Porqué siempre vuelvo a ver Capitán Fantástico

Porqué siempre vuelvo a ver Capitán Fantástico

En su nombre original en inglés, Captain Fantastic, escrita y dirigida por Matt Ross y estrenada en 2016 es una de mis películas confort que cada cierto tiempo necesito volver a ver y por muchas razones y momentos que pretendo explayar, no pierde su encanto y logra resonarme en fibras muy sensibles.

Más que una mera recomendación de esta película, me gustaría hacer un análisis de los ejes o escenas que considero significativas, por lo tanto, quien aún no la haya visto está advertido de la abrumadora cantidad de spoilers que plagaran este texto.

Introducción, presentación de la familia Cash y su estilo de vida:

Se nos presenta a la familia Cash, compuesta por el padre, Ben Cash, interpretado por Viggo Mortensen, junto sus hijos Bodevan, Vespyr, kielyr, Rellian, Zaja y Nai. Viven adentro de un bosque y por lo que nos va mostrando la trama tienen una rutina bastante particular que consiste en entrenamiento físico, lectura crítica de libros variados, desde literatura hasta física cuántica y además todos están involucrados en tareas que sostienen su estilo de vida como es la caza, el curtir pieles, confeccionar ropa y demás.

Ben y su esposa Leslie, la madre de los niños, fueron activistas socialanarquistas que cansados de la vida consumista de los centros urbanos decidieron criar a su familia con valores distintos.

En lo personal, cuando vi este estilo de vida, vi todos mis ideales materializados. Una crianza que promueve el cuidado físico, la búsqueda del conocimiento y el análisis crítico, el desarrollo de habilidades de supervivencia, y también el fomento de las artes y la sensibilidad. A priori, los niños de la familia Cash parecen ser seres completos, inteligentes y cultos, a tal punto que generan una envidia sana, porque podemos notar el amor y dedicación de su padre para formarlos como personas buenas, sanas y genuinas. Un detalle que refleja esto es el nombre de los niños, que llama la atención por su singularidad, y es que son nombres inventados, únicos e irrepetibles que los padres crearon particularmente para cada niño.

Pero detrás de todo lo idílico y bucólico hay algo que comienza a llamar la atención y es en primer lugar, la ausencia de la madre, Leslie, y ciertos gestos de uno de los niños, Rellian, quien parece cumplir las exigencias de su padre de mala gana y con una cara de fastidio. Luego sabremos que la madre está internada en un centro psiquiátrico porque sufre de bipolaridad.

Primer quiebre, mamá se cortó las venas:

Así, con esa misma crudeza Ben les dice a sus hijos que se enteró, por un llamado de su hermana, que su madre se suicidó. Los reúne y se los dice sin desvíos, con la verdad en la cara y ellos, naturalmente, lloran y lamentan la muerte de su madre.

Este momento es desgarrador y se siente como una cachetada, pero lo que sucede es que va en consonancia con la filosofía que Ben sostiene con su familia, una filosofía de honestidad total. Él no subestima la sensibilidad o entendimiento de sus hijos y si bien nos puede parecer crudo o cruel, prefiere que estos vivan los golpes que la vida reparte, porque a fin y al cabo, la vida se trata de eso, soportar los golpes, levantarse y aprender del momento y al sobreprotegerlos quizás podría privarlos de aprendizajes que considera valiosos. Y si bien el momento es de una tristeza descomunal, ver que los niños pueden expresar libremente sus emociones más viscerales resulta conmovedor y probablemente sea el mejor método para conseguir un duelo sano ante una pérdida tan grande.

Por otro lado, Rellian es quién reacciona desde el enojo contra su padre diciéndole que lo odia, lo que nos da la pauta de que él ve como responsable a su padre de todo lo que está sucediendo.

Misión ¡Rescatemos a mamá!:

La noticia ya fue procesada y aceptada por la familia, pero ahora hay un problema. Los padres de Leslie quieren oficiar un funeral tradicional cristiano, cuando ella en su testamento especificó que al ser budista desea ser incinerada y que su rito celebre su vida con música y cantos, no con oraciones y llanto.

El padre de Leslie guarda un tremendo resentimiento por Ben, podemos interpretar que él cree que este le quitó a su hija inculcándole ideas revolucionarias y anarquistas para llevarla a un estilo de vida que él no aprueba y que aparte cree que es el causante de su suicidio. Porque, además, el padre de Leslie representa absolutamente todo lo que la familia Cash rechaza, el conservadurismo, consumismo y autoritarismo.

Se siente en la carne la indignación, porque con qué derecho puede un padre pasar por encima de los últimos deseos de su hija… ¿solo porque es un padre? ¿solo porque no comparte sus valores? Y para colmo, le dice a Ben que, si se aparece por el funeral, lo hará arrestar y le quitará la tenencia de sus hijos.

El miedo a esta posibilidad lo paraliza, ama demasiado a sus hijos como para arriesgarse a perderlos, pero luego de pensarlo, los sorprende tomando la decisión de ir al funeral y hacer todo lo posible por cumplir su última voluntad.

Contacto con el opuesto:

El viaje de la familia Cash comienza y los niños tienen su primer contacto con este mundo que solo conocían a través de los libros y el relato de su padre. La película resalta muy bien estas diferencias y lo abrumadora que es la sociedad del consumismo. Los niños se dan cuenta al instante, la sociedad está sobre y mal alimentada, automedicada y apenas educada… pero ¿esto no podría ser solamente un sesgo? No dejan de ser verdad estos rasgos, pero ¿no hay nada positivo en esta sociedad? Hay varias situaciones donde los chicos muestran interés o hasta emoción en por ejemplo comer en un restaurant de comida rápida, pero Ben no lo permite. Y, de hecho, comenzamos a ver que esa sabiduría y claridad que admirábamos de Ben, comienza a parecernos más a soberbia, autoritarismo y condescendencia, siempre subestimando a la gente que vive en la sociedad mainstream y no dejando que sus hijos experimentes sensaciones que él considera negativas o innecesarias.

Por otro lado, este choque nos hace ver las capacidades de los niños. Tienen un nivel de cultura general y criterio muy superior a la norma, acompañado de conciencia social y ecológica. Esto lo vemos muy claro cuando tienen que pasar una noche en la casa de la hermana de Ben, quien es madre en una familia típica de Estados Unidos con su esposo y dos hijos. Zaja con apenas 8 años sobrepasa en conocimientos a sus primos de 12 y 13 años formados en el sistema educativo convencional, lo que demuestra el impresionante nivel de instrucción que puede ejercer Ben. Pero… ¿solo eso basta? Lo que también se nos hace evidente es la nula capacidad de socialización que tienen los niños, algo que no puede aprenderse de libros y que es muy importante para el desarrollo personal.

La imagen de perfección que proyecta Ben comienza a resquebrajarse un poco de la mano del rechazo que Rellian cada vez expresa con más fuerza. Solo quiere ser un niño normal, con una vida normal.

Segundo quiebre, funeral y caída a la realidad:

La familia irrumpe en el funeral, destacando con su vestimenta colorida y fuera de protocolo. Ben se apodera del discurso de despedida de Leslie, comunica sus últimos deseos y son corridos del lugar con la amenaza de llamar a la policía y separar a Ben de sus hijos.

Esta derrota deja a los personajes en una total desesperanza para cumplir su misión, pero no tan solo eso. Sino que la confianza en Ben por parte de dos de sus hijos se termina de resquebrajar. Por un lado, Bodevan, que siempre se mostró como un hijo diligente que cumple su rol de hermano mayor, le rebela a Ben que aplicó para las mejores universidades y logró ser aceptado en todas. Esto lejos de alegrar a su padre lo decepciona y se siente traicionado, ya que no tolera la idea de que su hijo se adentre a un sistema que el aborrece, y alega que no lo necesita, que sabe más de lo que podrían enseñarle, a lo que Bodevan responde: “A menos que venga de un libro, no sé nada sobre nada”.

Ben, a pesar de sus mejores intenciones hizo de sus hijos unos asociales incapaces de poder relacionarse con otros que no compartan sus ideales, Bodevan es el claro ejemplo, el conocimiento, el condicionamiento físico y la consciencia de clase son muy importantes, pero sin una sociedad donde relacionarse y poner en juego esos conocimientos y criterios ¿Qué valor tienen?

El golpe final se da cuando descubren que Rellian se escapó a la casa de sus abuelos y en un intento de recuperarlo, Ben manda a su hija a rescatarlo escalando la casa y escabulléndose. Por desgracia esta se cae del techo y se lesiona bastante. Ahora Ben cae en cuenta, de forma brusca y literal, que sus ideas ponen en peligro a sus hijos.

Verdadero funeral, Sweet Child of mine:

Ben queda solo, se decide que lo mejor será que los niños se queden con sus abuelos y tengan una vida convencional con una educación normal. Y teniendo en cuenta todo lo que pasó, Ben cree que es lo correcto, al parecer su forma de vida puso en peligro a los niños y según Rellian, quizás fue el causante del desenlace final de Leslie.

Pero no, los niños se escabullen y se quedan con Ben, a quien sorprenden y logran hacer las paces. Rellian solo quería que su padre hubiera podido salvar a Leslie, Ben desearía haber hecho lo mismo. Dejando eso en claro, la herida puede cerrar a partir de ahora. Pero queda un detalle muy importante y es que el último deseo de su madre sigue sin cumplirse, así que como buena familia unida hacen lo mejor que se les pudo ocurrir… exhumar el cuerpo del cementerio para llevárselo y cumplir sus peticiones.

El verdadero funeral de Leslie es una escena que siempre que la veo, me saca lágrimas agridulces. Podemos resonar con la tristeza el momento, con los niños despidiéndose de su madre y con Ben, que la ama como a nada en el mundo. Su frase de despedida “Mi rostro es mío, mis manos son mías, mi boca es mía, pero yo no… yo soy tuyo” me seguirá causando una enorme ternura y dolor cada vez que la vea.

Luego los niños interpretan Sweet child of mine de una manera muy hermosa, aún más sabiendo que era la canción favorita de su madre. Esta escena me puso en frente a una reflexión, y es si acaso no sería mejor que nuestra partida sea celebrada con lo más destacable y bello de nuestro pasaje por esta vida, más que un llanto por aquello que terminó. Obvio que la muerte es triste, obvio que esos niños extrañan y extrañaran siempre a su madre… pero ¿qué mejor forma que ritualizar su partida, que disfrutando aquello que esa persona amada disfrutaba? Si hay mejor forma de realizar un duelo… que alguien me lo diga.

Para terminar con las últimas voluntades, llevan las cenizas de su madre a un aeropuerto y las tiran a un inodoro público, tal cual ella lo pidió. A su familia que la amaba y la conocía, solo les pareció un gran último chiste de su parte, y una forma de también quitarle el peso amargo a la muerte. Al fin y al cabo, todos vamos hacía allá y la vida sigue su ritmo independientemente de lo glorioso o trascendente del ritual con el que partamos.

En el mismo aeropuerto Bodevan se despide de su familia, se irá de viaje a Namibia, decidido por puro azar, pero con la intención de experimentar el mundo que siempre vio solo desde los libros. Ben le dice unas palabras que considero importantísimas y las rescato como un mensaje que todos podríamos aplicar, a modo de máximas.

"Cuando tengas sexo con una mujer se gentil y escúchala. Trátala con respeto y dignidad, aunque no la ames.

Siempre di la verdad.

Siempre compórtate bien.

Vive como si cada día fuera el último.

Absórbelo todo.

Sé aventurero, sé audaz, pero disfrútalo. Pasa rápido.

No te mueras"

Este último “No te mueras” si bien en lo obvio expresa la preocupación de un padre ante la partida de su hijo a lo desconocido, me tomo la licencia interpretativa de decir que además se trata de no morir en la identidad. Explora el mundo, absórbelo todo, adéntrate en lo que está más allá pero no dejes que te devore, consuma o corrompa. “No te mueras” es igual a no pierdas lo que te hacer ser único.

Tesis, antítesis y síntesis:

La película termina mostrándonos un nuevo hogar para la familia Cash, algo más cercano a una granja, donde cada uno sigue teniendo un rol colaborativo, pero la diferencia es que por un diálogo se nos da a entender que los niños ahora van a la escuela convencional.

Ben ha logrado hacer algo muy difícil como padre y como persona en general: Negociar parte de sus ideales, reconocer errores, su soberbia y su autoritarismo. La familia sigue teniendo un estilo de vida alternativo y cercano al anarquismo seguramente, pero entender que sus hijos necesitan relacionarse con el mundo y permitirles la experiencia para que tomen sus propias decisiones es la síntesis resultante de su choque con la sociedad luego de muchos años de idealización de sus propias percepciones.

Adoro el último plano, una familia reunida desayunando en silencio. Nos da la imagen de cotidianeidad que lograron alcanzar, un equilibrio entre libertad y responsabilidad, un verdadero paisaje bucólico que ayuda a cerrar todos los conflictos que vimos antes.

Y es por esto y seguro otros detalles que olvidé mencionar que siempre vuelvo a ver Capitán Fantástico, porque me recuerda que por más nobles que sean mis ideales siempre debo contemplar sus consecuencias en los demás, que me defino a través de mis acciones, no con mis palabras; qué es importante valorar a mis cercanos por lo bello que aportaron a mi vida y que, si parten, hay que celebrar su pasaje por este camino. Y que el conocimiento, por muy importante que sea, no vale de mucho si no se pone en juego en la sociedad, en el conflicto y en las diferencias donde realmente puede llegar a un punto de equilibrio que nos lleve hacia un lugar mejor.

ah, y antes de que se me olvide: POWER TO THE PEOPLE, STICK IT TO THE MAN!