
Escrito por Cristian L. Pires
Jueves 8 de febrero de 2024
Cuando el ex capataz de una fábrica de autos cerrada convence a una corporación japonesa de trabajar en su ciudad, la diferencia entre ambas culturas genera una tensión difícil de sobre llevar, Hunt en un intento por conservar su trabajo, el de su gente y probar que el obrero americano es tan bueno como el japonés se pone una meta… construir 15 mil autos en un mes. Dirigida por Ron Howard y protagonizada por Michael Keaton, Gung Ho se estrenó el 14 de marzo de 1986 cosechando criticas mixtas y convirtiéndose en un éxito moderado.
Michael Keaton y su primera mascara, la comedia.
Gung Ho es una comedia ligera de esas que tanto hicieron las tardes de muchas personas que ya peinan alguna que otra cana, con una estética ochentera muy marcada por el ojo creativo de Ron Howard la película muestra algunas cosas que entretienen mucho. Una de las cosas más positivas que le veo a esta película es con el buen ritmo que empieza, si bien este guion incluye muchas escenas con reuniones y demás que hacen que la película caiga en una especie de pozo, muchas de las actuaciones principales y secundarias mantienen al filme entretenido, sosteniendo esa elocuencia particular entre escenas. No se puede negar que Michael Keaton en su rol de Hunt Stevenson es el que mantiene a esta cinta unida, en esta ocasión tenemos un Keaton que puede que hoy le resulte desconocido a la audiencia, el Michael Keaton pre-Batman, pre-Beetlejuice y el actor anterior a los roles dramáticos, que buscaba todavía consolidar su estilo por otros géneros, pero que irónicamente también consolido con este filme otro aspecto en su carrera que lo acompañaría siempre, el rol de hombre trabajador. Este es el actor que brillaba como protagonista cómico convirtiendo un prototipo de personaje en algo entretenido de ver, es el talento de Keaton el que llena los vacíos en este personaje, que dicho sea de paso es tan plano como lo requiere una película de estas características. Sin embargo, esto lejos de ser algo malo es increíblemente, algo positivo o al menos lo es hoy donde particularmente quien les escribe, extraña este tipo de comedias que juegan un juego simple directo y que no tiene la molesta pretensión se complicarse. Comedias simples con tramas simples que por su construcción el espectador sabe que esperar, quizás básicas o quizás con recursos repetidos pero que funcionan, con un final redondo que cumpla con su tarea número 1, entretener.

¿Como que en Argentina?
Nuestra fuerte influencia europea y la siempre reincidente inestabilidad económica logro una mezcla que atrajo esta producción a la Argentina, al parecer la Paramount y la Sevel (Sociedad Europea de vehículos para Latinoamerica) firmaron un acuerdo con la fabrica de Fiat en el Palomar, ya que la idea principal de filmar en Tokyo aumentaba demasiado los costos de la producción. La flota de autos norteamericanos distaba muchísimo de el estilo japones, es por eso que en 1985 los 147 y los Fiat Regatta fabricados en el conurbano Bonaerense pasaron a ser el eje central de esta comedia.

IMPRESIONES Y VALORES TÉCNICOS
Entre los otros personajes e interpretaciones, es de recalcar el aporte de Gedde Watanabe como Oishi Kazihiro quien se acopla perfecto con Keaton para mostrar su comedia propia logrando ser la cara que explicita el conflicto entre los 2 países, con una sátira nuevamente básica pero efectiva, los 2 siguen por el clásico de camino de pareja dispareja que para el final llegan a respetarse y hacerse amigos, es entre estos 2 personajes que los mejores momentos de la película cobran vida. Otros personajes como Willie, Buster o Audrey si bien son importantes para la película si se sienten como necesidades del esquema de filme, en particular Audrey interpretada por Mimi Rogers, la novia de Hunt que está ahí porque el protagonista necesita tener una pareja y necesita algún conflicto intermedio, tenga o no tenga sentido. Este dúo no se explora en absoluto en el filme y lo que son lo plantea la película al inicio, pero la trama no lo solidifica en ningún momento por eso cuando este personaje abandona la cinta momentáneamente, ni nos enteramos, no sufrimos su partida, y no festejamos cuando vuelve, uno de esos personajes que tiene que estar porque tiene que estar, pero que si sus momentos se eliminaran de la trama, el resultado final no se vería tan afectado.

La banda sonora fue compuesta por Thomas Newman conocido por películas como Cinderella Man o Belleza Americana y en esta ocasión este compositor entrega una propuesta muy simple, por momentos logra encajar muy bien con el ritmo de las escenas, sin embargo, en una experiencia general no se siente como un agregado que logre mucho por sí solo. La inclusión de algunas canciones de las bandas del momento aporta su toque en particular la canción “Dont get me wrong” de The pretenders, la escena inicial con esa linda canción y Hunt viajando por Japón logra poner en ambiente enseguida. Es parte de un buen inicio, alegre y divertido como los que se solían proponer en las comedias de los 80s y 90s, donde el humor no iba tan pegado a esos personajes cínicos o frívolos con momentos chistosos, sino un inicio explosivo y al planteo de una aventura que sabemos que va a salir mal, pero que también sabemos que se va a solucionar dejándonos unas risas en el medio.
Llegando al final de esta reseña, Gung Ho es una película que logra su cometido, una propuesta sin segundas vueltas, derecha, sincera y con unas buenas risas, puede que intente instaurar una idea del modelo americano versus la eficiencia Japonesa… pero esto no se siente como algo que quieran forzar, sino mas bien como el vehículo por el que se mueve la comedia, por lo que esto pasa definitivamente a un segundo lugar. Con un final típico pero que justamente se convierte en su fórmula ganadora, esto es lo que la hace más valiosa y lo que hace que la recomiende %100.
Curiosidades de la película
El éxito de esta película hizo que en diciembre del mismo año se estrenara por la cadena ABC una serie del mismo nombre, fungiendo como una secuela del filme, si bien muchos de los interpretes de los personajes japoneses incluido Gedde Watanabe repitieron sus papeles, Hunt Stevenson fue interpretado por Scott Bakula.
Gran parte de la película se filmó en Pensilvania, con el inicio del filme grabado en Japon.
Las escenas de la fábrica de Assan Motors fueron grabadas en la fábrica de autos Fiat en el Palomar, Berazategui y Caseros, provincia de Buenos Aires, Argentina.
Los ejecutivos de Toyota han tomado a esta película como un ejemplo de cómo no tratar a los obreros americanos.
Los modelos de autos Assan eran en realidad los modelos Fiat Spazios y Fiat Regata.
Irónicamente Gung Ho significa “Trabajar juntos” pero en chino, no en japonés.
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