

Hay una cierta obsesión en Hollywood por tratar de inspirarse en la película clásica de suspenso e investigación "El Silencio de los Inocentes" para la producción de ciertas obras, y algunos de estos intentos son exitosos, como en "Los Siete Pecados Capitales". Sin embargo, hay otros que son un completo desastre, como es el caso de "Mindcage", una película de suspenso dirigida por Mauro Borrelli y disponible en el catálogo de Netflix.
En la trama, dos detectives investigan crímenes idénticos a los de un asesino en serie conocido como "El Artista", quien fue capturado y encarcelado cinco años antes. Para resolver el caso, buscan la ayuda de este mismo asesino con la esperanza de encontrar al imitador, pero descubren que el caso es aún más oscuro y complejo de lo que esperaban.
La película está protagonizada por Martin Lawrence, John Malkovich y Melissa Roxbourgh, y todos están terriblemente mal en sus papeles. Lawrence actúa en piloto automático, entregando diálogos superficiales y genéricos en todas las escenas, lo que también se aplica a Roxbourgh, incapaz de transmitir carisma en sus momentos en pantalla. La decepción es especialmente notable con el personaje de Malkovich, quien interpreta al asesino en serie a la manera de Hannibal Lecter, pero no logra transmitir intimidad ni temor.
Sin embargo, la película no es perjudicada solo por el pobre desempeño de su elenco principal. Esto, de hecho, es consecuencia del frágil guion escrito por Reggie Keyohara III. Además de no dar profundidad a los personajes, la narrativa deja al espectador desinteresado por el misterio, incluso con la película teniendo solo 90 minutos de duración.
Una serie de conveniencias y agujeros hacen que la trama de "Mindcage" funcione casi como un somnífero para elefantes. A pesar de los puntos negativos evidentes, la película se apoya en una estética visual que recuerda al gótico, evocando la primera temporada de la serie "True Detective", especialmente en la forma en que se encuentran las víctimas, como si fueran verdaderas obras de arte.
Sin embargo, la dirección de arte por sí sola no es suficiente para sostener la producción, que seguramente frustrará al espectador con su desenlace rozando lo absurdo. "Mindcage" intenta apuntar hacia una versión actualizada de "El Silencio de los Inocentes", pero termina pareciendo más una sátira que una obra que realmente deba tomarse en serio.
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