La revelación de un cordero perdido

En cierta medida, "La culpa" puede verse como una interpretación solista ya que todo se desarrolla dentro de una sola habitación, depende de efectos de sonido, voces superpuestas y efectos de sala para poner a la audiencia en sincronía con el protagonista, lo que fomenta la empatía. Los espectadores deben depender fuertemente de su imaginación para idear los aspectos no vistos de la narrativa. Desde esta perspectiva, "La culpa" se inclina más a la literatura que al cine ya que exige participación por parte de la audiencia para construir el texto a través de la imaginación subjetiva.

Enterrado
Locke

Algunos dicen que esta película a veces evoca al ingenio de "Enterrado". De igual forma, se parece más a la actuación de Tom Hardy en "Locke", donde un hombre en un espacio confinado incesantemente responde llamadas, acompañado de sus emociones al borde del colapso. Sin embargo, esta vez, el protagonista, Asger Holm, es un oficial de policía temporalmente relegado a ser operador de emergencias debido a su involucración en una demanda. Él pasa sus días respondiendo llamadas mundanas de personas borrachas y disgustadas hasta que inesperadamente recibe una extraña llamada angustiante. A pesar de los intentos de la persona que llama de ser misteriosa y urgente, Asger Holm presiente algo raro y comienza una comunicación críptica. Así, se da cuenta de que la mujer fue secuestrada por su exesposo y la están llevando en un camión a una ubicación desconocida. Él coordina los esfuerzos de la policía para localizar el vehículo y contacta a los hijos de la mujer. Él cree que todo lo que está haciendo está bien, pero descubre que los sucesos lo llevaron por la dirección incorrecta.

"La culpa" limita estrictamente su narrativa a una sola habitación sin escenas en el exterior. La cámara se enfoca en el rostro de Asger Holm, impregnado de luz, y sus expresiones faciales son el único elemento dinámico. En forma, se parece a un documental con una sola cámara, como si alguien se encontrara con esta escena dramática en el centro de llamadas de emergencia y no tuviera otra opción que enfocarse en él. Así, solo nos queda seguir cada una de sus emociones, intentando absolver y escuchar los sonidos fragmentados del otro lado del teléfono como el susurro del viento, la caída de las gotas de lluvia, el chirrido y balanceo de la puerta de un auto, suspiros, el tono ocupado de una llamada que se terminó… Estos sonidos nos obligan a imaginar estas imágenes en nuestras mentes, lo que hace que lo oculto sea más palpable. El espacio reducido se parece a una jaula inquebrantable, pero los sonidos se extienden infinitamente, conectados con el gran mundo exterior. La tensión singular que nace de esta contradicción y el tira y afloja entre el encierro y la expansión define la esencia de esta película.

El "espacio" tiene una importancia especial en esta película. Primero, en términos de espacio físico como la relación única entre la habitación y el mundo exterior y, segundo, y más importante, en términos de espacio psicológico y espiritual. La trama abierta gira en torno a los esfuerzos de Asger Holm por rescatar a la víctima de un secuestro, pero el subtexto trata de su propio rescate. La narrativa transmite sutilmente este subtexto a medida que él, involucrado en un juicio inminente relacionado con un caso como oficial de policía, conspira con sus colegas con la esperanza de exonerarse a sí mismo y volver a su puesto. Si el continuo rescate telefónico de una rehén es la carne del drama, entonces el caso enterrado en su corazón relacionado a sí mismo es el espíritu del drama. Esta yuxtaposición de las formas abiertas y encubiertas forma una estructura sutil, cada una tira y tensa a la otra.

Los puntos de referencia en "La culpa" a veces son ambiguos y a veces son explícitos, a veces apuntan hacia fuera y, al final, hacia adentro. Inicialmente, es evidente que la culpa se refiere al culpable del otro lado del teléfono, pero al final, se descubre que "a culpa" no la tiene otra persona, sino el mismo Asger Holm. Como todas las historias que enfatizan la forma, “La culpa" está destinada a una inversión. Se destroza el modelo asumido de la mujer como víctima y el exesposo como culpable. Resulta que la mujer es una delincuente porque su enfermedad mental llevó a la muerte de su hijo. Este punto de inflexión le da comienzo a la introspección de Asger Holm. ¿Su confianza, arrogancia e incluso su propia justicia causaron todo esto? ¿Esta historia sobre las buenas intenciones fue un fracaso? Por supuesto que es más complejo. Luego de examinar con más profundidad, se parece a un tipo de transformación narrativa religiosa.

En alguna medida, las llamadas telefónicas inesperadas del mundo exterior y el caso del otro lado son como revelaciones, pruebas e instrucciones. Como un cordero perdido, Asger Holm redescubre su camino luego de experimentar este evento. Inicialmente, él busca ocultar su error, pero ahora, decide reconocer su identidad "culpable". Por lo tanto, "La culpa" tiene un sentimiento fuerte de conciencia religiosa y redención. A través de una exploración e intervención exteriores, él completa una autoexaminación interior y una reconstrucción moral. Si los eventos del otro lado del teléfono ocurrieron ya no es tan importante. Todo lo que no se vio, los sonidos distantes, cambiaron a una persona, lo que es similar a la revelación divina.

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