Las películas sirven como un espejo que refleja las diversas facetas de la sociedad, capturando la esencia de la época en la que fueron creadas. Esta es la razón por la que las películas se han convertido en textos fundamentales para los estudios sociales y culturales entre los académicos. A lo largo de más de un siglo de historia del cine han surgido muchos sociólogos cinematográficos excepcionales: cineastas que utilizan imágenes de celuloide e historias sentidas para narrar las formas sociales de su época a través del cine. En esencia, cada película, independientemente de su género o de la tecnología utilizada, es producto de su origen social y de las razones detrás de su creación. Ya sea una epopeya histórica, una ciencia ficción innovadora o un drama que invita a la reflexión, cada película refleja en última instancia la época en la que se hizo. Ver películas de diferentes épocas permite a las generaciones futuras conocer mejor esos tiempos y sentir el espíritu de la época. De esta manera, las películas se han convertido en un valioso registro histórico.
Sidney Lumet es un excelente "historiador" del cine, o quizás un sociólogo cinematográfico. Su debut fue "12 hombres en pugna" (1957), una película de 90 minutos en la que casi toda la trama se desarrolla en una sola habitación. Los 12 personajes tienen personalidades distintas y ofrecen actuaciones sobresalientes y presenta al público una actuación conjunto clásica memorable en la historia del cine. Sidney Lumet fue el primer director en ganar el Oso de Oro del Festival de Cine de Berlín por su ópera prima.
A Sidney le gustan los temas que reflejan la realidad y tienen fuertes conflictos dramáticos, y tiene la capacidad de manejarlos bien, manteniendo siempre la atención del público firmemente enfocada. "Tarde de perros" comienza con una vista muy común de Brooklyn, Nueva York en 1972. En la entrada de un banco, varios jóvenes miran a su alrededor con indiferencia antes de entrar uno tras otro al banco. Los empleados del banco se están preparando para dejar el trabajo, todo parece normal y esperado: un robo está a punto de comenzar.
Sonny y su amigo Sal son las figuras centrales de este robo. Al abrir la caja fuerte, descubren que no hay mucho dinero dentro, y se decepcionan bastante. Cuando están a punto de irse, llega la policía y los rodea. Los siguientes 100 minutos de la trama giran enteramente en torno a Sonny y la policía. A medida que se desarrolla la historia, profundizamos en el personaje de Sonny, su vida, sus luchas y los motivos detrás del robo. Se revela que él es el único sostén de toda su familia y también es gay. Se embarcó en esta arriesgada empresa para que su amante pudiera someterse a una cirugía de afirmación de género. El destino de Sonny se convierte en nuestra principal preocupación. ¿Cuál será el resultado de este enfrentamiento? Esta pregunta permanece en nuestra mente hasta los momentos finales de la película.
En esta película, además de las increíblemente encantadoras y sorprendentes habilidades de actuación del joven Al Pacino, lo que encuentro más atractivo es el trasfondo social retratado en la película. Estos detalles son recursos extremadamente valiosos para estudiar la sociedad estadounidense en la década de 1970. En esos tiempos en Estados Unidos, justo después de la guerra de Vietnam, había un descontento generalizado con el gobierno en todo el país. Muchos veteranos que habían regresado de la guerra no estaban bien integrados en la sociedad. Los problemas sociales eran graves y la brecha de riqueza se había ampliado. En este contexto se produjo el atraco al banco de Sonny.
En este contexto, Sonny se convirtió en un héroe para muchos espectadores, aplaudido por atreverse a desafiar al gobierno y desafiar a la autoridad. Si bien los empleados del banco que fueron asaltados sin duda tenían miedo, su resentimiento hacia la deshonestidad del gobierno superó su miedo a las acciones de Sonny.
En comparación con el tormento diario que soportaban, algunos incluso preferían enfrentar la muerte a manos de Sonny. Por lo tanto, trataron a Sonny con cierto grado de amistad. Parecía que no tenían tanto miedo de Sonny como de la policía que estaba afuera. Sonny no les haría daño, pero la policía sí. Sin embargo, cuando se revelaron las verdaderas intenciones de Sonny al robar el banco, su imagen heroica se derrumbó. A pesar del fuerte apoyo de la comunidad gay, la mayoría respondió con abucheos burlones y burlas insultantes. Puede que Sonny haya sido un héroe en su desafío contra el gobierno, pero cuando violó una ética religiosa considerada superior a toda la maquinaria nacional, sufrió una rotunda derrota.
Es una bendición y un privilegio poder descifrar el panorama social de la época a partir de una excelente película. Muchas veces, la escritura también se puede transmitir aunque no sea con palabras. Sucede lo mismo con este artículo: puedo sentir que lo has leído incluso si no dejaste ningún comentario.
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