Sofía Vergara como “Griselda” tiene la mitad de la batalla ganada. Desafortunadamente, solo la mitad.

Spoilers

Netflix se llevó el premio gordo cuando decidió elegir a Sofía Vergara como la traficante de drogas, Griselda.

Sofía Vergara

Siendo completamente honestos, ¿podría haber alguien más perfecto para ese rol?

Sofía tiene raíces colombianas, su lengua materna es el español y una personalidad feroz. Fue a Hollywood sola, con su hijo, hace más de 20 años y se abrió camino hasta convertirse en una de las actrices mejores pagas de la industria; si eso no grita "guerrera", no sé qué lo hace. Se podría argumentar que una madre poderosa no se rinde fácilmente, y ese es exactamente el tipo de energía necesaria para interpretar a una narcotraficante que dirige su propia pandilla.

Sofía Vergara

Por supuesto, Sofía y Griselda no son completamente parecidas, pero sí tienen en común los orígenes colombianos y las personalidades fuertes. Por lo que escuchamos, Griselda llevó una vida bastante salvaje: una madre comprometida, inteligente y ambiciosa que dirigía uno de los grupos de narcotráfico más rentables de todos los tiempos. En un negocio predominantemente masculino, ella era la gran jefa. Tuvo tres matrimonios y tres veces se deshicieron indirectamente de los padres de sus hijos; ella se vengó y acabó muriendo en represalia. ¿Qué tal para un drama?

No era una persona amable, pero tampoco una maníaca sin corazón. Su identidad como madre la distinguió de los traficantes de drogas masculinos, dejando espacio para que el público interprete su vida. Por eso esperaba con ansias la actuación de Sofía, esperando que interpretara a una Griselda compleja y atractiva.

Pero el encanto de la actriz sólo gana la mitad de la batalla. Después de ver los seis episodios, me di cuenta de que la otra mitad falla.

Griselda

(Spoilers a continuación)

La actuación de Sofía no decepciona, pero las prisas de Netflix por concluir la historia de Griselda en seis episodios omitieron muchos detalles sobre la creación y el mantenimiento de su red de narcotráfico, y esta omisión dificulta que el público comprenda al personaje.

Además, la serie no retrata con precisión el pensamiento estratégico de Griselda en la construcción de su imperio. En cambio, cada movimiento exitoso parece depender de la suerte, que a menudo resulta de decisiones de los hombres. Un buen ejemplo es cuando el hermano de su exmarido está a punto de matarla, pero un asesino llamado Darío, con el que no tiene ninguna conexión, llega justo a tiempo y la salva. La serie atribuye su intervención a una inexplicable simpatía por Griselda, que ella desconoce por completo.

¿Por qué no agregaron más detalles? Al mostrar que Griselda tenía alguna conexión con Darío y sabía que él la ayudaría en un momento crítico, esto habría reflejado su capacidad para utilizar y manipular a las personas. ¿No es ésta una forma común de dar forma a los protagonistas masculinos? Pero el programa tomó esa decisión, lo que me hace sentir que los escritores no hicieron lo suficiente para convertir a Griselda en una persona valiente e ingeniosa.

Igualmente confuso es cuando Griselda ordena su primer asesinato y camina de un lado a otro por la cocina de su casa. Entiendo que los directores querían mostrar una batalla interna a través de su malestar – una lucha entre la ambición y la conciencia – pero hay muchas maneras mejores: mostrarla sentada sola, fumando, aparentemente tranquila, pero en realidad perdida en sus pensamientos, sin darse cuenta de que la se acerca; o dejarla en casa cómodamente como siempre, jugando con sus hijos. Estos lenguajes cinematográficos comunes se utilizan para dar forma a personajes masculinos al estilo “El Padrino”, y creo que son mejores que la forma en que se hizo con Griselda.

Sofía Vergara, Griselda

Voy un poco más allá: si Griselda fuera un hombre, la trama del programa sería mucho más compleja y rica en detalles, no giraría sólo en torno a su identidad femenina, sus indecisiones y sus ganancias y pérdidas.

En las películas de gánsteres con protagonistas masculinos, los personajes femeninos son generalmente estereotipados y simples. En realidad, sin embargo, las mujeres son mucho más complejas que estos personajes, y una mujer que puede comandar una pandilla debería ser intrínsecamente más compleja: no puede ser puramente buena, ni mansa ni temerosa. Por eso, cuando Netflix decidió hacer una producción sobre una narcotraficante, pensé que los creadores buscarían enfrentar y presentar la complejidad del personaje.

Pero resulta que una vez más simplificaron y estereotiparon lo que podría haber sido un personaje tridimensional. Al observar el viaje de Griselda en la serie, cuesta creer que una mujer como ella sea capaz de formar una pandilla poderosa. Quizás al equipo creativo también le costó imaginar este proceso y no encontró otra manera que añadir un poco de ambición y coraje al personaje; como resultado, los detalles de su éxito no siempre son convincentes. Parece tener poca inteligencia y su éxito parece en gran medida una cuestión de suerte. Su mayor talento es la capacidad para persuadir a los hombres para que la ayuden a alcanzar sus objetivos. No parece haber señales de que comprenda la situación general, la psicología y la lógica conductual de otras personas; ni siquiera un análisis propio de todo lo que está pasando. Tiene ambición, pero no puede escapar del estereotipo de “mujer fatal”.

La conclusión de la historia parece demostrar que todo el éxito de Griselda depende del apoyo y el amor de varios hombres, y su ingenuidad y miopía la llevan al fracaso final. Creo que la interpretación de la trama y la interpretación de Griselda disminuyeron la emoción de la historia original y también arruinaron la brillante actuación de Sofía.

Sofía Vergara

Volvamos a hablar de la actriz. En una entrevista reflexionó sobre su ingreso a Hollywood: “Mis grandes pechos y mi cuerpo me abrieron las puertas; cuando comencé a modelar a los 20, eran mi pasaporte al mundo, pero hoy tengo 51 y sigo aquí".

Sofía no niega las oportunidades que recibió por su imagen, pero espera ser más que eso ahora. Griselda podría haber sido un papel que la hubiera ayudado a demostrarlo, y realmente demostró sus habilidades; desafortunadamente, no fue sólo una cuestión de su esfuerzo.

Lo que le falta a la industria televisiva no son buenas actrices, sino guionistas y equipos creativos con una perspectiva más feminista. Espero que la próxima Sofía encuentre un papel mejor y pueda por fin lograr la victoria de la otra mitad de la batalla.

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