Este ha sido uno de los comentarios del director Pablo Berger, en respuesta al intenso debate en redes sociales que se armó hace unos meses criticando las acciones de Dog en la cinta “Robot Dreams” (Mi Amigo Robot).
“Creo que este tipo de reacciones son naturales porque la gente se siente identificada, todos/as hemos conocido o hemos sido Dog y Robot en algún momento. […] Creo que es más bonita la compasión y creo que es más bonito entender al otro."

En el cine, como en cualquier medio narrativo, el apego emocional no se gana únicamente son personajes moralmente éticos. Por ejemplo, a muchos de nosotros nos ha impresionado un villano, por encima del héroe. La cuestión está en comprender los motivos detrás de un personaje. Aquello que lo empuja a realizar actos, ya sean nobles o cuestionables, en nombre de cumplir una meta… un objetivo.
Todos hemos cometido errores. Y en una cinta como en la vida, no está mal equivocarse. Aprender de ellos nos lleva a reflexionar sobre nuestro presente. Así, seremos una persona más sabia en el mañana. Cada vez un poco distinto al día de ayer, porque aprendiste algo nuevo.

Pablo Berger nos invita a reflexionar sobre las desventuras de una vibrante amistad entre un perro y un robot. Para hacer introspección en nosotros mismos. La simpleza visual y narrativa de la cinta nos permite a todos la capacidad de identificarnos, en base a nuestro discernimiento sobre la conexiones humanas. Todos tenemos nuestra experiencia al respecto. Por ende, es maravilloso pensar en todas las apreciaciones, todas las emociones que relucen a flor de piel… cuando una persona le da un chance. Si hiciera un foro para conversar sobre “Robot Dreams”, estoy seguro de que me encontraré con puntos de vista que nunca me hubiera imaginado. Tú y yo tenemos tanto que contar y discernir sobre el amor y la amistad. Te aseguro que nuestros testimonios serán distintos.
Lo que Berger espera es simple. SENTIR. Experimentar la historia a nuestra manera. ¿Acaso no era esa la naturaleza primigenia del cine? En sus inicios por allá en los 1900, las personas sufrieron el genuino terror cuando veían la filmación de un tren llegando a la estación, creyendo que se saldría de la pantalla. Esa es la magia del séptimo arte. EMOCIONES.
El cine es tu entretenimiento. Hazlo tuyo. Permítete abrirte al arcoíris de emociones, para contarle al mundo tu propia interpretación. Un creador o director es lo mismo que un espectador: ambos somos capaces de comunicar nuestra verdad.
Estés de acuerdo con Dog o con Robot, que uno de ellos actúo mal, que no había más por hacer… No hay una versión parcial de los hechos. “Robot Dreams” es un libro abierto a cualquier reflexión, la cual nace de un corazón humano que tiene presente a un ser amado. Y cada corazón tiene otra historia que contar.

La bellísima subjetividad del cine la encontramos si hacemos remembranza en las emociones, omnipresentes en toda película que pasa por nuestros ojos. Buena o mala, sentimos. “Robot Dreams” te hará sentir. Sin importar qué… va ser intenso… porque llegará al alma.
Galardonada con nominaciones en los Annie, Oscar, festivales, los Goya y más. Una muestra del magnífico potencial de la animación. Una poderosa simpleza en diseños, trazos e historia. Sin diálogos. Sin efectos estrambóticos. Solo secuencias de fotogramas 2D que emulan a las tiras cómicas, mezcladas con la etérea banda sonora. La lógica en los hechos o el mundo neoyorquino ochentero no importan: el corazón de “Robot Dreams” está en el impacto emocional que haya generado en ti. Somos testigos del proceso de duelo: tan humano, tan realista, tan importante.
La vida no es un ciclo interminable de añoranzas de ayer, sino una línea recta donde te aseguro que encontrarás una nueva forma de felicidad, si te das la oportunidad. No podemos vivir en el pasado, porque nos perdemos del presente para velar por nuestro futuro. Gracias por todo. Fue maravilloso mientras duró.
El relato de Dog y Robot es una necesaria moraleja sobre el amor, dentro de la historia de una extraordinaria amistad.
Enfócala como quieras. El aprendizaje que adquieras… será tu recompensa para la vida.
“Robot Dreams” es una oda a la subjetividad de nuestros sentimientos. Fue conmovedor saber que adquirió mucha popularidad, después de la temporada de premios este año. Aquí no busco explayarme en detalles de la trama, porque deseo que puedas apreciarla sin juicio analítico o nociones generales. Para una conexión más profunda contigo mismo.
Una coproducción española-francesa, que es un logro destacable para la animación. El cine toma muchas formas. Aquí, demostraron que “menos” puede significar “más” (mucho más).
Los años pasarán… Y será recordada gracias a esa primera vez que fuimos a verla… Esa noche de septiembre…
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