EL PLANETA DE LOS SIMIOS: más de 50 años en contra del maltrato animal

Spoilers

Los simios científicos del futuro, la Dra Zira y el Dr Cornelious, contaron cómo después de siglos de maltrato e incluso esclavitud, uno de su especie de alzo ante los humanos y dijo “¡No!”. César, tanto en la saga de los 70s como en el reboot del 2011 desataría una revolución para frenar el sufrimiento y que así la Tierra dejara de pertenecer a los humanos y se convirtiera en un planeta de los simios, pero retrocedamos un poco…

En 1968 llegaría un clásico del cine, la primera entrega de la franquicia que mostraría una sociedad de simios inteligentes y a una raza humana involucionada. Aquí tenemos una crítica social a modo de analogía, invirtiendo la situación bajo la premisa de que los simios maltratan a los humanos al considerarlos inferiores. Un espejo de nuestra propia sociedad.

La película retrata cómo los simios cazan a los humanos por deporte, los encierran en jaulas para entretenimiento (zoológicos) o para ser usados en experimentos científicos donde finalmente son diseccionados. Situaciones que en nuestro mundo no son ficción; es exactamente igual a cómo los seres humanos perpetúan el sufrimiento a varias especies animales por diversión o bajo la excusa del avance científico solo porque esas especies “no hablan”.

Ahí está el mensaje más acertado de la franquicia: no importa que un animal no articule palabras, ya que sigue siendo un ser con sensaciones, sentimientos, pensamientos, tiene su propia forma de comunicarse y no merece que le hagan daño; que no hable no significa que sufra menos en una jaula o ante un experimento de productos estéticos. Precisamente en la película, ver a los humanos en jaulas mientras los simios se maravillan con ellos muestra que, así haya quienes no deseen hacer daño, son cómplices al permitir la problemática social.

El habla, el lenguaje es uno de los pilares del storytelling de esta franquicia; la trama siempre se verá interrumpida cuando los simios sepan que hay un humano que habla o viceversa; pero en vez de apoyar al espécimen, van a temerle. En 1968, el clérigo orangután, el Dr. Zaius le teme al astronauta Taylor cuando habla al creer que él puede liderar una revolución, al igual que en 2024, el Rey simio, Proximus, le teme a los humanos que hablan porque estos podrían aprender a manipular armas para extinguirlos.

Del mismo modo, en la 3ra entrega de la saga original ‘Escape del Planeta de los Simios’ se muestra cómo los humanos le temen a los simios que hablan y conspiran para matarlos en vez de apoyar la evolución de una especie, lo cual llevará a que César planee un ataque a gran escala tanto en la película de 1972 como en el reboot del 2011 donde este César efectúa el levantamiento de su especie cansado del horrible maltrato animal en empresas farmacológicas y en instalaciones para animales que en vez de ser refugios son prisiones.

La franquicia es magnífica al mostrar, que, sin importar la especie, aquella que es más avanzada va a someter a la inferior y teme al brote de la (r)evolución. En ambas sagas, César y su clan solo quieren vivir en paz pero los humanos una y otra vez van a atacar para reclamar la Tierra como suya; los humanos en su egoísmo y egocentrismo no permiten que los simios vivan en lugares que antes eran hábitats humanos; lo cual genera disputas entre simios donde el lema de “Simio no mata simio” se rompe cuando los chimpancés y gorilas choquen entre ellos por sus métodos de tratar a los humanos; unos quieren exterminarlos y otros protegerlos. Una dinámica, que según el tiempo de la historia, permanece durante milenios, un círculo sin fin entre aquellos que maltratan y otros con empatía sobre las criaturas con las que se comparte un planeta.

El maltrato animal es una problemática social que el cine siempre ha querido denunciar para crear conciencia desde animaciones como Dumbo o 101 Dálmatas; o en grandes producciones llenas de efectos como Avatar de James Cameron o Guardianes de la Galaxia. La sagas de El Planeta de los Simios se suman dando una perspectiva original y llevar la situación al extremo del futuro distópico.

La primera pentalogía culminó con un César que quiso cambiar el futuro y creaba un escenario donde humanos y simios vivían en paz… ¿Cómo será el final de la saga reboot? Después de cuatro películas, el conflicto sigue pero siempre se mantiene la esperanza, tanto dentro como fuera de la pantalla, de que aquellos que hacen daño a otras especies sean detenidos e incluso cambien su forma de pensar y que respeten en su totalidad a los animales ya que este no es solo un planeta de humanos; es un planeta de aves, un planeta de felinos, un planeta de simios… un planeta para todos.

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