Esta semana se estrena en la pantalla grande una nueva adaptación de lo que fue la carrera, ascenso y caída de Amy Winehouse.
Back to Black es una biopic de la directora británica Sam Taylor-Johnson cuyo debut en el cine como directora fue en 2009 con Nowhere Boy, una película basada en las experiencias de la infancia y adolescencia del compositor y cantante de los Beatles, John Lennon.
En esta nueva película, que también tiene como protagonista a una cantante y compositora, se narra la vida personal y profesional de Amy Winehouse desde su punto de vista. Comenzando en su adolescencia hasta el momento en el que fallece, enfocándose en el momento de la creación de uno de los álbumes más vendidos de nuestro tiempo, Back to Black.
Amy comenzó como cantante de jazz para convertirse en una superestrella mundial de la música, ganadora de varios premios Grammy. Su vida se truncó en 2011 a los 27 años provocada por una vida llena de consumo y abuso de alcohol y drogas.
La película intenta comprender de qué manera los demonios personales, una personalidad impetuosa, las malas decisiones y por sobre todo el abuso de drogas y el alcohol truncaron la vida de esta exitosa mujer.
Contada desde el punto de vista de la propia Amy, interpretada por Marisa Abela, su historia comienza en medio de la separación de su padre Mitch (Eddie Marsan) y su madre Janis (Juliet Cowan). Amy se siente unida e identificada con su abuela Cynthia (Lesley Manville), que es el miembro de la familia con quien comparte el vínculo más fuerte. Su abuela representa como ella misma dice “un ícono”, es todo lo que Amy quiere ser, glamorosa, atrevida y con un pasado lleno de romance dentro del mundo del jazz.
Amy escribe sus canciones basándose en sus vivencias, sus emociones, buenas y malas, utiliza sus temas como método de catarsis y por esta misma razón necesita tener diferentes experiencias de las cuales hacer canciones.
Conocer a su gran amor, Blake (Jack O´Connell), es lo que la lleva a la perdición en su vida privada, pero a su máxima inspiración artística. Su álbum Back to Black basado en las idas y vueltas de la pareja y el consumo de sustancias fue su mayor logro musical. Fue reconocido como «el álbum más vendido en el Reino Unido en el siglo XXI» por la Official Charts Company, después de haber vendido 3,5 millones de copias en el Reino Unido. Además obtuvo cinco premios Grammy incluyendo Mejor Álbum Vocal Pop y Mejor Artista Nuevo para Amy.
Sin dudas el punto fuerte de la película es la banda sonora, ya que el guión arma su historia a través de las letras de las canciones escritas por Amy y hace un repaso por los temas musicales más emblemáticos del disco. La misma Sam Taylor-Johnson declara “Decidí contar su historia a través de sus propias palabras, de las canciones que escribió, de las canciones donde ella vertió su alma. Ella cantó sobre su amor, su dolor, su decepción, todo ello impregnado de una profunda emoción y, a menudo, de un humor salvajemente mordaz”.
Para la producción de este proyecto se buscó la colaboración de Universal Music y de Sony desde el principio. El apoyo de Giles Martin y el uso de la banda original de Amy también fueron clave. Dale Davis, bajista de Amy y su corista Ade Omotayo se incorporaron como asesores musicales y volvieron a grabar todos los temas de la película en los emblemáticos Abbey Road Studios –donde Amy hizo su última grabación.
Con respecto a la imágen estética de la artista fue de gran ayuda que hubieran cientos de videos documentados de su vida, por lo que pudieron ser minuciosos a la hora de armar el vestuario. Los diseñadores que trabajaban con Amy en aquella época también fueron de gran ayuda, incluso Dolce and Gabbana realizó una réplica exacta del vestido que Amy usó para su actuación en los Grammy. También utilizaron ropa y joyas reales que pertenecían a la cantante.
Uno de los retos más difíciles dentro de la producción de la película fue el de encontrar a la mujer que daría vida a Amy. Sin embargo, desde el momento en que Marisa Abela miró a la cámara en su audición, la agente de casting Nina Gold, Taylor-Johnson y Greenhalg supieron que ella era perfecta para este rol.
Luego de conseguir el papel, lo pensó durante dos semanas “Sabía que exigía mucho respeto, cuidado y amor, pero también mucho trabajo”, recuerda Abela. Su trabajo fue intenso, interpretó todas las canciones de la película, tomó clases de canto durante dos horas y media al día, todos los días, durante cuatro meses. Trabajó en estrecha colaboración con el productor Giles Martin para replicar el estilo de Amy. “Creo que al principio ninguno de nosotros estaba seguro al 100% de cuánto íbamos a utilizar mi voz... pero para mí era muy importante hacer todo lo posible para volcarme en este papel”. Aunque el mayor desafío para la actríz fue representar el cambio físico de Amy debido a sus adicciones . Abela emprendió el viaje de forma controlada y lenta trabajando con nutricionistas. “Era importante hacerlo de la forma más segura posible, pero no era algo que yo quisiera evitar. Me habría parecido mentira no pasar por el viaje físico que vivió Amy. Afortunadamente filmamos hacia atrás para poder empezar en su lugar más vulnerable, físicamente hablando”, añade Abela.
Sin embargo la trama no escapa de caer en el morbo, poniendo especial énfasis en el descenso de la artista y en su decadencia, haciendo regodeo de lo triste de las situaciones que la llevaron a la muerte y pasando por alto toda la producción del disco, la parte creativa del mismo y los momentos de brillantez, recargando en Blake la culpa de lo fatídico.
Por momentos la historia cae en un sensacionalismo que no se despega de mostrar el lado trágico de la artista. Irónicamente vemos la persecución constante de los paparazzi, mientras se postula una crítica del acoso y el fanatismo por capturarla en sus momentos de debilidad, entre tanto la vemos de primera mano sumergida en la anorexia, la bulimia, las drogas, el alcohol y su obsesión con un hombre que paralelamente estaba transitando su propio infierno, y cae en el error de olvidarse de desarrollar los momentos de éxito, el lado admirable de la artista.
La idea de BACK TO BLACK comenzó con la productora de cine británica Alison Owen quien eligió a Sam Taylor-Johnson para hacerse cargo de este proyecto. La directora se reunió con el guionista Matt Greenhalgh, y trabajó con un equipo predominantemente femenino que incluye a la directora de fotografía Polly Morgan (Lucy in the Sky, A Quiet Place Part II), “La visión de Sam de la película era una muy íntima –realmente quería que la gente entendiera quién fue Amy como persona”, señala Morgan.
Amy Winehouse forma parte del “Club de los 27”, este “club” es una lista informal integrada principalmente por músicos populares, artistas, actores y otras celebridades que murieron a los 27 años de edad. A pesar de que esta estadística ha sido refutada por investigadores formales, sigue siendo un mito de la cultura popular que comenzó en 1969 y tiene entre sus integrantes a artistas como Brian Jones, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison y Kurt Cobain.
Amy en la pantalla grande:
En el año 2015 se estrenó el documental “Amy: La chica detrás del nombre” del director Asif Kapadia. La historia se narra utilizando imágenes íntimas y canciones inéditas del archivo personal de familia y amigos de la artista, entrelazando las memorias y las narraciones de Amy con las de sus allegados, lo que nos brinda una mirada completa de la situación. Esta película logró ganar como Mejor Documental el premio Oscar, el Bafta y el Critics´ Choice Movie Award entre otros.
En el 2019 nuevamente se estrena un documental llamado “Amy Winehouse: Back to Black” basándose en la producción del disco y contando cómo surgió el trabajo más conocido y celebrado de la cantante. Con imágenes nunca antes vistas en el estudio, nuevas entrevistas con los productores Mark Ronson y Salaam Remi, y los músicos que trabajaron con ella en el álbum, ofrece nuevas ideas sobre sus notables dotes como cantante, compositora, músico e intérprete.
Y coincidiendo con el décimo aniversario de su muerte, en 2021, la BBC estrenó “Recuperar a Amy”, un documental que se acerca a Amy Winehouse a través de los círculos más cercanos e íntimos de la cantante, empezando por el de su madre, Janis Winehouse Collins que, por primera vez, habla en profundidad ante las cámaras.
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