We Live In Time: ¿Qué hacemos con el tiempo que tenemos?

¿Con quien compartimos el tiempo que tenemos? ¿Cómo queremos vivirlo? Es lo que nos plantea “We Live In Time” (“El Tiempo que Tenemos” para Latinoamérica), donde conoceremos a Almut (Florence Pugh) y Tobias (Andrew Garfield), quienes serán nuestros protagonistas y encargados de destrozarnos y ganarse nuestros corazones a partes iguales.

Gracias a un comienzo de lo más inesperado, Tobias y Almut iniciarán una relación, mostrando un montaje de momentos y sucesos no lineales de sus vidas -cómo se enamoraron, la construcción de un hogar, el planteo de formar una familia- junto a una verdad que sacudirá los cimientos de la pareja.

La química de Florence y Andrew es innegable, ambos actores, quienes ya han demostrado en el pasado el talento que poseen, desplegarán un abanico de dotes actorales para darnos no solo actuaciones sublimes sino una historia que conmueve, que cala hondo y que sin lugar a dudas golpea donde duele.

Uno acaba por empatizar con ambos personajes. Por un lado Almut, con su miedo a ser olvidada, a no ser recordada con grandes logros por aquellos que ama. ¿Qué historias o acontecimientos vamos a dejar para los que se quedan?

En palabras de nuestra propia protagonista: “No quiero ser sólo la madre muerta de alguien”, suena fuerte, chocante incluso y hace que nos quebremos, pero abre la puerta a este miedo que la mayoría solemos tener (o posiblemente tenemos) de cómo vamos a ser recordados, de si logramos lo suficiente para tener una vida mínimamente memorable para los demás e incluso para nosotros mismos, o si sentimos que todo lo que hicimos o conseguimos no será nunca suficiente.

Mientras que Tobias lucha por priorizar la salud de la persona que ama, intentando ser el “racional” de esta relación, estando allí incluso en los peores momentos y acabando por ser un soporte emocional para Almut. Garfield nos obsequia un personaje cargado de ternura y sensibilidad que logra comprar al espectador desde el primer momento.

Así como también se nos ofrece el poderoso y tan necesario mensaje de “está bien no estar bien”, que si bien ya lo hemos escuchado en más de una ocasión y en varias películas, jamás está de más recordarlo.

“We Live In Time” nos recuerda que sin importar el contexto o situación parecemos estar siempre corriendo contra el tiempo, está en todos lados: en la hora del celular, un cronómetro, o una cuenta regresiva en una competencia internacional de cocina. El tiempo es inevitable, no podemos escapar del constante recordatorio de que nuestro pasaje por la tierra es limitado, uno solo debe decidir con quién pasará el tiempo que tenemos y qué queremos hacer con el mismo.