Grown Ups: Una comedia imperfecta que conquistó al público

Un reencuentro nostálgico y una dosis de humor ligero

"Grown Ups" ("Son como niños" en Latinoamérica), dirigida por Dennis Dugan y protagonizada por Adam Sandler, Kevin James, Chris Rock, David Spade y Rob Schneider, se estrenó en 2010 con una recepción mixta por parte de la crítica. Sin embargo, a pesar de las críticas negativas, la película logró un éxito comercial considerable, recaudando más de 270 millones de dólares en todo el mundo.

¿Qué hace que "Grown Ups" funcione para el público?

A pesar de sus defectos, "Grown Ups" tiene varios elementos que la hacen atractiva para el público en general. La película apela a la nostalgia al reunir a un grupo de actores cómicos populares de la década de 1990, evocando recuerdos de sus películas anteriores y ofreciendo una mirada humorística a la vida adulta.

La trama, aunque simple, se centra en temas con los que muchos espectadores pueden identificarse, como la amistad, la familia y la madurez. La película explora las dificultades y las alegrías de mantener amistades duraderas a lo largo de los años, y cómo la vida familiar puede cambiar las prioridades y dinámicas entre amigos.

El humor de la película es ligero y accesible, basado en gags físicos, bromas verbales y situaciones embarazosas. Si bien algunas de las bromas son predecibles y repetitivas, otras logran ser ingeniosas y divertidas, especialmente cuando provienen de los talentos cómicos de los actores principales.

Un reparto carismático que salva el día

El reparto de "Grown Ups" es sin duda uno de sus puntos fuertes. Adam Sandler, Kevin James, Chris Rock, David Spade y Rob Schneider son comediantes experimentados que aportan su propia energía y estilo único a la película. La química entre ellos es evidente, y se nota que disfrutan trabajando juntos.

Sandler interpreta a Lenny Feder, un exitoso agente de Hollywood que se siente abrumado por las responsabilidades de la vida adulta. James da vida a Eric Lamonsoff, un padre de familia obsesionado con la seguridad de sus hijos. Rock encarna a Marcus Higgins, un soltero despreocupado que lucha por adaptarse a la vida familiar. Spade interpreta a Kurt McKenzie, un locutor de radio sarcástico y cínico. Y Schneider se pone en la piel de Rob Schneider, un excéntrico amigo de la infancia con un humor peculiar.

Una comedia imperfecta, pero entretenida

"Grown Ups" no es una obra maestra del cine, ni está exenta de clichés y momentos predecibles. Sin embargo, es una comedia ligera y entretenida que ofrece una dosis de nostalgia y humor para pasar un buen rato. La película funciona especialmente bien para aquellos que crecieron con las películas de Adam Sandler y sus amigos en la década de 1990, y que pueden apreciar las referencias a su cultura pop y las bromas internas.

Si bien la crítica especializada no la recibió con los brazos abiertos, "Grown Ups" demuestra que a veces, lo que el público busca en una película no es necesariamente una obra de arte profunda y compleja, sino simplemente una comedia ligera y divertida que les haga pasar un buen rato. Y en ese sentido, "Grown Ups" cumple con su cometido.

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