasan a formar parte de su vida, pues el entorno ofrece poco más. Y por ello, el peso de todas estas sensaciones recae en estas pequeñas conversaciones, fugaces en ocasiones, con Piter, Andreas, Joaquín y Roberta -quizás los personajes más amables que llegamos a conocer- o la pareja de vecinos en la que sucede la tragedia final.

¿De dónde surge, pues, el título de la novela? No tiene nada que ver con todas estas repulsivas insinuaciones del casero o de Piter, no. Corresponden a otro de los vecinos de la pequeña localidad, Andreas, también conocido como el alemán. A partir de un fugaz encuentro, él propone desde una inquietante compostura sorprendentemente calmada un intercambio de necesidades, por llamarlo de alguna manera, lo que convertirá un primer acercamiento sexual en una relación turbulenta y de conductas absolutamente tóxicas. La actriz Laia Costa habla en la revista Vanity Fair para analizar un personaje que «está muy necesitado de conexión humana y solo recibe microagresiones sociales».

Todos estos personajes tan diversos y lejanos -en contraposición la cercanía en la que habitan los unos con los otros- comparten un rasgo común: todos ellos surgen como personajes cargados de pasado. Un pasado que no requiere de explicación necesariamente, como es el caso de Piter o del casero. Sin embargo, cuando la explicación sale a la luz, las revelaciones de sus causas y sucesos enmudecen el ambiente, generando un silencio ensordecedor. Este sucede indiscutiblemente en la escena en la que Andreas rebate la posición “acomodada” de Nat y su decisión de dejar el trabajo. Todos ellos son personajes que jamás desearíamos como vecinos, desagradables, a menudo hirientes.

Es preciso hablar, aunque solo sea en unas pocas líneas, sobre el brillante trabajo interpretativo que hacen los dos protagonistas, Laia Costa y Hovik Keuchkerian en sus papeles de Nat y Andreas respectivamente. Con un total de tres proyectos estrenados este pasado 2023, Els encantats, El maestro que prometió el mar y esta misma, dos de ellos nominados a la 38ª edición de los Premios Goya en España. Un amor (2023) supone el segundo trabajo junto a la directora Coixet. Es probable que la recordéis de Foodie Love, la primera serie producida por HBO en España. Pero sin duda alguna, uno de sus mejores trabajos interpretativos lo encontramos en Cinco lobitos, la última película de Alauda Ruiz de Azúa. Hovik Keuchkerian, cuya fama mundial llegó debido a su aparición en La Casa De Papel, reaparece comedido a la vez que salvaje en un personaje abrumador. Ambos han logrado la nominación a Mejor Actriz / Actor Protagonista en los Premios Goya.

Laia Costay Hovik Keuchkerian

¿Cómo se transforma el argumento en la adaptación?

De la forma más directa posible, pues el guión es casi en su totalidad, absolutamente fidedigno a la novela de Sara Mesa, a excepción del final. También lo son las sensaciones, tal y como he comentado antes, las atmósfera de las casas, del pueblo. Sorprende incluso la brillante representación que los actores escogidos hacen en comparación con los personajes que construye la escritora en papel. A mi parecer, el casting resulta totalmente verosímil, no hay personaje alguno con el que el espectador sienta un rechazo por no encajar con el imaginario previo de la novela.

De todas las pequeñas sensaciones que he recogido a lo largo del proceso de lectura, diré que es una novela que me gustó, pero no me fascinó. El lenguaje es sencillo pero adecuado, no resulta en absoluto complejo y es un libro muy bien escrito. También lo es la historia, abrumadora, pausada sin llegar a hacerse pesada ni lenta, quizás también porque la extensión de la novela es adecuada para la historia que se quiere contar. En mi opinión, son las sensaciones que consigue transmitir a través del personaje de Nat lo que hacen que la novela se eleve por encima de otras, el rechazo y la angustia que los lugares nos pueden llegar a transmitir. ¿Qué sucede, entonces, cuando vemos la película? Que todo esto se multiplica indudablemente. Cuando a la sensación de la letra le sumamos la imagen adecuada que completa este sentimiento, todo aquello que Sara Mesa trata de reflejar adquiere una relevancia y un peso descomunal. Es por esto que aclaró arriba que la película será de agrado para todos aquellos que hayan disfrutado mínimamente el libro. Por ello, si tuviera que responder a la clásica pregunta de ¿qué es mejor, el libro o la película?, yo diría que el trabajo de Coixet consigue elevar todo lo bueno que la novela de Mesa tiene. Eso sí, creo que merece absolutamente pasar por una primera lectura antes de adentrarse en la imagen creada para ella.

Fotografía del proceso de rodaje

¿Cuáles son los cambios que podemos esperar en la adaptación?

Hay elementos que una vez adquieren una imagen, el cerebro asocia con mayor nitidez. Letras que posiblemente en un momento de lectura rápida no calan tan profundo, hacen que cuando son puestas en boca de un personaje y se acompañan de una intención, una mirada, una mueca, adquieran un significado más profundo. Este es el caso del perro de Nat, Sieso. Aunque es cierto que en el libro sucede de forma similar, la presencia del animal en boca de todos y cada uno de los vecinos hacen que su llegada se entienda como una premonición de algo malo que va a llegar. Cada uno de los personajes se acercan a Nat para advertirle que la energía del animal no es buena, que podría ser peligroso, que el desconocimiento de su procedencia podría generarle problemas. Y es así como sucede al final, vaticinan una tragedia. Sin embargo, el desarrollo de este suceso no ocurre igual en el libro que en la película, siendo más escueto, menos dramático en esta última. Por consiguiente, esto hace que la escena final adquiera un sentido y una profundidad mucho mayor, con el baile que Nat le ofrece a la tierra que está a punto de abandonar, un movimiento catártico, liberador.

Frame de la escena final

Un detalle curioso que me sacó una pequeña sonrisa fue su aparición en los créditos finales como el cuarto quinto personaje más importante de la obra, y como no podía ser de otra manera, con su nombre de verdad: Flor.

Se agradece también la frase final de despedida que Nat le dirige a Piter acerca de sus vidrieras, interpretado por un Hugo Silva que se aleja totalmente de la imagen de hombre seductor que tantos años ha interpretado en infinidad de papeles. Con Un amor (2023), consigue la nominación a Mejor Actor de Reparto en los próximos Premios Goya.

A día de hoy, la película sigue todavía en las salas de cine. Próximamente, a partir del 1 de marzo, estará disponible en Filmin.

Nahia Sillero.

Comentarios
Tendencias
Novedades
comments

¡Comparte lo que piensas!

Sé la primera persona en comenzar una conversación.

7
comment
0
favorite
1
share
report