Una Película de Minecraft (2025) llega con una propuesta tan ambiciosa como su base de fans: trasladar uno de los videojuegos más influyentes de todos los tiempos a la gran pantalla. Con un elenco llamativo liderado por Jason Momoa, Jack Black , Emma Stone, Danielle Brooks y el joven Sebastian Hansen , la película intenta capturar la magia del sandbox cúbico y traducirla en una aventura para toda la familia. Lamentablemente, el resultado es tan irregular como construir una casa sin bloques suficientes.
La trama sigue a cuatro inadaptados del mundo real que son arrastrados a través de un portal hacia el llamado “Mundo Exterior”, una representación fiel del universo de Minecraft, donde deben usar su creatividad para sobrevivir y, eventualmente, regresar a casa. Este concepto, aunque prometedor, se siente derivado y poco original, recordando por momentos a películas como Jumanji: Welcome to the Jungle o The LEGO Movie, pero sin el mismo ritmo o ingenio.
Jason Momoa interpreta a Garrett “El Basurero” Garrison, un personaje con potencial cómico que nunca termina de despegar. Su carisma habitual se ve opacado por un guion que no sabe si convertirlo en héroe de acción o bufón torpe. Jack Black, como siempre, aporta energía como Steve, el experto artesano, y logra algunos de los momentos más divertidos del film, aunque su participación se siente limitada y algo forzada. Emma Myers y Danielle Brooks cumplen con sus roles, pero no tienen mucho espacio para desarrollar a sus personajes. La revelación es Sebastian Eugene Hansen, que aporta cierta sensibilidad al papel de Henry, aunque también se ve restringido por diálogos planos.
Visualmente, la película cumple con lo que promete: el mundo cúbico está recreado con fidelidad y colorido, mezclando CGI con escenarios reales de manera aceptable. Sin embargo, la dirección de Jared Hess (conocido por Napoleon Dynamite) parece perderse en el intento de equilibrar el humor absurdo con la épica infantil. Los chistes no siempre aterrizan, y el ritmo narrativo se ve afectado por secuencias innecesarias o escenas de acción genéricas que no explotan del todo las posibilidades creativas del universo de Minecraft.
A nivel temático, el mensaje sobre la importancia de la creatividad, el trabajo en equipo y aceptarse a uno mismo es claro y positivo, especialmente para un público infantil. Pero para espectadores más grandes o fans veteranos del juego, la película puede resultar superficial y predecible.
En resumen, Una Película de Minecraft tiene buenas intenciones y momentos simpáticos, pero no logra ser la aventura memorable que muchos esperaban. Ideal para una tarde familiar sin muchas expectativas, pero lejos de ser el blockbuster que podría haber revolucionado las adaptaciones de videojuegos. Como una construcción hecha a medias, la base está... pero faltan bloques clave.




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