Historia del cine. Parte 1: Los hermanos Lumière y Méliès

Aunque la fecha exacta del nacimiento del cine se atribuye a la destacada proyección realizada por los hermanos Auguste y Louis Lumière en París en marzo de 1895, el cinematógrafo, al igual que muchos otros grandes inventos de la historia, fue el producto de una serie de innovaciones técnicas llevadas a cabo simultáneamente por diversas personas en diferentes lugares del mundo. En este caso, la idea de capturar y proyectar imágenes en movimiento se gestaba a partir de la fotografía, que fue introducida al público en 1826 por el científico francés Nicéphore Niepce.

A lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, en diversas regiones del mundo industrial, varios científicos experimentaron con técnicas aún rudimentarias que anticipaban la invención de los hermanos Lumière. En Inglaterra, Muybridge, mediante la exhibición de secuencias de fotografías fijas, y en Estados Unidos, el equipo del laboratorio de Thomas Edison con la creación del kinetoscopio, trabajaron en dispositivos que permitían la presentación de imágenes en movimiento, aunque aún no habían resuelto el desafío de proyectar esas imágenes. Los Lumière, quienes llegaron al final de este proceso evolutivo, se llevaron los créditos de una invención que se había desarrollado gradualmente en las tres décadas anteriores.

Eadweard Muybridge (1830-1904) - FOTOgraphiaONLINE
Fotografías animadas de Muybridge

Las icónicas imágenes legadas por los hermanos Lumière, como los obreros saliendo de una fábrica y un tren llegando a una estación, son representaciones vívidas de su época. En los primeros días del cine, donde la búsqueda obsesiva del movimiento era la meta principal para los primeros cineastas, resulta lógico que las primeras miradas se centren en objetos en movimiento dentro de un cuadro estático: el trabajo, los viajes, el deporte y rituales cotidianos específicos. Al concluir el extenso siglo de consolidación de la sociedad industrial, el cine emerge para registrar y proyectar una imagen completamente nueva de un mundo totalmente transformado. Aunque se necesitarían algunos años antes de que aparezcan, de manera incipiente, las primeras exploraciones narrativas, los cortometrajes de los Lumière y otros pioneros de finales del siglo XIX ya contienen la esencia de este medio recién creado.

AI gives iconic Lumière train movie a 4K make-over
La llegada del tren

Resulta asombroso encontrar la obra de Méliès apenas siete años después de la introducción del cine en la sociedad. En El viaje a la Luna, se despliegan diversos elementos históricos que son representativos de esa época, mientras que otros anticipan posibles direcciones para el desarrollo del arte cinematográfico y la propia historia de la ciencia, la técnica y la humanidad. Aunque el argumento principal expuesto por Georges Méliès no presenta novedades en comparación con las obras previas del destacado Jules Verne, la manera en que se escenifica la planificación y realización del viaje a la Luna por parte de un grupo de científicos establece de manera temprana la conexión del cine con la literatura, el teatro y la fotografía. Con precisión e imaginación, Méliès inserta este nuevo medio en la cultura, conectándolo con las tradiciones narrativas y representativas más significativas de su época. Además, señala los primeros pasos hacia una búsqueda propia que tiene a la ficción como horizonte claro.

La película El viaje a la Luna puede considerarse como la primera amalgama exitosa entre la ciencia y la ficción, a través de un invento que aún estaba en proceso de encontrar su propio lenguaje y un lugar en la cultura. Simultáneamente, esta destacada película, que se ubica entre las primeras del cine de ficción, refleja importantes imaginarios históricos de su época. Entre ellos se encuentran la confianza en el progreso ilimitado de la ciencia y la técnica, el espíritu aventurero que aún no se separa por completo de la figura del científico, y el impulso de expansión y conquista que caracteriza a la cultura imperial. De esta manera, el filme incorpora ciertos temas propios de la era imperial clásica, especialmente la concepción de un futuro que, a través de la ciencia y la exploración espacial, ya sea dentro o fuera del planeta, parecía estar al alcance de la mano.

Seguiremos con más de historia del cine en una segunda parte….

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