Leo DiCaprio no fue solo el actor guapo que participó en Titanic, sino que marcó un antes y un después. Un actor tan versátil como él lo fue, dejó una huella profunda. Como actor, tiene miles de películas increíbles, como ¿A quién ama Gilbert Grape?, donde se rumorea que se metió en un mismo lugar con chicos que presentaban una discapacidad similar a la que él tenía que interpretar, los observó, habló con ellos, e incluso se puso a imitar sus movimientos. Y todo esto a la edad de 19 años, de seguro que no fue nada fácil.

En 1995 actúa en 4 películas, pero en una de ellas ya participa como actor principal en Diario de un rebelde, donde nos cuenta la historia de un joven que cae en el consumo de sustancias, llegando a hacer cosas terribles por conseguirlas. Una de las escenas más desgarradoras que interpretó Leo está en esta película y no fue nada más y nada menos que tocándole la puerta a la madre para que le dé un poco de plata. La madre, ya cansada de que el joven siga sin cambiar, entre llantos y dolor le grita que se vaya y llama a la policía, y Leo cae desvanecido al piso, llorando de la angustia.
Si bien este personaje hacía cosas terribles, en el fondo tenía una luz que se notaba a lo largo de la filmación, como cuando acompaña a su amigo ya moribundo, que está a punto de fallecer, o cuando intenta rescatar a sus otros amigos de la situación. Esta película no solo se merecía un reconocimiento a nivel mundial, sino que se tendría que usar como concientización de cómo puede llegar a destruir a las personas estas sustancias cuando una persona que se siente sola las encuentra.

Ya en 1996 pega un salto haciendo su primera película romántica: Romeo y Julieta, dirigida por Baz Luhrmann y protagonizada por Leonardo DiCaprio como Romeo y Claire Danes como Julieta. Es una adaptación moderna del clásico de William Shakespeare, pero con una estética completamente contemporánea y estilizada.
Leonardo DiCaprio da vida a un Romeo profundamente emocional, sensible y con un aire de melancolía. Es un chico atrapado entre el caos violento que arrastra su familia y su necesidad de encontrar algo verdadero, algo puro. Al principio lo vemos dolido, desorientado por un amor que no fue (Rosalina), como si ya estuviera cansado del mundo. Pero todo cambia en un instante cuando ve a Julieta. Es como si el tiempo se detuviera.
Desde ese momento, DiCaprio logra mostrar con mucha intensidad lo que significa enamorarse de verdad, de golpe, como un rayo que le parte el alma. Ese amor no es un capricho: se convierte en el centro de su vida, su única luz en medio del caos. Lo que siente por Julieta lo transforma completamente y lo empuja a actuar con una mezcla de ternura y desesperación que se siente auténtica, casi adolescente, pero profundamente humana.

En 1997 llega su papel. Un papel que lo llevó a la fama diez veces más de lo que ya era. Un papel tan mítico que, hasta el día de hoy, mucha gente lo conoce más como Jack que como Leo. Una de las películas más vistas del mundo: Titanic.
No me voy a tomar el tiempo de escribir de qué va esta película, ya lo saben. Y si no, no sé qué hacen que todavía no la vieron. Pero sí voy a usar este espacio como un pequeño descargo personal: Leo fue —y es— un actor increíble. Tiene miles de personajes donde hace papeles impresionantes, en películas extremadamente versátiles. Pensalo bien: el muchachito de 21 años que un día era romántico, otro día era adicto, vaquero, policía, explorador (como en La playa). Pero claro, todos esos personajes se hundieron junto a Jack, porque esta película hizo que lo encasillaran solo en ese papel.

Saltando unos años y muchas películas demasiado buenas (que no me alcanzarían los años para opinar y contar sobre ellas), llegamos al año 2010, que a mi parecer es una, si no la mejor, película que protagonizó Leo: La isla siniestra.
En este papel, Leo interpreta a un policía que llega a una isla en busca de una mujer desaparecida. En esa isla se encuentran personas peligrosas y con problemas mentales, encerradas en tres sectores distintos. La película da un giro inesperado al final, y plantea situaciones que, hasta el día de hoy, te dejan dudando: ¿él estaba loco? ¿O lo enloquecieron en la misma isla?
Desde que arranca la película hay detalles clave. Por ejemplo, desaparecen sus cigarrillos y su compañero le ofrece de los suyos. O el famoso vaso de agua en la entrevista que tiene con una paciente: un momento raro, que muchos se pasaron por alto. En fin, una discusión eterna con mis amigos sobre si él estaba loco o no.
En mi opinión (y jamás, nunca, nunca me van a convencer de otra cosa), a él lo volvieron loco en esa misma isla.
En fin, mírenla y saquen sus propias conclusiones.
(easter egg: Dicen que la pelicula El origen es la parte uno a esta).
En 2013 protagoniza la vida de Jordan Belfort en El lobo de Wall Street. En esta película interpreta a la perfección a un hombre que quiere cada vez más, viniendo de la nada pero con muchas ambiciones, generando estafas y consumiendo sustancias. Se envuelve en un personaje que comienza cuerdo y termina desgarrando la vida de un hombre que vive como un loco: estafando, consumiendo y viviendo la vida sin parar. Una escena curiosa es cuando se golpea el pecho junto a su compañero Matthew McConaughey, quien estaba calentando antes de empezar a grabar, pero una vez prendidas las cámaras, Leo decidió seguirle el juego, cambiando el guion y dejando algo gracioso por las expresiones de Matthew al darse cuenta de lo que estaba pasando.

En 2015, ya por fin, le entregan un Oscar. ¡Qué locura! Me parece un chiste esos premios. ¿Cómo un hombre tan versátil y tan bueno en lo que hace, con semejantes películas, recién gana uno en 2015? Es algo que nunca entenderé.
Leonardo nos entrega una de sus actuaciones más potentes, ya que, en una película donde escasean las palabras, sus gestos, miradas e interpretación la llevan a otro nivel. Esta película, al igual que El lobo de Wall Street, está basada en hechos reales y cuenta la historia de Hugh Glass, un cazador que es dejado por muerto tras ser gravemente herido por un oso y traicionado por su equipo. Lo que sigue es un relato de supervivencia extrema en un paisaje salvaje y brutal, donde la única motivación de Glass es la venganza.
Cada escena de lucha, pelea y supervivencia se vive a flor de piel con su interpretación. Sin duda, si yo fuera uno de los votantes, sería el Oscar número un millón para DiCaprio, pero bueno, no lo soy, así que escribo de él.

Leonardo DiCaprio se ha ganado ser uno de los grandes, atreviéndose a meterse en papeles que lo llevaron a la gloria. Faltan muchas películas por nombrar de él, como Atrápame si puedes, El hombre de la máscara de hierro, La habitación de Marvin, etc. Sin dudas, es un actor que se salió de lo convencional y demostró que tiene todo para ser el número uno, incluso a medida que crece. Por eso, siento que se merece el top 1. Que gane un personaje así es darle el reconocimiento que se merece este hombre.
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