Hacete la peli con The Queen, la historia real de la reina Isabel II

Nos hacemos la peli con The Queen una película británica de 2006 dirigida por Stephen Frears y protagonizada por Helen Mirren. El argumento gira en torno a la muerte de Lady Di y la reacción de la Corona Inglesa.

El primero de septiembre de 1997 Inglaterra sucumbe ante dos acontecimientos: Tony Blair era elegido primer ministro y el mundo se despierta con la noticia del trágico accidente de la exesposa del heredero al trono británico, Diana, la Princesa de Gales.

El pueblo británico, como gran admirador de Lady Diana, llena de flores el palacio de Buckingham en honor a "la princesa del pueblo" y exige su funeral para despedirla con creces.

La familia real británica, de vacaciones en ese momento en el castillo de Balmoral, permanece en aparentemente indiferencia a los acontecimientos, especialmente la Reina, que se niega a bajar la bandera a media asta y a celebrar un funeral de Estado, sosteniendo que la princesa de Gales estaba excluida de la realeza y por tanto, no poseía el mismo tratamiento de Alteza Real en el protocolo británico.

Sin embargo, el día del divorcio de los Príncipes de Gales, quedó establecido que la princesa perdería el tratamiento de Alteza Real pero conservaría el título de Princesa de Gales. Por lo tanto, seguía siendo miembro de la familia real británica, al ser madre del segundo nivel en la línea de aspirantes al trono británico.

Es cierto que las vidas privadas y personales de estos personajes públicos de la realeza suelen fascinar tanto a guionistas y directores como a espectadores. En este sentido, el director nos acerca al lado humano de la reina Isabel II de Inglaterra en un momento en que la monarca ha caído en desgracia ante la opinión pública.

"The Queen" resulta un melodrama o un docudrama que nos permite espiar detrás las bambalinas del poder a la mujer más rica del mundo y funciona como una guía para entender las relaciones diplomáticas entre Inglaterra y el . Las excelentes interpretaciones de los actores y la ironía de algunos pasajes la salvan de ser una novela de las tres de la tarde.