Una visita a las tumbas de Hollywood, Marilyn Monroe espera un nuevo vecino

Hace 11 años que no voy a Los Ángeles y esa vez estuve allí para hacer una escala. Tenía que esperar durante todo el día. Un editor de cine local amigo mío estaba libre y, junto con su novia, se ofreció a recogerme en el aeropuerto y para explorar juntos la Ciudad de los Ángeles. Al enterarse de que ya había visitado atractivos importantes me hizo una singular sugerencia: "¿Y si vemos las tumbas?"

Todo el mundo sabe que Los Ángeles es el hogar de la mayor cantidad de estrellas de cine y profesionales de la industria, incluidos aquellos que alguna vez encontraron su descanso bajo tierra. Entonces, en este viaje rápido, ¿a quién visitaríamos? "Marilyn Monroe y Edward Yang", dijo mi amigo. Monroe es conocida por todos y Yang es un director taiwanés al que los tres admiramos. En el mundo del cine en lengua china, se le considera uno de los más grandes directores.

El cementerio que visitamos se llama Pierce Brothers Westwood Village Memorial Park y está ubicado en Westwood Village, justo al sur del centro de la ciudad, en un parque pequeño y sencillo rodeado de edificios altos. En la vasta extensión de Los Ángeles, que parece una tortita estirada, éste ya es un lugar muy céntrico. Después de estacionar el auto, entramos por una puerta de hierro en el lado noroeste y fuimos recibidos por un vasto césped sin mapas ni señalización. En el centro se alza un ciprés gigante, como un vigilante silencioso, con ramas apuntando en todas direcciones. Los muros, que se extienden hasta donde alcanza la vista, reflejan directamente la pequeña escala del cementerio. Comparado con otros que he visitado durante mis viajes, como el Novodevichy de Moscú, el Père Lachaise de París, el Recoleta de Buenos Aires y el American de Normandía, todos los cuales también albergan a innumerables celebridades, es realmente pequeño. Sin embargo, Pierce Brothers puede tener la mayor densidad de luz estelar por metro cuadrado del mundo; al fin y al cabo, los “residentes” aquí sólo ocupan una pequeña placa rectangular con su nombre.

Siguiendo las guías de los carteles, caminamos por North Cemetery Road y nos dirigimos directamente hacia el lado noreste, donde se encontraba un muro de granito. Muy fácilmente, en el medio, un poco hacia la izquierda, nos llamó la atención un cartel escrito en grandes letras doradas que decía: "MARILYN MONROE 1926-1962". Las flores frescas en un jarrón cónico parecían haber sido colocadas allí hace apenas dos o tres días. Esta incomparable belleza falleció el 4 de agosto de 1962, a sus 36 años. Se decía que las flores eran reemplazadas periódicamente por su segundo marido, el legendario jugador de béisbol Joe DiMaggio. Planeaban volver a casarse, pero en lugar de comprometerse, él se convirtió en el anfitrión del funeral de Monroe. Hoy, el devoto repartidor de flores también se fue hace mucho tiempo, pero no encontró descanso al lado de Monroe.

Los chismes llegaron al reino terrenal y continuaron hasta el más allá: el lugar vacío junto a la lápida de Monroe fue comprado por el fundador de Playboy, Hugh Hefner, por 75.000 dólares. “Pasar la eternidad con Marilyn es una oportunidad demasiado dulce para perderla”, dijo el anciano a los medios. Hefner falleció en 2017 y, fiel a su deseo, encontró su lugar al lado de la diosa, aunque los dos, que tenían la misma edad, nunca se vieron en vida.

Si los pequeños espacios en la pared noreste del cementerio son edificios de apartamentos adyacentes, muchas áreas en el lado sur son como casas independientes con placas conmemorativas independientes. Después de pasar un muro bajo, emergen filas de pequeñas lápidas, la mayoría grabadas no solo con nombres sino también títulos profesionales y términos específicos de la industria. La pareja Chuck y Ava Fries, que fallecieron uno tras otro en 2021, tienen la frase “That´s a Wrap!” (“¡Es el fin!”) escrito debajo de sus nombres; La lápida de A.C. Lyles (1918-2013) lleva con orgullo la inscripción "85 años en Paramount Studios". Dadas las numerosas lápidas de productores, comediantes, artistas y actrices, yo llamaría a esta zona el "Distrito de la industria del entretenimiento de Los Ángeles".

Hacia el final de este "barrio", hay una lápida negra rectangular adornada con flores y una bandera estadounidense. Pertenece al icónico director de cine de comedia de la Edad de Oro de Hollywood, Billy Wilder. Las letras doradas en negrita debajo de su nombre dicen: "Soy escritor, pero nadie es perfecto". Si no has comprendido inmediatamente el significado de esta peculiar expresión, significa que no has visto la película clásica "Una Eva y dos Adanes". Es quizás una de las películas con la conclusión más brillante de la historia del cine. Recuerdo que cuando los dos músicos de jazz, interpretados por Jack Lemmon y Tony Curtis, están a punto de ser perseguidos por unos gánsteres de Chicago que se encuentran en plena reunión, la película muestra una duración restante de menos de cinco minutos. Pensé, ¿podría haber una secuela? Sin embargo, el maestro narrador Wilder tuvo la habilidad de resumir las cosas en el último minuto. Los protagonistas logran escapar ilesos en el yate del magnate en el puerto de Miami, y la película termina con un final feliz. En los últimos momentos de la película, el personaje de Lemmon se quita la peluca, los aretes y las pestañas postizas (que utiliza para disfrazarse de miembro de una banda exclusivamente femenina) y le confiesa al magnate y timonel: "¡Soy un hombre!". Inmerso en la brisa del mar y en la inminente dulce historia de amor, el magnate pronuncia con calma la famosa frase inscrita en la lápida del director: "Nadie es perfecto".

A estas alturas, los cinéfilos quizá ya se den cuenta de que la protagonista de esa película no es otra que Monroe, que reside en el mismo cementerio que Wilder. El protagonista masculino, Lemmon, que se travestió en la película, también permanece aquí. Con la lápida de Wilder inscrita con su título como escritor de la película y su amada esposa Audrey Young (quien fue la asesora de vestuario de la película) enterrada con él, también podría referirme a esta parte del cementerio como la "El vecindario del equipo de una Eva y dos Adanes". Recordando la escena inicial de la película, ¿no está ambientada en una funeraria? La infame pandilla del South Side de Chicago liderada por Al Capone utilizó la funeraria como tapadera para sus negocios clandestinos durante la era de la Prohibición.

Además de este último "barrio", el cementerio es también el lugar de descanso final de las leyendas de la música contemporánea Frank Zappa y Roy Orbison; sin embargo, la administración siguió el deseo de no grabar sus nombres en las lápidas. El famoso bailarín y actor Gene Kelly y la legendaria cantante folk Janis Joplin también fueron incinerados aquí, pero sus cenizas fueron llevadas a otro lugar para ser enterradas o esparcidas.

Como renombrado director taiwanés catalogado entre los más grandes del cine chino y famoso por sus películas "Un día de verano" y "Yi Yi", el lugar de descanso final de Yang se encuentra en un área privada en el lado sur del cementerio, separada por una valla con una puerta cerrada con llave para impedir el acceso no autorizado. Afuera, dos fans que venían de China caminaban vacilantes. Los tres, igualmente curiosos por explorar el lugar, sugerimos ir a la administración del cementerio a pedir permiso. Pensábamos que el largo viaje sería un motivo que no podía rechazarse, pero para nuestra sorpresa, el gerente de turno cumplió estrictamente las normas. Expresó su comprensión y pesar, pero explicó que no estaba autorizado a darnos acceso. Por supuesto, la valla no es muy alta y podríamos pasarla fácilmente, pero Estados Unidos es un país donde la gente tiene la libertad de portar armas de fuego. Temíamos que nos trataran como invasores y nos dispararan, y decidimos que no valía la pena correr el riesgo.

Por cierto, todavía queda un lugar vacío cerca de la tumba de Monroe. La cripta desocupada se encuentra una fila arriba y cuatro espacios a la izquierda de la de ella, y se espera que sea subastada a finales de marzo de este año, con una oferta ganadora estimada que oscila entre 200.000 y 400.000 dólares. Dado que el viejo playboy creía que “pasar la eternidad con Marilyn es una oportunidad demasiado dulce para dejarla pasar”, ¿alguno de ustedes también consideraría invertir en esta dulce eternidad?