Cuando vi hace poco que añadieron esta película al catálogo de Netflix me emocioné porque tenia buenos recuerdos de ella, era una pelicula que me gustaba cuando era más jóven por lo que me di a la tarea de volver a mirarla para ver si era tan buena como la recordaba.

Primero hablaré de la premisa básica de la historia, ambientado en los años 80 en un pequeño pueblo tenemos un grupo de amigos que están grabando una pelicula casera con una cámara super 8 hasta que después de un accidente con un tren comiencen a pasar un par de sucesos extraños al punto de que el pueblo termine siendo acosado por un misterioso ser de otro planeta.
Si les suena familiar para mi tambien lo fue, por lo que no pude evitar compararla en algunos momentos con producciones que han resonado en nuestra actualidad, como lo han sido It y la aclamada serie de Stranger Things, debido a sus paralelismos. Sin embargo, cabe recordar que no han sido las únicas ocasiones en la que hemos visto la formula mágica de un grupo de niños que se enfrentan a algo mucho más grande que ellos, lo cual se lo debemos al mismisimo Steven Spielberg por ser él productor de la pelicula y ser algo habitual dentro de su filmografia.

Entre tanto, aunque puedan parecer planteamientos ya anteriormente vistos, Super 8 logra aún asi ser una buena propuesta, realmente no es una pelicula que busque ser más de lo que es, ya que tiene cimentados cuales son sus bases, es una pelicula que entretiene, divierte y hasta puede llegar a enternecer al espectador si se logra conectar lo sufiente con la linea emocional del protagonista y es que de eso se trata en si la pelicula, de conectar.
Siento que podría tratarse de un “que pasaría si a E.T no lo hubieran encontrado los niños sino las fuerzas militares” y es porque incluso se toman la molestia de explicar las motivaciones del extraño ser y la forma en que lo hacen es por medio de la conexión que este genera cuando captura a una persona y aún así despúes de toda la pelicula es solo cuando el protagonista decide ser quien conecte con el extraterretre, por fin vemos su figura por completo y al abrir sus ojos dejamos de verlo como un monstruo para convertirse en un ser que nos asombra por que se puede sentir algo de humanidad a tráves de su mirada.

A pesar de ser del 2011 (es decir que han pasdo mas de 12 años desde su estreno y aún así sus efectos no han envejecido para nada mal) tenemos incluso un momento en el que la cinta pareciera que se transforma en una pelicula bélica y el pueblo se transforma en un campo de batalla, eso sin hablar de la emocionante escena del tren. En fin no tiene nada que envidiarle al mal CGI de la actualidad. : )
Curiosamente hasta los efectos prácticos de la cinta que filman los niños a tráves de la Super 8 tienen mejor pinta y es porque recuerdan a los clasicos filmes de terror de clase B e inclusive se aprecia la referencia al ya conocido maestro Gerge A. Romero conocido como el padre de los Zombies en el cine por su cinta “La noche de los Muertos Vivientes” de 1968.

Así como en el apartado técnico con su buen diseño sonoro y fotografia, resaltan las actuaciones de los dos niños protagonistas porque llegan a ser bastante interesantes, más para su corta edad. Ya que se valen de solo sus miradas inocentes para enternecer a la audiencia y causar emotividad en sus escenas, quizas se les hubiera agradecido el poner un poco más de empeño por mostrar más de los otros niños del grupo y es porque aunque se sienten bien definidos sus personalidades les falta un poco más de chispa así como dialogos y tiempo en pantalla.
Es así que aunque para muchos sea hoy una pelicula desconocida podríamos decir que sentó un precedente contemporaneo de lo que veríamos más adelante con el fenómeno por la nostalgia de lo retro y quíen sabe tal vez en un futuro con el potencial del streaming podamos verla consagrarse como una pelicula de culto para nuestra generación.
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