En el año 2010, vi la película Mi primer amor por primera vez y al volver a verla recientemente, sentí que mi corazón se volvía a emocionar. La historia de dos niños y un árbol parece simple, pero resuena profundamente en la audiencia.
Lo que más me impactó fue la profunda autoconciencia de la protagonista, que tenía alrededor de diez años. Evalúa si la persona a la que ama es digna de ese afecto. Una vez que su respeto se ve afectado, ella suelta al chico. En nuestra cultura, el amor parece exigir que uno se rebaje y sacrifique como una muestra del verdadero amor.
Mi primer amor no es solo una simple historia de amor juvenil, también explora temas como la búsqueda de sueños, el respeto hacia los demás, la diligencia, las perspectivas sobre la pobreza, la aceptación a familiares con discapacidades y el respeto. Un detalle conmovedor es cómo los padres manejan una discusión: reconfortan a su hija y le aseguran que no es su culpa. Esto demuestra que unos padres amorosos superan a los adinerados.
La escena donde la joven corre a casa llorando, para contar un incidente donde el chico intentó besarla frente a todos, muestra la respuesta de la madre. En lugar de condenar al chico, la madre sugiere que la niña hable con él, mostrando una disculpa educada cuando él golpea la puerta. A pesar de que el chico proviene de una familia que menosprecia a la familia de la niña, sus padres lo tratan como a un par.
Mi primer amor muestra una representación cultural de las protagonistas femeninas en las historias estadounidenses, similar a los personajes en UP: aventureras, románticas, sin miedo de destacar, sabias, arraigadas en la búsqueda de sueños, vibrantes, capaces de dar y recibir amor, con un cuerpo y alma saludables. Las protagonistas femeninas estadounidenses son árboles, floreciendo incluso sin un protagonista masculino.
Muchos discuten cómo el chico no está a la altura de la chica y cómo está en conflicto. Mi primer amor destaca un hecho simple: el desarrollo emocional de los niños y las niñas. Las estudiantes mujeres superan a los estudiantes hombres en la escuela primaria. Las niñas maduran temprano y los niños son ingenuos, lo que resulta en que las niñas desarrollen sentimientos antes que los niños. Mi primer amor retrata la brecha intelectual entre ellos, no una disparidad en el carácter. Después de una cuidadosa consideración, el chico desafía valientemente a su padre, tomando una decisión acertada sobre sus valores y perspectiva de la vida.
Las narrativas estadounidenses muestran franqueza. Ya sean momentos buenos o malos, los enfrentan de forma directa como se muestra en esta emocionante película, Mi primer amor.
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