7. Lazzaro feliz
Escrita y dirigida por Alice Rohrwacher, Lazzaro feliz obtuvo el premio a Mejor Guión en el Festival de Cine de Cannes de 2018. La trama de la película es como un cuento de hadas, pero tiene un final trágico. El personaje principal, Lazzaro, es diferente a los demás. Es amable, sencillo y sus ojos reflejan una pureza sin rastros de malos pensamientos. Lazzaro vive en una aldea pastoril aislada con otros campesinos que trabajan como aparceros para Marchesa Alfonsina de Luna, la reina de los cigarrillos. Cuando Tancredi, el hijo de Marchesa, le pide a Lazzaro que lo ayude a planear su propio secuestro para rebelarse contra su madre, se forma entre ellos un vínculo leal y peculiar. Sin embargo, cuando la policía llega e informa a los granjeros que ya no son aparceros, la vida de todos cambian dramáticamente, excepto la de Lazzaro.
Lazzaro es retratado como un ángel o un santo, despierta de un coma pero nunca envejece, como si tuviera la capacidad de viajar a través del tiempo. Mientras los campesinos son liberados y se mudan a la ciudad, permanecen pobres y marginados. Lazzaro va a la ciudad a buscar a Tancredi, para descubrir que su amigo también vive en la pobreza, ya que el banco se llevó su dinero. Incluso la iglesia se rehúsa a dar refugio a los pobres. Cuando Lazzaro y sus amigos intentan escuchar música sagrada del órgano, una monja los echa. En el clímax de la película, Lazzaro es golpeado en el suelo mientras intenta que Tancredi recupere su dinero. Es un momento conmovedor que representa el paso a la divinidad.

Según Alice Rohrwacher, su intención era retratar la tragedia que había aquejado a su país, en especial la transición de una Edad Media materialista a una Edad Media humanista: el declive de la civilización rural. Ver Lazzaro feliz es un experiencia inolvidable, tus lágrimas caerán antes de darte cuenta. Mientras el mundo nos dice que vivimos en una sociedad que valora la justicia y la cooperación, Lazzaro feliz revela la verdad: la esclavitud no ha desaparecido, sólo ha tomado una forma diferente.
6. American Honey
American Honey fue dirigida por la directora inglesa Andrea Arnold. Es su primera película realizada en los Estados Unidos y se inspira en un artículo de New York Times de 2007 sobre el estilo de vida de un grupo de jóvenes en la carretera. La historia se centra en Star, una adolescente que sufre abusos dentro de su familia. Sin nada que perder, ella se une a un grupo de vendedores de revistas. Se embarca en un viaje salvaje por el Medio Oeste junto a un grupo de inadaptados, que realizan fiestas, rompen la ley y se enamoran, entre lágrimas, dolor y rupturas.
Como una típica película de viaje de carretera, American Honey fue filmada con cámara en mano y se basa en la luz natural disponible. La película se sumerge en el viaje de Star, interpretada por Sasha Lane, y nos permite experimentar su juventud agridulce. American Honey es la película debut de Lane. Ella fue descubierta para el papel durante un descanso en la playa. Su actuación en la película es notable y auténtica. El realismo de la película se extiende más allá de la actuación de Lane, mientras la película fue filmada en orden cronológico. Además Andrea Arnold dividió el guión en partes y le entregó a cada actor su guión diario para el día de filmación. Este enfoque mantuvo a los actores enfocados en el momento sin planear o sobreactuar.

American Honey no solo ofrece un vistazo a las vidas de los jóvenes olvidados, sino que también ofrece observaciones sobre las diferentes clases sociales en la sociedad. Desde hipócritas familias de clase media y hombres mayores adinerados y aburridos hasta madres solteras que luchan junto a sus hijos, la película construye un retrato vívido y hermoso, pero también cruel y realista, de Estados Unidos.
5. Yo, Daniel Blake
Cuando Yo, Daniel Blake ganó la Palma de Oro en el festival de Cine de Cannes de 2016, el director Ken Loach se convirtió en el ganador de la Palma de Oro de mayor edad de la historia. Durante las últimas tres décadas, Ken Loach se ha enfocado en presentar la vida de la clase trabajadora. Yo, Daniel Blake retrata la situación y la resistencia de su personaje principal, un obrero. Daniel, un carpintero que se recupera de un infarto, busca asistencia del sistema de bienestar social. Sin embargo, se encuentra con un sistema de beneficios kafkiano que lo obliga a demostrar su incapacidad para trabajar y refutar las acusaciones de robo de fondos del gobierno.
Además de retratar a Daniel, la película también muestra la desafiante vida de una madre soltera que cría a sus dos hijos. Una de las escenas muestra a la madre mientras abre desesperadamente una lata de comida en una tienda y come con las manos. Cuando aparece un empleado, la madre rompe en llanto, mostrando la vergüenza y el dolor asociados a las circunstancias. Este incidente está inspirado en un encuentro real del guionista Paul Laverty, al momento de investigar el guión. Es una escena desgarradora que parece dramática pero que deriva de la realidad.

El comediante inglés Dave Johns le aporta una energía espontánea a la película, mientras que Ken Loach vuelve a la narración. Sin embargo, es importante reconocer que los problemas presentados en estas historias todavía persisten. Se necesitan más autores que aborden estos temas hasta que se resuelvan. Tal como lo escribre Daniel en su apelación, 'Soy un hombre, no un perro. Exijo que se me trate con respeto. Yo, Daniel Blake, soy un ciudadano, nada más y nada menos'.
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